
Llega el nuevo reloj epigénetico que mide el envejecimiento con una muestra de sangre
Mide seis funciones clave de la longevidad saludable, como movilidad, cognición o salud mental

En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) introdujo el concepto de capacidad intrínseca (CI), definida como la suma de todas las capacidades físicas y mentales que una persona puede utilizar en cualquier momento de su vida.
Este concepto promueve un envejecimiento saludable al desplazar el enfoque de la atención médica del tratamiento de enfermedades agudas hacia la medición y preservación de la capacidad funcional, como se recuerda en estudio como el recogido en 'Lancet Health Longevity'. Si bien la CI varía entre individuos, alcanza su punto máximo en la edad adulta temprana, disminuye después de la mediana edad y puede mejorarse a cualquier edad mediante el estilo de vida
La Clasificación Internacional de Enfermedades, 11.ª Revisión, añadió recientemente el "deterioro de la CI asociado al envejecimiento» bajo el código MG2A, estandarizando así su uso clínico a nivel mundial como métrica del envejecimiento funcional. Desde su creación, numerosos estudios han desarrollado puntuaciones de CI y han demostrado su asociación con factores relacionados con la salud, incluyendo la vinculación de una CI baja con mayor comorbilidad, fragilidad, como se indica en un trabajo o dificultades en las actividades de la vida diaria y un mayor número de caídas, como recoge 'Nature Aging'.
A pesar de las ventajas de usar la CI para evaluar la capacidad funcional, los métodos actuales para cuantificarla requieren equipo y personal capacitado, y los mecanismos moleculares y celulares que subyacen a su declive asociado con la edad aún se comprenden mal.
Nuevo reloj
Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado un nuevo "reloj" de la edad biológica que estima el progreso del envejecimiento, no solo la edad de la persona o de sus órganos. El Reloj de la Capacidad Intrínseca (CI), descrito en un estudio publicado en Nature Aging , mide la capacidad intrínseca (CI), la suma de seis funciones clave que determinan un envejecimiento saludable: movilidad, cognición, salud mental, visión, audición y nutrición/vitalidad.
"Mantener la función durante el envejecimiento es fundamental para los adultos mayores. La función debería orientar la atención médica en lugar de centrarse en lograr que los pacientes alcancen un estado libre de enfermedad", ha afirmado en un comunicado el Dr. David Furman, profesor asociado de Buck y director del Centro de Bioinformática y Ciencia de Datos de Buck y coautor de la nueva investigación.
Los 'inventores'
El Reloj IC ha sido desarrollado por científicos del Buck, IHU HealthAge (Francia), en colaboración con el INSERM francés y la Universidad de Montpellier, lo que refleja una creciente alianza entre investigadores estadounidenses y europeos para avanzar en la ciencia de la longevidad saludable.
Los colaboradores comenzaron a desarrollarlo utilizando datos de la cohorte INSPIRE-T, compuesta por 1.000 personas (de 20 a 102 años) en Toulouse (Francia) y sus alrededores, con un seguimiento de 4 años de cada 10 hasta la fecha. Además de los datos basados en la función física y cognitiva, así como en factores de estilo de vida, los investigadores también tuvieron acceso a bioespecímenes que incluyen sangre, orina, saliva y placa dental, que se recogen anualmente.
El Reloj IC utiliza la metilación del ADN, una señal molecular presente en la sangre o la saliva, para evaluar la CI de forma no invasiva. Tras entrenar el nuevo modelo con datos de la cohorte INSPIRE-T, el equipo lo validó mediante el Estudio del Corazón de Framingham, un trabajo de cohorte cardiovascular a largo plazo y en curso en la ciudad de Framingham, Massachusetts.

Dr. David Furman
Furman ha afirmado que el Reloj IC, que considera todos los rasgos distintivos del envejecimiento actualmente reconocidos, superó a todos los relojes de envejecimiento de primera y segunda generación en la predicción de la mortalidad general. También señaló que la investigación encontró vínculos entre puntuaciones más altas en el Reloj IC y un mejor rendimiento del sistema inmunitario, una menor inflamación y un estilo de vida más saludable, lo que sugiere que esta medida aprovecha la biología esencial del envejecimiento y podría ser útil en la evaluación de intervenciones que promuevan la longevidad.
Sangre seca
El equipo de Furman está desarrollando una solución de gotas de sangre seca para el Reloj IC, lo que reduciría la necesidad de largas visitas clínicas y lo haría útil para evaluar el deterioro funcional en países de ingresos bajos y medios. "Si podemos ofrecer una herramienta escalable y asequible a nivel molecular para evaluar el deterioro funcional, el Reloj IC podría ayudar a médicos, investigadores y legisladores a identificar mejor a las personas en riesgo y a diseñar intervenciones que promuevan una vida más larga y saludable", ha insistido.
Si bien la OMS ha adoptado la disminución de la CI como diagnóstico del envejecimiento, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense aún no ha abordado el problema, lo que crea lo que algunos consideran un obstáculo para la aprobación de tratamientos clínicos que aborden el envejecimiento biológico. Furman cree que el Reloj de la CI podría ser una solución para poner fin a la prolongada controversia sobre si el envejecimiento debería clasificarse como una enfermedad. "Esperamos que él finalmente permita a la FDA aprobar tratamientos que mejoren la salud y la funcionalidad de los adultos mayores", ha puntualizado el investigador.
Concurso global
El Reloj IC se utilizará en el concurso XPRIZE Healthspan . Buck y sus colegas del Instituto Hospitalario-Universitario HealthAge de la Universidad de Toulouse han sido seleccionados como semifinalistas para este concurso global de 7 años y 101 millones de dólares, cuyo objetivo es revolucionar la forma en que abordamos el envejecimiento humano. Los equipos participantes tienen la tarea de desarrollar y probar modalidades que restauren la función muscular, cognitiva e inmunitaria en un mínimo de 10 años, con un ambicioso objetivo de 20 años, en personas de entre 50 y 80 años, en un año o menos.
El equipo Buck-Toulouse propone una intervención híbrida que combina la toma diaria de un éster cetónico con una intervención personalizada llamada ICOPE-INTENSE, que abarca ejercicio, entrenamiento cognitivo, nutrición y más. El Reloj IC se utilizará para registrar y analizar las respuestas de los participantes. ICOPE-INTENSE es la intervención no farmacológica más robusta hasta la fecha, diseñada para mejorar la Capacidad Intrínseca.