El consumo moderado de café, cafeína y té te protege de todo esto
En 2022-2023, se consumieron aproximadamente 173 millones de sacos de 60 kilogramos de café a nivel mundial. Esta cantidad supuso un decrecimiento de casi tres millones con respecto al consumo global registrado durante la temporada anterior. A pesar de ello, nadie puede negar que sigue siendo una de las bebidas más populares del mundo. Es más, las previsiones apuntan a una recuperación de la tendencia positiva durante la campaña 2023-24 hasta rozar los 180 millones, alcanzando así un nuevo máximo histórico, recuerda Statista. Y la ciencia cada vez está reconociendo sus bondades saludables.
Así, un estudio en 'The Ochsner Journal' determinaba que el consumo moderado de café conduce a una disminución de la mortalidad por todas las causas y la relacionada con enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, el colesterol, la insuficiencia cardiaca y la fibrilación auricular. Sin embargo, no se ha identificado de manera consistente una relación concluyente entre el café y el riesgo de enfermedad coronaria.
Más recientemente, otro trabajo desvelaba en el 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism' que su ingesta moderada se asocia con un menor riesgo de desarrollar múltiples enfermedades cardiometabólicas (diabetes tipo 2, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular).
Nuevas evidencias
Ahora, un nuevo artículo en ‘Rheumatology’, publicado por Oxford University Press, descubre que consumir más cafeína puede mejorar la salud del corazón. Las enfermedades vasculares, los daños en los vasos sanguíneos y sus consecuencias, como el infarto de miocardio y el ictus, se encuentran entre las principales causas de muerte en la población general. En los pacientes con enfermedades reumáticas inflamatorias, como el lupus y la artritis reumatoide, estos riesgos son aún mucho mayores. Esto se debe tanto a las propias enfermdades como a algunos de los tratamientos para ellas, en particular los derivados de la cortisona.
Hasta ahora, las recomendaciones de los médicos para reducir estos riesgos vasculares se centraban básicamente en evitar los factores de riesgo, como detener la inflamación, disminuir la medicación con cortisona, además de los consejos convencionales como no fumar, reducir el colesterol y controlar la hipertensión arterial.
Pero los investigadores de la Universidad La Sapienza de Roma (Italia), que han participado en este estudio, creen que los pacientes pueden mejorar la salud vascular haciendo algo tan sencillo como tomar cafeína. Los resultados de laboratorio de estos investigadores sugieren que la cafeína, presente en el café, el té y el cacao, ayuda activamente a las células progenitoras endoteliales, el grupo de células que ayuda a regenerar el revestimiento de los vasos sanguíneos y que participan en el crecimiento vascular.
Es bien sabido que una dieta rica en vitamina D (presente en pescados grasos y huevos) y A (presente en muchas frutas) y ácidos grasos poliinsaturados, y baja en sodio, parece desempeñar un papel en la disminución de la carga inflamatoria. Los científicos también se han preguntado sobre la cafeína. Además del conocido efecto estimulante sobre el cuerpo, la cafeína también ejerce un efecto antiinflamatorio porque se une a los receptores expresados en la superficie de las células inmunes. El efecto de su consumo de sobre la salud cardiovascular ha sido ampliamente investigado, con resultados contradictorios hasta los últimos años.
El diseño del trabajo
Los investigadores estudiaron a 31 pacientes de lupus sin factores de riesgo cardiovascular tradicionales mediante un cuestionario alimentario de siete días. Después de una semana, les extrajeron sangre para medir la salud de los vasos sanguíneos. Descubrieron que los pacientes que consumían cafeína tenían una mejor salud vascular, medida a través de las células endoteliales, que forman la importante capa interna de los vasos sanguíneos.
"El presente estudio pretende ofrecer a los pacientes información sobre el posible papel de la dieta en el control de la enfermedad. Será necesario confirmar los resultados mediante un estudio longitudinal, destinado a evaluar el impacto real del consumo de café en la evolución de la enfermedad", ha afirmado la autora principal del artículo, Fulvia Ceccarelli.