¿Miedo a conducir? Te contamos cómo superarlo

Para muchas personas ponerse al volante está relacionado con poder disfrutar de libertad de movimientos, hacer una escapada, un viaje, disfrutar de tiempo de ocio; para otras significa trabajo y para un grupo no menos reducido de gente, estar al volante significa estrés, miedo y sufrimiento. Es lo que se conoce como amaxofobia o miedo a conducir, una fobia más común de lo que parece.

Cuando hablamos de amaxofobia nos estamos refiriendo a un miedo real que va más allá del típico malestar o ansiedad del conductor nobel. Se trata de un miedo fuerte e intenso que no se explica por una causa racional y que puede llegar a generar un bloqueo mental que impida a quien lo padece, incluso verse incapacitado para poner el coche en marcha.

Síntomas como pulso acelerado, sensación de una presión en el pecho, falta de aire, mareo, vértigos, temblores, taquicardia o cansancio extremo son los más habituales cuando quien padece de amaxofobia ha de ponerse al volante y pueden derivar en sentimientos de inseguridad, depresión y ansiedad.

Son síntomas que no tienen por qué aparecer de forma continuada, sino que pueden presentarse ante una situación que genere cierto estrés como conducir por la ciudad, por un túnel, de noche, cuando hace mal tiempo, cuando el tráfico es denso o cuando hay que ir a una velocidad superior a la deseada, por ejemplo, por la autopista. Situaciones todas ellas, que pueden ser una incomodidad para cualquier conductor, pero acabar en un problema más grave para quien padece esta fobia.

Una de las principales causas del miedo a conducir es haber sufrido o sido testigo de un accidente de tráfico, si bien no todas aquellas personas que se han encontrado en esta situación acaban desarrollando una amaxofobia, de la misma manera que tampoco es el único motivo.

Afrontar la amaxofobia

Puede parecer una fobia difícil de tratar, pero lo cierto es que superar este miedo es posible. Lo primero para superarlo es poder controlar las emociones. Para ello se llevan a cabo estrategias específicas de la mano de formadores y psicólogos, en función del grado y las características de este trastorno. Por otro lado, existen cursos especiales enfocados a superar el miedo a conducir impartidos por asociaciones de conductores y entidades similares en los que diferentes expertos enseñan cómo perder el miedo y controlar los síntomas cuando empiezan a aparecer.

Además de buscar ayuda profesional tener en cuentas estos consejos pueden ayudar.

• Reconocer que tienes miedo es el primer paso para afrontarlo y aprender a controlarlo. No quieras negarlo.
• Poner en prácticas diferentes técnicas de relajación para aprender a concentrarte y tener una perspectiva positiva ante los acontecimientos.
• Si al estar conduciendo notas que empieza a aparecer el miedo, hazle frente y deja que tu fuerza interior pueda con él, no escapes.
• Si este temor está causado por una formación deficiente a la hora de sacarte el carné de conducir, vuelve a dar unas clases. Explícales que tienes miedo para que quien te de esas nuevas clases se adapte a la situación y a tus necesidades.
• Si el miedo es demasiado grande y ves que no puedes con ello, pide ayuda profesional. Hay muchas alternativas para afrontarlo y superarlo.

Prevenir la amaxofobia

A veces no hay que esperar que los miedos y fobias aparezcan para hacerles frente. En ocasiones es mejor empezar previniendo. Como decía al inicio, para unos conducir puede ser una acción placentera, pero para otras personas es una obligación. Para aquellos conductores y conductoras que se encuentren ante la necesidad de sacarse el carné o se ven con la obligación de conducir, lo mejor es perder el miedo desde el momento en que se empieza a aprender, será la mejor manera que el estrés y la ansiedad acaben convirtiéndose en una fobia. Exprésale estos temores al profesor para que pueda adaptar la formación según tus necesidades. Seguro que puedes con ello.