La Emilio Sánchez Academy se ha afianzado como academia con un gran valor diferencial y que pivota en torno a la educación que ofrece a los deportistas que se forman en sus pistas. Con motivo del 25 aniversario de este centro, su fundador y promotor, Emilio Sánchez Vicario, ha reflexionado sobre la trayectoria de la academia y ha afirmado que lo que la hace grande es poder dar una oportunidad a la gente para que a través del tenis puedan hacer lo que les guste y marquen la diferencia.
En una entrevista en el portal especializado 'industriadeltenis.com', el extenista español ha recordado que el colegio y la formación académica han permitido dar una mayor calidad a su propuesta, habiendo logrado que algunos estudiantes hayan podido dar el salto y formase en universidades como Harvard o Columbia.
“Nuestros jugadores van con la base del tenis, pero también tienen un background educativo muy importante”, ha recalcado. Sánchez Vicario recuerda sus inicios, junto a Sergio Casal, y explica que con Pato Álvarez consiguieron desarrollar un juego para ganar, pero también para ser lo más completos posible. “Dejó un poso muy importante, fue muy pionero; había cogido muchas cosas de checos, australianos, americanos y elaboró un estilo propio para adaptarlo a su visión del tenis, con un modelo de mucha movilidad”, añade.
Al preguntársele por jugadores que se han formado en su academia, cita a varios nombres que han estado en el top. Por ejemplo, de Murray explica que fue un jugador que en un primer momento lo dejó helado, pero cuando jugó con él, rápidamente se dio cuenta de que tenía el don del contrataque: “No me impresionó verlo, pero me impresionó jugar contra él”. Sobre Dimitrov asegura que desde el minuto uno era una fotocopia de Federer, y que al principio era brutal y ha ido ajustando. Menciona también a Sveltana Kutnetsova, que estuvo en la academia desde los 14 años, y que le impactó por el ruido que hacía la bola cuando le pegaba.
Sobre la pirámide del tenis, Sánchez Vicario insiste en que la gran fuerza del tenis español de los últimos años son los clubes y sus entrenadores. “El gran éxito del tenis español son los entrenadores de los clubes que han tenido la mentalidad de dar el extra para desarrollar a los jugadores”, afirma. “Necesitamos ir abajo, entrenadores jóvenes que quieran estar en el Circuito, que quieran desarrollarse; eso es clave”.
La Emilio Sánchez Academy posee sede en Barcelona y Florida, donde hace doce años puso rumbo a su internacionalización. También mantiene un acuerdo con Dubai, con cinco entrenadores desplazados haciendo el programa.
Sobre el legado que espera que deje la academia, Emilio Sánchez Vicario pone en el foco a los jugadores: “Cuando les preguntan qué les ha quedado y es la forma de hacer, la forma de ser tenista, que el tenis sea un vehículo para volverse mejores personas”, resume.