
Por qué deberías ponerte de pie a menudo si estás pasando por la menopausia
Las mujeres con sobrepeso u obesidad que elevan sus movimientos diarios mejoran su salud cardiaca

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Nadie duda a estas alturas que el sedentarismo es el gran enemigo de la salud pública y sobre todo de la del corazón de la población. Pues bien, las mujeres posmenopáusicas pasan la mayor parte de sus horas de vigilia sentadas, lo que aumenta su riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer y mortalidad prematura, como demuestran trabajos como el de American Journal of Epidemiology.
Los esfuerzos de salud pública se han centrado en la actividad física moderada a vigorosa (MVPA, de sus siglas en inglés) para mejorar la salud cardiovascular, destaca otro ensayo de Ageing Response Review pero solo entre el 3% y el 6% de los adultos de 60 años o más cumplen con las pautas de MVPA,y aumentar la MVPA puede ser un objetivo desafiante, como refiere una investigación.
Cambiar los comportamientos sedentarios puede ofrecer objetivos conductuales alternativos viables para mejorar la salud cardiaca.
De estar sentado a levantarse
Así, reducir el tiempo sentado y aumentar las transiciones de sentarse a levantarse (STST, por sus siglas en inglés) se han recomendado como intervenciones prometedoras para el cambio de comportamiento sedentario. Aunque estudios previos, como el publicado en Health Education & Behaviour, respaldan la viabilidad de que los adultos mayores reduzcan su tiempo sedentario e identifican beneficios potenciales para la presión arterial, el control de la glucosa y la sensibilidad a la insulina, estos generalmente han sido de corta duración, con muestras pequeñas y limitaciones metodológicas, y no se han centrado en mujeres posmenopáusicas. Y esto es fundamental, ya que el riesgo cardiovascular aumenta después de la menopausia, y las mujeres mayores tienen mayor morbilidad, discapacidad y uso de atención médica que otros grupos.
Ahora llega el Estudio Rise for Health que es el primer ensayo controlado aleatorizado que evalúa dos enfoques distintos para modificar los hábitos de sedentarismo y examina su impacto fisiológico en mujeres posmenopáusicas y que ha visto la luz en Circulation.

Este ensayo, de 3 meses y con tres grupos, examinó la reducción del tiempo total de sedentarismo o el aumento de los STST en comparación con un grupo de control con un estilo de vida saludable. El objetivo principal fue evaluar los cambios en la presión arterial y los biomarcadores glucorreguladores (insulina y glucosa plasmáticas en ayunas, hemoglobina glucosilada [HbA1c] y resistencia a la insulina [evaluación del modelo homeostático 2 de la resistencia a la insulina {HOMA2-IR}]) en los dos grupos de intervención, en comparación con el grupo de control con atención. “Planteamos la hipótesis de que, en comparación con las participantes del grupo de control con atención, las participantes de los dos grupos de intervención presentarían mayores mejoras en la presión arterial y el control glucémico”, destacan los autores en su introducción .
Pues bien, al parecer el simple hábito diario de ponerse de pie con más frecuencia podría mejorar la salud cardíaca de las mujeres posmenopáusicas, según el nuevo estudio de la Universidad de California en San Diego. (EE.UU) Los investigadores informaron que las mujeres con sobrepeso u obesidad que aumentaron sus movimientos diarios de sentarse a levantarse experimentaron mejoras apreciables en su presión arterial.
Los hallazgos, sugieren que tomar descansos cortos y frecuentes de pie, incluso sin aumentar la intensidad del ejercicio, puede ofrecer un impulso al bienestar cardiovascular.
"Los mensajes de salud pública nos instan a pasar menos tiempo sentados, pero no nos indican las mejores maneras de hacerlo. Nuestros hallazgos sugieren que, si bien pasar menos tiempo sentado fue beneficioso, interrumpir el tiempo sentado con breves descansos de pie, incluso si no se pasa menos tiempo sentado, puede favorecer una presión arterial saludable y mejorar la salud", ha afirmado la Dra. Sheri Hartman, primera autora y profesora de la Facultad de Salud Pública Herbert Wertheim y Ciencias de la Longevidad Humana de la UC San Diego .
Dos comportamientos
Los investigadores examinaron dos comportamientos específicos durante tres meses:
- Grupo sentarse menos: trata de sentarse menos durante el día.
- Grupo de sentarse y ponerse de pie: concéntrate en levantarte de una posición sentada con más frecuencia.
Ambos grupos fueron comparados con un grupo de control que recibió consejos generales de salud pero a quien no se le pidió que cambiara sus hábitos al sentarse.

Curiosamente, ni sentarse menos ni levantarse con más frecuencia mostraron una mejora significativa en la glucemia. Y, si bien el grupo que "estuvo menos tiempo sentado" redujo el tiempo sentado en 75 minutos al día y mostró algunas mejoras en la presión arterial, no alcanzó la significación estadística.
Los datos
Las mujeres del grupo de bipedestación aumentaron el número de veces que se pusieron de pie en un promedio de 25 al día y redujeron su presión arterial diastólica 2,24 mmHg más que el grupo de control. Si bien no se alcanzó un cambio clínicamente significativo de 3 a 5 mmHg, esta disminución medible demuestra que, en tan solo tres meses, aumentar la bipedestación puede reducir la presión arterial diastólica.
Los investigadores sugieren que las mejoras adicionales pueden requerir más de tres meses para surtir efecto, por lo que ahora han presentado una nueva subvención para evaluar ambos comportamientos durante un período más largo en hombres y mujeres mayores.
"Lo que más me entusiasma de este estudio es que las mujeres establecieron sus propias metas y lograron una verdadera diferencia en sus hábitos al sentarse. Con un poco de orientación, podemos aprender a sentarnos menos y esto marca una diferencia tangible en nuestra salud a corto y largo plazo”, ha declarado la coautora Andrea Z. LaCroix, Ph.D., profesora distinguida de la Escuela Herbert Wertheim de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana.
Adaptar intervenciones prácticas que sean fáciles, realistas y estén alineadas con nuestros objetivos personales —como levantarse de la silla 25 veces más al día, aproximadamente dos veces por hora durante 12 horas— puede ser viable para muchos de nosotros.