Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEmpezar la mañana con ejercicios es una muy buena forma de iniciar el día, ya que nuestro cuerpo necesita movimiento y estimulación para recargar las pilas y afrontar la jornada con mayores energías.
Con el paso de los años, a menudo nos levantamos por la mañana como si no hubiéramos descansado suficiente sintiendo el cuerpo pesado y lento. Además, las personas que sufren dolor de articulaciones o huesos incluso pueden sentir algo más de dolor al despertar que cuando ya hace un rato que han movilizado su cuerpo.
Estos 4 simples ejercicios los puedes poner en práctica nada más despertarte. Solamente necesitas 10 minutos para esta rutina que combina ejercicios de fuerza y flexibilidad, y aliviará dolores y molestias, y mejorará tu estado de ánimo. Los ejercicios de estiramiento son útiles para tonificar los músculos y también para prevenir la artritis, ya sean dinámicos o estáticos, y son ideales para despertar tu cuerpo. Además te proponemos dos ejericios de fuerza para ganar energía.
Una vez despierto, extiende los brazos sobre la cabeza, sintiendo que tu cuerpo se estira desde los dedos de los pies hasta las puntas de los dedos y toma de 3 a 4 respiraciones profundas y relajantes. Si quieres estirar aún tu espalda, el ejercicio del gato camello es ideal para la flexibilidad de la columna y es un buen ejercicio de calentamiento. Para hacerlo, levántate de la cama y arrodíllate a cuatro patas. Comienza por redondear su espalda como un camello para que la cabeza baje e intente encontrarse con su pelvis. Luego baja y levanta la cabeza de modo que la parte inferior de la espalda quede arqueada. Realiza estos movimientos suavemente 4 o 5 veces.
Tumbado boca arriba, dobla una pierna deslizando el talón sobre la cama hasta que el pie quede plano al lado de la otra rodilla. Con la mano en esa pierna presionando suavemente, lleva la rodilla con una apertura lateral hacia el colchón. Vuelve a la posición de inicio y lleva la pierna hacia el lado contrario sobrepasando un poco la línea de la pierna que está estirada.
Comienza con la postura de la mesa en el suelo, apoyado sobre tus manos y rodillas. Inhala antes de comenzar cada movimiento y mientras exhalas, levanta la pierna izquierda paralela al piso mientras levantas el brazo derecho, también paralelo al piso. Inhala mientras baja el brazo y la pierna y repite con el otro lado. Mantén tu espalda recta y tu estómago apretado durante todo el ejericio para ganar fuerza en todo el centro del cuerpo. Con este ejericio ganarás equilibrio, conciencia corporal, y tonificarás abdominales y espalda.
Con los pies paralelos y separados a la altura de los hombros, baja el cuerpo hasta que los muslos estén paralelos al suelo. No dejes que las rodillas se inclinen sobre los dedos de los pies, sino que incrlínate hacia atrás cuando bajes, como si quisieras sentarte. Tan pronto como toques la cama con los brazos estirados, sube y repite. Realiza de 8 a 10 sentadillas lentas y controladas cada día para activar tus piernas.