Flato: por qué aparece y cómo prevenirlo

Seguro que alguna vez has sufrido el latoso flato haciendo deporte. Pero te has preguntado qué es exactamente o por qué aparece. Resulta que es todo un interrogante, incluso para los expertos.

El dolor abdominal transitorio (DAT), coloquialmente conocido como “flato”, no es otra cosa que un dolor repentino en la zona abdominal (aunque la localización exacta puede variar), que habitualmente tiene lugar durante la práctica de ejercicio físico. A pesar de que es una molestia muy común, su etiología es desconocida. Y es que pese a todas las investigaciones que se han hecho al respecto, y a los avances del sistema médico, no se ha conseguido llegar ninguna teoría concluyente al respecto de qué causa el flato.

Lo más normal es que el flato se produzca cuando se realiza una actividad física de cierta intensidad y con movimientos de tronco repetitivos. Sin embargo, a pesar de que los condicionantes para que se produzca son mucho más fáciles que ocurran durante algunas actividades deportivas, el deporte no es el único motivo de su aparición.

Los deportistas jóvenes son los que más comúnmente lo padecen, ya que existen características anatómicas, fisiológicas y mecánicas que influyen en que se produzca.

Cómo evitar el flato

No hay ningún remedio totalmente efectivo para evitar el flato, pero sí se puede reducir siguiendo algunos trucos:

• En las comidas evitas una ingesta fuerte previa a un entrenamiento.
• Trata de evitar el azúcar, los alimentos grasos, la fruta y los zumos de frutas, así como la ingesta de bebidas hipertónicas.
• Controla la técnica de entrenamiento, tratando de evitar pisar de talón para reducir el rebote.
• Escoge unas zapatillas adaptadas al terreno en el que vayas a correr.
• Incluye una fase de calentamiento para adecuar el cuerpo.
• Elige las horas del día en que menos calor haga.

Cómo eliminar el flato

En el caso de que aparezca, también puedes intentar disminuir la molestia que produce presionando la zona que nos duele mientras respiramos de manera profunda. Así conseguiremos relajar la zona afectada.

También es aconsejable que después dediques unos minutos a estirar la musculatura del psoas y del lumbar para facilitar el riego sanguíneo, y posteriormente movilizar ligeramente la columna torácica.

¿Es flato o…son gases?

Los especialistas indican que a menudo confundimos el flato con los gases, pero son diferentes en cuanto al tipo del dolor y la ubicación. Pero en la mayoría de las ocasiones, un retortijón no suele ser tan invalidante ni obliga a cesar el ejercicio como sí lo hace el flato.