
Las señales silenciosas de las cardiopatías en mayores
Es importante estar atento a los signos de la enfermedad y hacerse chequeos periódicos

En España, una de cada tres personas muere por una enfermedad cardiovascular, y es que las patologías del corazón siguen siendo la primera causa de muerte tanto a nivel mundial como en nuestro país.
Sabemos que las enfermedades cardiovasculares son muy frecuentes en las personas mayores de 65 años, ya que la probabilidad de sufrirlas aumenta según avanza la edad. "Sus manifestaciones o síntomas son a veces atípicos o inespecíficos, y el manejo es distinto al indicado en pacientes jóvenes", destaca la Dra. Yanela Fayad Rodriguez, cardióloga de Quirónprevención Príncipe de Vergara.
Es más, un estudio de la 'Revista de Cardiología' determina que la principal causa de muerte en los mayores de 65 años es la cardiopatía, que presenta dificultades para su diagnóstico y tratamiento. La atención de pacientes mayores con cardiopatías presenta importantes diferencias con respecto a la de pacientes más jóvenes con el mismo diagnóstico.
Explica la experta que "hay diferencias también en la respuesta a los tratamientos, dado que la persona de edad avanzada tiene mayor fragilidad y múltiples comorbilidades. Los cambios propios de la edad mayor repercuten no solo en el corazón sino también en el riñón, el cerebro, el hígado y la musculatura. Los mayores son más sensibles a presentar complicaciones, tanto de la terapia farmacológica como de la intervencionista".
Hipertensión
Y cita algunos ejemplos: “La gran mayoría de las personas mayores tiene hipertensión arterial, especialmente sistólica. Es frecuente, por tanto, que exista confusión en este sector de la población para reconocer, en este contexto, la hipertensión arterial, pues al tener tensión arterial diastólica normal o baja, no se identifica adecuadamente la patología y ellos creen estar bien o incluso algunos mayores piensan que son todo lo contrario, hipotensos".

Aproximadamente el 60% de los mayores de 65 años tiene hipertensión arterial y su debut puede ser tan grave como un ictus, la insuficiencia cardíaca o incluso el fracaso renal.
Insuficiencia cardiaca
Otra entidad relevante es la insuficiencia cardíaca. Argumenta la Dra. Yanela Fayad que "esta enfermedad es mucho más frecuente en las personas mayores. El 80% de los pacientes con insuficiencia cardíaca tiene más de 65 años de edad. A cualquier edad se manifiesta falta de aire, dolor en el pecho y edema en las extremidades inferiores. Pero en las personas de edad avanzada es también muy frecuente que aparezcan síntomas como confusión mental, desorientación, insomnio, náuseas, anorexia, aumento de la micción nocturna, sudores fríos o manos y pies fríos".
Insiste la especialista en que "estos síntomas confusos o atípicos muchas veces son atribuidos a cambios propios de la edad y no son reconocidos como aviso de un problema del corazón. Las infecciones en las personas de edad avanzada son la causa más frecuente de descompensación de insuficiencia cardíaca. Es muy importante, además del examen clínico, hacer un electrocardiograma, un ecocardiograma y análisis de sangre con BNP y NT pro-BNP para diagnosticarla adecuadamente".
Enfermedad arterial coronaria
En referencia a la cardiopatía isquémica o enfermedad arterial coronaria, además del típico dolor en el pecho, habitualmente hay síntomas atípicos en las personas de edad avanzada, como la fatiga, el cansancio, inestabilidad, mareos, dolor dorso lumbar o epigastralgia, documenta la especialista de Quirónprevención.

"En la consulta, las preguntas al paciente son muy importantes para poder identificar esta enfermedad a tiempo. El electrocardiograma puede tener alteraciones crónicas que hacen más difícil el diagnóstico de la enfermedad aguda, el test de esfuerzo o ergometría debe realizarse adaptado a la edad y a veces no es útil por las dificultades para el ejercicio físico en las edades avanzadas. El Angio-TAC coronario y el Score de calcio son de limitada utilidad por la alta prevalencia de calificaciones, por lo que la interpretación clínica adecuada es muy importante para tratar a tiempo e indicar si procede un cateterismo coronario", argumenta.
Ritmo cardiaco
En la persona mayor, las alteraciones del ritmo cardíaco también son frecuentes. "La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente del anciano y está muy relacionada con la enfermedad cerebrovascular. Los síntomas de la fibrilación auricular son diferentes a aquellos que aparecen en los jóvenes. Las personas de edad avanzada cuentan menos palpitaciones, pero más debilidad y cansancio", documenta la experta.
E insiste: "Para tratar la fibrilación auricular el uso de antiarrítmicos está limitado por sus efectos indeseables, y la mayoría de los enfermos mayores tiene que tomar anticoagulantes. Si bien es el grupo de edad que más se beneficia de la anticoagulación, también es el que más riesgo de sangrado tiene; especial atención merece por tanto cómo les puede afectar el tema de las caídas y los accidentes en el hogar y en la calle".
En general, en las personas de edad avanzada, dada la mayor fragilidad y las comorbilidades, hay que tener mucho cuidado en la dosificación de los medicamentos por sus efectos adversos y las complicaciones de su uso.
Consejos para cuidadores y familiares
Para los cuidadores y familiares, la cardióloga transmite algunos mensajes importantes:
- Deben estar atentos a los cambios en el nivel de energía física o estado de ánimo de la persona mayor. Acudir con ellos al médico ante síntomas como fatiga, cansancio relevante o mareos.
- Es importante realizarles un control periódico de la tensión arterial, la frecuencia cardíaca, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre; así como realizar revisiones médicas periódicas con un electrocardiograma.
- Organizarles su tratamiento para evitar olvidos o errores.
- Cuidar de su alimentación y acompañarlos en sus paseos.
Mensaje principal
"Envejecer aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. Es muy importante un estilo de vida saludable, una actividad física regular adaptada a la edad, una dieta equilibrada y revisiones médicas periódicas con control de la tensión arterial, el ritmo cardiaco y el colesterol", enfatiza la experta.