Pensiones

¿Qué es la conocida tasa de reemplazo o de sustitución de las pensiones?

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 21 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Martes 30 de junio de 2020 a las 13:09 H

5 minutos

Un porcentaje que explica la reducción del nivel adquisitivo cuando se accede a la jubilación

¿Qué es la conocida tasa de reemplazo o de sustitución de las pensiones?
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 21 de marzo de 2020

5 minutos

En lo relativo a la nomenclatura que se usa de manera habitual para referirse a las pensiones puede aparecer un concepto que quizá resulte desconocido: la tasa de reemplazo o de sustitución. ¿Qué significa esto y cómo afecta a los futuros pensionistas? En este caso, la definición se utiliza para las situaciones en las que se produce una pérdida del poder adquisitivo de una persona cuando vaya a acceder a la jubilación.

Es decir, algo así como un indicador porcentual del porcentaje de ingresos que se verán reducidos cuando una persona deje de trabajar. Dicho de otro modo, se establece una comparación con el dinero del que se disponía en los últimos años cuando todavía era un trabajador que estaba en activo y percibía un sueldo.

¿Qué es la conocida tasa de reemplazo o de sustitución de las pensiones?

Poder adquisitivo tras la jubilación

Como recuerdan desde la entidad financiera BBVA (@bbva) en este caso no se refiere a la pérdida de ganancias sino al poder adquisitivo ya que en ningún caso con el sistema público de pensiones de nuestro país se cubrirá un nivel de ingresos superior a la etapa previa en la que se estaba dentro del mercado laboral. 

A modo de ejemplo ilustrativo, si una persona tenía un sueldo de 2.000 euros brutos al mes y luego en la jubilación recibiese la mitad, la tasa de reemplazo o de sustitución será de un 50% en relación a los ingresos anteriores a la nueva etapa. Una fórmula muy sencilla que se obtiene dividiendo la pensión de jubilación que corresponde con el último salario recibido y después multiplicando, dicho resultado, por 100. Ahí está el porcentaje con el que una persona puede hacerse una idea más rápida y aproximada de cuál será su nivel adquisitivo a partir de ahora, en relación a lo que reciba mensualmente de la Seguridad Social (@empleogob). 

Además, esto puede servir de muestra, como recuerdan los expertos antes mencionados, para conocer los sistemas de pensiones que funcionan en el resto de la zona europea. Así, en este punto, en España la cifra de reemplazo es bastante elevado ya que el poder adquisitivo que se tendrá a partir de ahora será mucho menor en la mayoría de los casos. 

Y es que, según un informe elaborado por la OCDE (@ocdeenespanol), la tasa de sustitución bruta en nuestro país estaría por encima de un 70% para un salario estándar, mientras que en otros países vecinos los porcentajes incluso se sitúan alrededor de un 21% como ocurre en el Reino Unido. Una circunstancia que se explica por el hecho de que en España no existen las aportaciones o sistemas voluntarios para las pensiones y estas solo se rigen por la cotización a la Seguridad Social

El ahorro individual, la clave

Por ello y a la espera de nuevas reformas en el sistema público de pensiones, una buena idea para reducir (en la medida de cada uno) dicho porcentaje de reemplazo es apostar por el ahorro individual. Una recomendable opción como argumentan desde el mencionado banco para llegar a la jubilación (y posteriores años) con una mayor tranquilidad financiera

¿Qué es la conocida tasa de reemplazo de las pensiones?

Es decir, tratar de compensar de alguna manera la pérdida que se produce por dicha tasa de sustitución siendo precavido y previsor para ir guardando algo de dinero de cara a la jubilación. Un buen hábito, sobre todo en el caso de aquellas personas con un nivel de ingresos elevados, de cara al retiro dorado y que se puede lograr siguiendo algunas sencillas recomendaciones. 

El primer consejo es que lo importante es empezar cuanto antes a ahorrar y no dejarlo para el último año cuando la jubilación ya sea un hecho cercano. Por ejemplo, un caso práctico que puede servir de ayuda para hacerse una idea del dinero que se puede ir guardando: si una persona de 50 años empieza a ahorrar cada mes alrededor de 100 euros, cuando llegue el momento de dejar de trabajar tendrá aproximadamente unos 18.000 euros extras. Un dinero que incluso puede aumentar si se opta por algún tipo de inversión bancaria para sacarle algo de rentabilidad anual. 

Al hilo de lo anterior se puede plantear el acogerse a diferentes productos financieros para mover dicho dinero y que se pueda ganar algo más con el mismo. Así pues, según el tipo de ahorrador que se sea convendrá un servicio u otro. Por ejemplo, si se es más conservador se puede optar por planes de previsión asegurados o planes individuales de ahorro; mientras que si se es algo más arriesgado, algunas soluciones son los fondos de inversión, comprar acciones o destinar el dinero para activos inmobiliarios.

Pero, antes de empezar a ahorrar es esencial conocer de antemano los factores que determinarán el porcentaje de ahorro en cada caso. Así pues, es una buena idea ir reservando dinero pero sin perder la perspectiva. Y es que durante estos años hasta el retiro hay que seguir pagando una hipoteca (en los casos que así sea), los servicios básicos diarios, puede que se necesite dinero ante un imprevisto de salud o bien se tenga que ayudar a los hijos el día de mañana. 

Por último, tampoco viene mal que cada año aproximadamente se vaya revisando el plan de ahorro establecido para comprobar si se está cumpliendo el objetivo propuesto inicialmente. 

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Victoria Herrero

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