¿Puede picar una avispa muerta?

Con el buen tiempo que trae el verano es inevitable que en algún momento suframos alguna picadura, ya sea por un mosquito, una mosca, una hormiga, una abeja o una avispa, o cualquier otro tipo de insecto. Por lo general, simplemente resultan algo molestos, aunque en ocasiones tenemos que hacer frente a sus picaduras, a veces incluso cuando están muertos. 

Es el caso de las avispas, ya que, al contrario que ocurre con las abejas, estas no mueren después de picar debido a la estructura de su aparato inoculador, ya que al picar, su aguijón no queda atrapado en la víctima, sino que pueden retirarlo, según explican desde el blog Ecología Verde. Esto significa que pueden picar varias veces a lo largo de su vida.

Tal y como aseguran a su vez desde el blog Medlia, las avispas pueden picar incluso después de muertas, por lo que es importante tener cuidado si encontramos a una, ya que podríamos pincharnos por error con su aguijón si caminamos cerca del lugar donde se encuentra o la cogemos para retirarla. 

De hecho, el veneno de la avispa también puede ser inyectado, aunque esta ya no viva, puesto que el saco de veneno sigue latiendo durante un corto periodo de tiempo después de la muerte. 

¿Qué hacer ante la picadura de una avispa?

"Las picaduras de abejas y avispas son relativamente frecuentes. Se estima que entre el 56 al 94% de los adultos han sido picados al menos una vez en su vida", indican desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) en su web. 

Dejando a un lado a las personas alérgicas, si hay algo que caracteriza a las picaduras de avispa es el dolor, aunque no tienen por qué ser peligrosas. Los síntomas se caracterizan por ser de corta duración, principalmente enrojecimiento e hinchazón, aunque también picor.

Si hemos sufrido una de estas picaduras, lo primero será limpiar la zona, ya que, al no dejar incrustado el aguijón, como las abejas, no habrá que retirarlo. Podremos utilizar agua, jabón y hielo, utilizando un paño limpio (con cuidado en el caso de las personas con problemas circulatorios, que deberán reducir la exposición al frío). 

Podemos encontrar medicamentos específicos para tratar las picaduras, en el caso de las personas no alérgicas, aunque también podemos recurrir a algunos remedios caseros que aliviarán el picor y el dolor, como el zumo de limón, el barro, el ajo, la cebolla, el vinagre o el perejil, el amoniaco y el aloe vera y una mezcla de agua y bicarbonato. Independientemente del método que utilicemos, siempre deberemos desinfectar primero la zona.