Es uno de los términos fiscales clave que debes manejar y conocer. La base imponible es importante, entre otra cosas, porque determinará quién puede acceder o no a la mayor parte de las deducciones, tanto las estatales como las autonómicas. Pero incluso fuera de marco de la declaración de la Renta, conocer y manejar este concepto es importante. Existen muchas ayudas, subvenciones y becas que aluden a la base imponible del IRPF.
En el IRPF la base imponible es la suma de todos los ingresos, de todas las rentas, ya sea en dinero o en especie que logra una persona. A estos ingresos después se les aplicará un gravamen determinado para calcular cuánto tiene que pagar en el impuesto correspondiente. A partir de la base imponible se calculan los impuestos que deben pagar. Y para determinarla se tiene en cuenta las rentas obtenidas y la situación personal y familiar, así como las deducciones a las que tenemos derecho.
Si desconoces cuál es tu base imponible, te contamos dónde enctontrarla dentro del IRPF y cómo se calcula.
la cantidad sobre la que se calcula un impuesto, en este caso hablamos de la cantidad que toma Hacienda como soporte del IRPF y sobre la que trabajará para dar con el resultado de la declaración.
“Las rentas del contribuyente se clasificarán, como renta general o como renta del ahorro. Atendiendo a la clasificación de la renta, la base imponible se dividirá en dos partes, base imponible general y base imponible del ahorro”, explica la Agencia Tributaria en sus manuales de ayuda para la presentación de la declaración. En efecto, en el IRPF hay dos bases imponibles a las que van distintas fuentes de renta. La razón fundamental es que están gravadas en diferente medida.
En la base imponible del ahorro figuran los principales rendimientos del capital mobiliario (intereses, dividendos, los procedentes de determinados seguros, etcétera) y las ganancias o pérdidas que se producen cuando transmites algún bien o derecho.
Por su parte, en la base imponible general figuran el resto de las rentas, incluyendo, por ejemplo, las que proceden de salarios, pensiones, prestaciones por desempleo, alquileres o actividades económicas.
Existen tres métodos para calcular la renta que hay que incluir en la base imponible, tal y como detalla ING en su blog En Naranja:
Por último, hay que diferenciar entre la base imponible del IRPF y la base liquidable o cuota líquida. Esta última es la cantidad que te corresponde pagar de impuestos por todas las rentas obtenidas.
La base imponible es la suma de todos los rendimientos del contribuyente, tanto de la parte general como la del ahorro. Y la base liquidable se calcula restando sobre la base imponible las deducciones y reducciones a los que cada contribuyente tiene derecho y como su propio nombre indica, es la base sobre la que se aplican los tipos impositivos.
Generalmente, la gran parte la habrás satisfecho a lo largo del año a través de retenciones y otros pagos a cuenta del impuesto. En el momento de hacer la declaración, lo que hacemos es ajustar cuentas de lo que hemos pagado de más o de lo que falta por pagar. Así, la declaración nos saldrá a pagar o a devolver.
