Radiografía del euro digital, visto por mayores y expertos: ¿será el fin del dinero en efectivo?

El Banco de España, preocupado por las barreras que puede crear el euro digital

 

Cada día vemos cómo el pago en efectivo es cada vez una rara avis en muchos puntos de Europa, que sucumben a los pagos electrónicos con tarjeta, móvil o teléfono. De ahí que Bruselas acaba de presentar a partir de este 1 de noviembre el inicio de la fase de preparación para el desarrollo del euro digital, impulsado y controlado por el Banco Central Europeo (BCE). Según la propuesta de la Comisión Europea, el euro digital ofrecerá a los ciudadanos y empresas una opción adicional de pago digital con dinero "público" ampliamente aceptada, "barata, segura y resistente" que complemente a las soluciones privadas existentes en la actualidad. "Al igual que el efectivo en la actualidad, podría utilizarse en cualquier lugar de la zona del euro y ofrecería seguridad y privacidad", explican en el portal del BCE.

Aún así, los expertos y asociaciones de mayores consultadas mantienen su recelo a la espera de más detalles sobre el proyecto y piden que su sustitución sea paulatina y que se mantengan por el momento los dos métodos de pago, ya que aunque España es uno de los países de Europa donde más se ha recortado el uso de dinero en efectivo con la pandemia, éste sigue siendo el método de pago más usado por la población. De hecho, según datos del Banco de España, un 64% lo sigue usando a diario y en el caso de las personas mayores de 65 años, el 71% utiliza dinero en efectivo a diario. Es más, según una encuesta del organismo sobre el euro digital, ésta última sería la franja de edad que más rechazo muestra a su implantación.

 

¿Qué es el euro digital y para qué servirá?

Tal como explica Elisabet Ruiz Dotras profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC (@UOCecoempresa), el euro digital tendrá una doble función. "Por una lado está la divisa, que surge como un equivalente electrónico a los billetes y monedas de euro y que tendrá la misma cotización, solo que será digital. Es decir, que en el banco o en un posible monedero digital podríamos tener euros convencionales y euros digitales. Y por otro, se abre un método adicional de pago digital a los que ya se hacen a través de tarjeta de entidades bancarias, Bizum o Paypal. Solo que se eliminarán costes e intermediarios o la necesidad de tener todo el dinero en un banco". 

De ahí que los expertos llaman a la calma y mandan un mensaje de tranquilidad. "A los consumidores que ya pagaban con tarjeta o móvil, hay aclararles que seguramente no notarán el cambio, ya que la transformación va a darse en las "tripas" del sistema, en el sistema bancario y en la tecnología de trazabilidad de la moneda y sin apenas repercusión en el cliente final. A los que pagan con efectivo, pues tendrán que asumir tarde o temprano su retirada paulatina, pero no inminente, aún tardará décadas en desaparecer", señala Luis Garvía, director del Máster en Riesgos Financieros de Comillas ICADE (@UCOMILLAS). 

Además, la idea es que esté disponible para pagos tanto online como offline, es decir, que los pagos podrán realizarse de dispositivo a dispositivo sin conexión a internet, desde una zona remota o un aparcamiento subterráneo y permitirá a los usuarios efectuar pagos digitales revelando menos datos personales que en la actualidad cuando pagan con tarjeta, igual que cuando pagan en efectivo, y los mismos que en cajeros automáticos, señala el plan de la UE.

¿Cuántos euros digitales podrá tener cada ciudadano?

La propuesta presentada hace unas semanas por la Comisión Europea incluye límites a las cantidades que los clientes puedan poseer para evitar una salida sustancial de depósitos de los bancos, aunque los usuarios que deseen pagar más del límite establecido podrán hacerlo al vincular el monedero digital a su cuenta bancaria. Aunque aún no se han concretado cifras para esos límites de tenencia, ya que, según fuentes comunitarias, no sería "prudente", los análisis preliminares del BCE apuntan a un máximo de entre 3.000 y 4.000 euros digitales per cápita.

Los bancos y otros proveedores de servicios de pago de la UE serán los encargados de distribuir el euro digital a particulares y empresas y para fomentar la inclusión financiera, las personas que no tengan cuenta bancaria podrán abrir y mantener una cuenta en una oficina de correos o en otra entidad pública, como un ayuntamiento. Por su lado, los comercios de toda la zona del euro estarán obligados a aceptar el euro digital, salvo los más pequeños que decidan no aceptar pagos digitales.

Fuente: Banco de España

Los mayores, el colectivo que más recelo muestra ante el euro digital

Según datos de una encuesta sobre el Euro Digital del Banco de España en 2022- el proyecto cuenta con una importante oposición por parte de las personas mayores: 8 de cada 10 personas con 64 años o más advierte que no utilizará el euro digital, ya que se siente "más cómoda con los medios/ métodos de pago actuales". Solo el 8% dice que lo utilizaría como complemento al resto de formas de pago. No obstante, preguntados sobre el tema, desde la Plataforma de Mayores y Pensionistas (@PlataformaPMP) consideran que el avance en métodos de pago electrónicos o digitales "no supone un riesgo como tal, siempre y cuando no venga a reemplazar al dinero en efectivo". 

"Este es un asunto de máxima importancia para todos, especialmente para las personas mayores y vulnerables. Todavía es muy pronto para saber cómo se desarrollará pero habrá que estar atentos a verificar si cumple la Carta de Derechos Digitales y garantiza la inclusión de todos los colectivos, sin dejar a nadie atrás", señala José Manuel Azorín, presidente (@emancipaTIC) y vicesecretario de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (@CEOMA_ong). Aún así, ambas entidades señalan que los pagos constituyen un bien público demasiado importante e indispensable en nuestro día a día y, por tanto, se deben de salvaguardar alternativas no digitales e insisten en la necesidad de formación para las personas con menos competencias digitales hacia estos nuevos métodos de pago. 

¿Cuando llegará a España?

La Comisión Europea aclara que el proyecto del euro digital no se implantará inmediatamente sino que, tras la primera fase de investigación, que ha acabado este octubre de 2023, se abre un periodo de dos años. Esta fase se dividirá en dos partes, la primera comienza este 1 de noviembre y se espera que finalice en 2025. "Sobre la base de los resultados de la primera etapa y de la evolución del proceso legislativo, el Consejo de Gobierno decidirá si pasar a una segunda etapa y, en su caso, definiría su alcance y duración", explica el BCE en su portal.

De ahí que los expertos estimen que aunque podría empezar su andadura antes, no séra hasta dentro de 5 o 10 años cuando el euro digital se implante completamente en España ya que se deben hace muchos cambios, sobre todo relacionados con redefinir el papel de la banca, que podría dejar de ser el único lugar donde los ciudadanos guarden sus euros. Respecto a los mayores, estiman que el Banco Central Europeo dará más de una década, para que aquellos que usen el efectivo, puedan adaptarse, pero insisten en que por el momento, todo son hipótesis a la espera de conocer los planes finales de Bruselas.