La olla invertida: el truco para descongelar la carne en tan solo cinco minutos

El truco de la olla invertida para descongelar carne en solo cinco minutos

Cuando vamos a preparar la comida puede que nos demos cuenta de que se nos ha olvidado descongelar algún ingrediente. En este caso, tenemos varias opciones más que conocidas para disponer de ese alimento: ponerlo bajo el grifo de agua caliente, dejarlo en la encimera de la cocina durante unas horas o guardarlo en el frigorífico. Esta última opción es la más segura de las tres, aunque existen otras posibilidades, como el truco de la olla invertida.

Esta opción sirve para descongelar de forma segura y correcta tanto la carne como el pescado, y así evitar intoxicaciones alimentarias. La olla invertida se utiliza sobre todo para la carne, y como su propio nombre indica, necesitamos dos ollas y una bolsa de plástico, a ser posible con cierre. Una vez tengas esto, solo tienes que seguir los siguientes pasos:

1. Saca la comida del congelador
2. Mete el alimento correspondiente en la bolsa de plástico
3. Pon una olla boca abajo en el fregadero
4. Coloca la bolsa encima de ella
5. Llena la segunda olla de agua caliente y ponla sobre la bolsa
6. Espera unos minutos, y verás como el alimento se va descongelando

En tan solo cinco inutos tendrás la carne descongelada y lista para cocinar. 

En caso de que no tener dos ollas, lo que puedes hacer si tienes que descongelar carne que esté troceada en filetes o en lonchas finas es, guardar la carne en ua bolsa hermética, colocarla dentro de una olla o n taper, que previamente hemos llenado con agua caliente, y esperar 10 minutos.

Estos dos trucos son más efectivos para piezas de carnes congeladas en porciones individuales ya que en caso de necesitar un trozo más grande, es recomendable, hacer lo siguiente:

Descongelar en el frigorífico

Para mantener la calidad de los ingredientes, lo ideal es descongelarlos en la parte baja de la nevera. Es la manera en la que la temperatura está controlada en todo momento. El mayor inconveniente es el tiempo necesario para ellos, que requiere una planificación, ya que, dependiendo del tamaño, puede tardar entre 12 y 24 horas. Aunque es el método más lento, es uno de los más seguros.

Un truco. Cuando coloques el alimento en la nevera, emplea un plato o bandeja para recoger el líquido que se genera y evitar que caiga sobre otros alimentos o que manche el frigorífico.

Usar el microondas

Para descongelar un alimento en el microondas, es mejor hacerlo en pequeñas porciones, parando de vez en cuando y removiendo el contenido. De esta forma, se facilita la descongelación uniforme y se evita que se caliente el exterior y permanezca congelado el interior del alimento. Conviene cocinar inmediatamente estos alimentos, ya que alguna parte ha podido comenzar a cocerse.

Sumergido en agua fría

Esta forma de descongelación es más rápida que usando la nevera, pero necesita unas condiciones. Los alimentos deben estar envueltos o envasados de forma hermética para evitar que sus tejidos absorban agua y, por tanto, pierdan calidad o se produzca algún tipo de contaminación por la presencia de bacterias. El alimento, bien cerrado, se sumerge en agua fría, que se debe renovar cada 30 minutos para que continúe el proceso. Este proceso, dependiendo del peso y tamaño de lo que queramos descongelar, puede tardar entre una y dos horas.

También hay muchos alimentos que podemos cocinarlos sin descongelar, lo que nos facilita la tarea. En ese caso, debemos tener en cuenta que tardará más tiempo en cocinarse.

Una última recomendación: nunca hay que congelar un alimento que ha sido descongelado, salvo que haya sido cocinado previamente.