Según un informe elaborado por la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA) los seguros para animales de compañía contabilizan en España más de 16.000 incidentes al año. La mayoría de ellos están protagonizados por perros (98,5%), aunque los gatos y otras especies también pueden verse implicados en algún que otro percance que pueda tener consecuencias para ti.
Desperfectos en el espacio (y mobiliario) público, daños materiales en propiedades ajenas o, algo peor, algún tipo de lesión física a personas conocidas o extrañas son algunos de los problemas, más o menos serios, que puede llegar a causar una mascota, ante los que un seguro específico puede ser una buena ayuda.
Los seguros para mascotas han crecido de manera exponencial en nuestro país. En este tema, hay que tener claras una serie de consideraciones:
Existen distintos tipos de seguros para mascotas con precios y coberturas diversas que conviene comparar si te interesa contratar una póliza específica. En general, la principal preocupación es tener cubiertos los daños a terceros: reparación económica de posibles desperfectos, por ejemplo si tu perro (o gato) se cuela en casa del vecino y la lía parda o si, en tu vivienda o en su paseo habitual, ataca y causa lesiones a otra persona o a otro animal.
Ese suele ser el seguro básico pero las distintas compañías ofrecen la posibilidad de ampliar la cobertura del seguro hasta donde tú quieras. Si tu mascota es un perro de raza con pedigrí, asegurarlo ante la posibilidad de robo o extravío es algo muy común. Además, las mascotas son también un miembro más de la familia y puedes hacerles un seguro que cubra desde la atención veterinaria básica, hasta cualquier otra necesidad que consideres oportuna. Tienes seguros para perros y gatos que cubren los gastos de estancia en una residencia, las pruebas de médicas que pueda requerir el animal o el transporte a un centro veterinario en caso de urgencia.