
Todo lo que necesitas saber sobre las parejas de hecho y las herencias
"La única manera de garantizar los derechos de tu pareja es planificarlo"

Formar una pareja de hecho es una alternativa cada vez más común al matrimonio, pero pocos conocen las diferencias legales que implica. A diferencia de los cónyuges casados, quienes cuentan con derechos automáticos en materia de herencias, las parejas de hecho no disfrutan de la misma protección y, en muchos casos, quedan desamparadas si no existe un testamento de por medio.
La notaria María Cristina Clemente aclara que “es un error pensar que pareja de hecho y matrimonio son lo mismo en materia sucesoria. No lo son, y la consecuencia puede ser que la persona a la que has dedicado tu vida se quede sin nada”. Según explica, uno de los puntos clave está en la legítima, es decir, la parte de la herencia que la ley reserva obligatoriamente para los herederos forzosos. En los matrimonios, el viudo o la viuda tiene derecho a esa parte; en cambio, en las parejas de hecho no hay reconocimiento automático.
Esto provoca que, si uno de los miembros muere sin haber hecho testamento, el otro no herede nada. “La ley lo considera un extraño”, señala Clemente, recordando la importancia de otorgar testamento en este tipo de uniones. En el caso de que sí exista testamento, la situación mejora, pero sigue siendo limitada: si hay descendientes, la pareja solo podrá recibir una tercera parte de la herencia; si no hay hijos, pero sí padres, la mitad; y únicamente en ausencia de descendencia y ascendencia podrá heredar la totalidad.
La notaria subraya que la confusión se agrava porque en España no existe una Ley Estatal de Familias, lo que provoca que cada comunidad autónoma regule de forma distinta las parejas de hecho. “Esto genera inseguridad jurídica y hace que muchas personas crean que tienen una protección que en realidad no existe”, advierte.
Con el aumento de parejas que optan por esta fórmula frente al matrimonio, Clemente insiste en la necesidad de acudir a asesoramiento legal y dejar reflejadas las voluntades en un testamento. “La única manera de garantizar los derechos de tu pareja es planificarlo. Si no lo haces, la ley no lo hará por ti”.