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Una pastilla para dormir podría ayudar a evitar una de las causas del alzhéimer

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Martes 17 de junio de 2025

ACTUALIZADO : Martes 17 de junio de 2025 a las 10:12 H

7 minutos

Se trata de Lemborexant y peviene la acumulación tóxica de tau en el cerebro, según un estudio

Una pastilla para dormir podría ayudar a evitar una de las causas del alzhéimer. (BigstoK)
Patricia Matey

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Martes 17 de junio de 2025

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El mundo entero duerme mal, muy mal. Se estima que hasta 70 millones de personas en todo él padecen algún trastorno del sueño, como insomnio o apnea del sueño.

La Sociedad Española del Sueño, SES) documenta que el 58% de los españoles considera que duerme mal. De hecho, "el 75% de los conciudadanos se despierta, al menos, una vez por la noche, y tres de cada 10 asegura que padece insomnio".

Pero como se describe en un estudio de 'International Psycogeriatrics', la calidad del sueño se relaciona tanto con medidas objetivas de atención sostenida como con la autoconciencia del deterioro de la memoria. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones para mejorar la calidad del sueño podrían contribuir no solo a mejorar la capacidad de concentración en una tarea específica, sino también a reducir las quejas de memoria en adultos de mediana edad y mayores. 

Se sabe no dormir lo suficiente cada noche puede afectar negativamente la capacidad de concentración, como refiere un ensayo de 'Sleep Biological Rhytms' y la salud mental, documenta otra investigación.

Estudios previos también demuestran que los trastornos del sueño pueden aumentar el riesgo de padecer diversos problemas de salud, como enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes tipo 2, obesidad, problemas gastrointestinales y demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.

Dormir mal eleva el riesgo de pérdida de memoria y concentración. (Bigstock0

 

“La mala calidad del sueño y los trastornos del sueño suelen aparecer años antes de que se manifiesten otros síntomas de demencia debidos a la enfermedad de Alzheimer y trastornos relacionados”, ha declarado a Medical News Today David M. Holtzman, profesor distinguido de Neurología Barbara Burton y Reuben M. Morriss III y director científico del Centro Hope para Trastornos Neurológicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.

“Investigaciones de nuestro laboratorio y de otros han demostrado que la interrupción del sueño eleva los niveles de placas amiloides y tau anormal (fuente confiable), signos distintivos de la enfermedad de Alzheimer”, ha destacado Holtzman.

Es el autor principal de un nuevo estudio, publicado en la revista 'Nature Neuroscience', que ha descubierto, mediante un modelo murino, que un medicamento comúnmente usado para tratar el insomnio podría no solo mejorar la calidad del sueño, sino también proteger el cerebro de la acumulación de la proteína tau.

¿Cómo afecta a la tau en el cerebro?

Para este estudio, los investigadores se centraron en un medicamento para el trastorno del sueño llamado lemborexant, comercializado bajo la marca Dayvigo.

"El lemborexant pertenece a una clase de medicamentos para el sueño llamados antagonistas duales del receptor de orexina, Estos fármacos actúan bloqueando la orexina, una proteína del cerebro que nos mantiene despiertos y alerta", ha explicado la Dra. Samira Parhizkar, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington y coautora de este estudio.

Y ha insistido: "Al bloquear la señalización de la orexina, el medicamento permite que el sueño se produzca más rápida y fácilmente. En otras palabras, si tu cerebro es como un interruptor que se enciende constantemente cuando intentas dormir, el lemborexant ayuda a apagarlo, para que tu cerebro y tu cuerpo obtengan el descanso que necesitan".

Los científicos utilizaron lemborexant para tratar un modelo de ratones genéticamente propensos a la acumulación de tau en el cerebro. “En un cerebro sano, la proteína tau actúa como una vía que ayuda a mantener la forma de las células y a transportar nutrientes y señales a donde deben ir”, ha detallado Holtzman.

"En el allzhéimer y en un grupo de trastornos neurodegenerativos afectados principalmente por tau anormal, llamados tauopatías, la tau anormal pierde su forma, integridad y, por lo tanto, su funcionalidad celular, lo que da lugar a ovillos de tau. La acumulación progresiva de estos ovillos de tau provoca la muerte de las células nerviosas, lo que contribuye a la pérdida de memoria y la confusión, entre otros síntomas cognitivos de la enfermedad de Alzheimer", ha explicado.

El lemborexant previene la acumulación de tau y reduce el daño cerebral inflamatorio. Al concluir el estudio, los investigadores descubrieron que el tratamiento con lemborexant en ratones ayudó a prevenir la acumulación de tau en el cerebro, reduciendo así el daño cerebral inflamatorio que esta acumulación causa en la enfermedad de Alzheimer.

“El aumento perjudicial de tau anormal está estrechamente relacionado con un mayor daño inflamatorio cerebral. Investigaciones de nuestro laboratorio y de otros han demostrado que la inflamación cerebral es un factor significativo que contribuye al daño cerebral observado en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. En consecuencia, al disminuir tanto la acumulación anormal de tau como el daño inflamatorio, el lemborexant podría ser muy eficaz para proteger el cerebro de estas fuentes de dañinas”, han comentado los investigadores. 

Hallazgos

Además, los científicos descubrieron que los ratones tratados con el somnífero tenían un volumen hipocampal entre un 30 % y un 40 % mayor en comparación con los que no recibieron el medicamento.

"El mayor volumen del hipocampo indica una reducción del daño cerebral y la pérdida celular en los ratones tratados con lemborexant en comparación con los que recibieron el vehículo control. En este último grupo, la proteína tau anormal continuó acumulándose en el cerebro, lo que provocó daño celular, muerte y, por lo tanto, la contracción del hipocampo, típicamente observada en la neurodegeneración”, han insistido los expertos. 

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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