Pensiones

La deuda récord de la Seguridad Social obligará a subir impuestos o recortar las pensiones futuras

Pepa Montero

Foto: EUROPA PRESS

Domingo 20 de marzo de 2022

ACTUALIZADO : Domingo 20 de marzo de 2022 a las 8:59 H

9 minutos

Los expertos alertan de la grave carga que supone el 'agujero' actual de casi 100.000 millones

La deuda récord de la Seguridad Social obligará a subir impuestos o recortar las pensiones futuras
Pepa Montero

Foto: EUROPA PRESS

Domingo 20 de marzo de 2022

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La deuda de la Seguridad Social se sitúa en niveles absolutamente récord, rozando la cifra inaudita de 100.000 millones de euros, lo que supone un problema añadido para las finanzas públicas y para la financiación del sistema de pensiones, habida cuenta de que España sufre desde hace más de medio año un aumento imparable de la inflación por los precios de la energía, y ahora mismo se enfrenta a la crisis por la guerra en Ucrania. En concreto, el agujero del sistema a finales de 2021 era de 99.184 millones de euros, y en enero es de tan solo un millón menos.

Además del preocupante volumen de deuda, inquieta su rápido crecimiento, ya que el endeudamiento de la Seguridad Social se ha incrementado el 16,2% en un solo año, y se ha disparado en un 477,5% en cinco años (diciembre de 2021-diciembre 2016) y, de ese porcentaje, un 80% del agujero se ha originado durante la pandemia (diciembre de 2021-diciembre de 2019). En cifras absolutas, ha amasado 44.161 millones de deuda fresca en solo dos años.

 

DEUDA SEGÚN EL PROTOCOLO DE DÉFICIT EXCESIVO (PDE)

deuda Seguridad Social diciembre 2021
Fuente: Banco de España

 

Ante este panorama, ¿cuáles son los peligros y amenazas para las pensiones?

María Jesús Fernández, economista senior de Funcas (@FUNCASES), asegura que "las pensiones siempre se van a poder pagar, salvo que el país quiebre, porque siempre se pueden extraer más y más recursos del conjunto de la sociedad vía cotizaciones e impuestos para pagarlas, y para pagar esa deuda. La cuestión es hasta qué punto está la sociedad dispuesta a asumir el coste que esa carga creciente supone en términos de menor nivel de empleo y de PIB (porque los mayores impuestos y cotizaciones sociales suponen menos empleo y menos PIB) y en términos de capacidad adquisitiva (porque los mayores impuestos y cotizaciones suponen también menos renta disponible para los ciudadanos)".

A juicio de Fernández, si la sociedad está dispuesta a asumir esa carga hasta el nivel que sea, "las pensiones y la deuda simplemente se seguirán pagando con mayores impuestos y cotizaciones. Y solo si en algún momento la sociedad decide que no está dispuesta a asumir la carga creciente, entonces se tomarán medidas que supondrán un recorte de las pensiones. Salvo que el país quiebre, no hay ningún límite para seguir pagando las pensiones, más que el límite que la sociedad sobre la que recae el pago de esas pensiones quiera imponer". 

Por su parte, a Enrique Devesa (@DevesaCarpio), profesor de Economía Financiera en la Universidad de Valencia e investigador del IVIE, más que la deuda, le preocupa "el fuerte déficit de la Seguridad Social que se espera durante los próximos 30-40 años, coincidiendo con la jubilación de la generación de los baby boom. Además, las medidas que se han tomado ahora para reformar el sistema no han ido encaminadas a mejorar la sostenibilidad. Lo que es casi seguro es que los futuros jubilados verán reducida la tasa de reemplazo (cociente entre pensión inicial y salario) y yo no descarto que también haya que abandonar la revalorización con el IPC en algún momento".

El traspaso de gastos endosará el déficit al Estado

La mayoría de economistas e institutos de análisis alertaban desde hace meses de que la deuda de la Seguridad Social alcanzaría los 100.000 millones de euros. Tal como detalla José Antonio Herce (@_Herce), economista experto en pensiones y previsión social y socio fundador de  LoRIS, lo que nos espera en 2022 es que "empiecen a surtir efecto los traspasos de gastos denominados impropios desde la Seguridad Social hacia el Estado, y que se registre un escalón de reducción del déficit y de la deuda, pero ese mismo escalón será de aumento para el Estado".

Herce recuerda que el ministro José Luis Escrivá pretende acabar con el déficit en lo que queda de legislatura, lo que estabilizaría también la deuda, "pero no va a ser así porque ahora tenemos este escenario de inflación desbocada, que introduce aún más presión. De momento, la inflación está provocando un aumento de ingresos por cotizaciones, pero el problema es que los gastos aumentan más de lo que lo hacen las cotizaciones. Las perspectivas no son nada halagüeñas. No creo que vaya a pasar ninguna catástrofe, pero es urgente estabilizar el gasto en pensiones". 

Impacto en los pensionistas futuros

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"Si ya de por sí resulta preocupante que la deuda de la Seguridad Social se haya disparado hasta casi los 100.000 millones, las perspectivas de futuro son aún peores por la situación económica, especialmente por la inflación desbocada que afectará de lleno al gasto en pensiones al estar ligada la revalorización al IPC real después de la reciente reforma, generando más déficit y, por tanto, mayores niveles de deuda", advierte Mariano Jiménez Lasheras, presidente de la organización de consultores de pensiones OCOPEN (@OCOPEN). 

Para este experto en previsión social complementaria, "dado que ni las reformas realizadas hasta ahora han contemplado mecanismos de racionalización o ajuste automático del gasto, ni las que están en curso de negociación parecen contemplarlos, ni tampoco puede esperarse una mejora en las cotizaciones a corto plazo, todo indica que se producirá un agravamiento en el futuro". Además, a juicio del presidente de OCOPEN, los actuales pensionistas tienen garantizado el poder adquisitivo, pero si la situación del sistema sigue deteriorándose y no se adoptan medidas correctoras, podrían estar en riesgo los ingresos de los futuros pensionistas que, no olvidemos, son cohortes muy numerosas". 

Un peligro seguro de esta deuda disparada de la Seguridad Social es que obligará a realizar un aumento de los impuestos y/o de las cotizaciones sociales, al decir de la mayoría de expertos consultados. Según Eva Blázquez Agudo (@emblazq), profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad Carlos III y ex viceconsejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, "la deuda evidentemente hay que pagarla en algún momento, lo cual va a conllevar que suban mucho los impuestos. En cuanto a si podría afectar a las pensiones, hay que precisar que los derechos adquiridos de pensiones no pueden tocarse, lo que sí habrá que ver es cómo se hace con el resto, es decir, con los jubilados futuros".

Esta especialista en derecho y mercado de trabajo considera que el elemento fundamental en el capítulo de pensiones es "crear empleo, que existan cuantos más cotizantes mejor, para que entren mayores ingresos a la Seguridad Social. En cuanto se supere la fase de crisis por la pandemia, hay que concentrarse en impulsar las políticas de empleo".

Escenario: "reducir pensiones o jubilarse más tarde" 

hucha rota pensiones

El sistema de pensiones, ya de por sí tensionado, se va a tensar mucho más si las pensiones se revalorizan con la inflación, ya que es posible que este año veamos tasas de IPC del 10%, avisa Pau Monserrat (@pmonserrat), economista experto en finanzas, CEO de Futur Finances (@futurfinances), para quien "el sistema de pensiones se tiene que retocar mucho, yo diría que reformar, para que sea viable; nos guste o no nos guste".

Para afrontar la crisis que se aproxima, "España parte con unas finanzas bastante delicadas y una capacidad de maniobra muy limitada, porque además Europa nos obliga a hacer reformas para equilibrar el déficit de la Seguridad Social. Y teniendo en cuenta que España está sobreendeudada y necesita el dinero que viene de Europa, nos encontramos de nuevo (como en la crisis de 2008) en el mismo punto de siempre: es urgente no solo aumentar los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social, sino también reducir los gastos. Y esa operación requiere que, o bien reduzcamos de alguna manera las pensiones a nivel real, o bien lograr que la gente cobre menos tiempo (que se jubile más tarde). Todas ellas, medidas que no gustan a nadie, muy bruscas, que se deberían haber tomado hace 20 años y que más pronto o más tarde habrá que adoptar por la fuerza".  

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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