Toni Esteve
Banca
Si me roban la tarjeta y la usan antes de que informe al banco: ¿en qué casos debo asumir el cargo?
Nuestra responsabilidad está limitada, salvo en casos de negligencia grave por nuestra parte
Las normas de la Unión Europea hacen que pagar por medios electrónicos sea más fácil (transferencias, domiciliaciones, pagos con tarjeta, etc.), seguro y barato, puesto que ningún comerciante puede ya cobrarnos gastos adicionales si pagamos con una tarjeta emitida en la UE. Además, todo aquel que resida legalmente en Europa tiene derecho a tener al menos una cuenta bancaria “de pago básica” (que permite disponer de una tarjeta de débito, retirar efectivo, depositar fondos en custodia, y efectuar y recibir pagos) para poder realizar pagos electrónicos. Y esa cuenta debe ser gratuita o a un coste razonable. Con todo, una de las preocupaciones de los usuarios siempre es, ¿qué pasa si me roban la tarjeta sin que me dé cuenta y el ladrón realiza pagos con ella?
Desde 2019, los pagos electrónicos en la UE son más seguros gracias a una autenticación reforzada del cliente, que se lleva a cabo mediante una combinación de diferentes factores de autenticación, como, por ejemplo, un código PIN y su huella dactilar. Estas medidas de seguridad pueden variar según cuál sea nuestra entidad bancaria. Pero en cualquier caso, según la Comisión Europea (@ComisionEuropea) si nos roban la tarjeta de crédito y los delincuentes realizan con ella pagos no autorizados, nuestra responsabilidad se limita a un máximo de 50 € (“salvo en casos de negligencia grave”). No obstante, y aquí viene lo importante, no se nos considerará responsables de ningún pago no autorizado que tenga lugar después de que hayamos informado a nuestro banco, ni de un pago en línea si nuestro banco o proveedor de servicios de pago no aplica la autenticación reforzada de clientes.
Asimismo, la Comisión establece que, si no eres “conscientes de la pérdida, robo o apropiación indebida (por ejemplo, si alguien ha pirateado tu cuenta o clonado tu tarjeta para pagar sin tu conocimiento), no tienes que pagar nada. Deberá correr con todos los costes el banco o la entidad emisora de la tarjeta. La misma norma se aplica si el responsable de la pérdida es un empleado de la entidad”.
Bloqueo de importes
Las normas de la Unión Europea garantizan el buen desarrollo de los pagos electrónicos de sus ciudadanos. No obstante, si hubiera un problema, nuestro banco u otro proveedor de servicios de pago debe responder a las reclamaciones en el plazo de quince días hábiles. Si estamos disconforme con la respuesta, podemos remitir el caso a la autoridad nacional competente.
Entre nuestros derechos al hacer pagos en Europa también figura que, cuando no se conozca de antemano el importe final de un pago con tarjeta (por ejemplo, gastos de alquiler de coches o de hotel), el establecimiento solamente pueda bloquearnos en nuestra tarjeta el importe acordado con nuestro consentimiento.
En el caso de las domiciliaciones bancarias, si hemos autorizado a una empresa a realizar los cobros en nuestra cuenta, habitualmente disponemos de ocho semanas para reclamar todo importe indebidamente cobrado. Este importe debería sernos reembolsado en un plazo de diez días hábiles.