La Navidad es época de reencuentros, de recuerdos de la infancia, de reuniones y celebraciones… en Navidad, cualquier excusa es buena para disfrutar de nuestra confitería tradicional, de los aromas y sabores que nos han acompañado a tantas y tantas generaciones.
En toda mesa que se precie, la confitería de Delaviuda no puede faltar. La pastelería y los turrones de Delaviuda tiene un sabor, textura y esponjosidad especial. Tan especial como su historia, que esconde un origen humilde y familiar.
Todo comenzó en 1927, cuando el matrimonio formado por Manuel López, aprendiz del oficio de confitería, y María Rojas decide abrir una pequeña confitería en la localidad de Sonseca, un pueblo de la provincia de Toledo. Los comienzos de un negocio nunca están exentos de dificultad, especialmente cuando se fraguan en uno de los periodos más cruciales de nuestra historia contemporánea. Una época convulsa, que acabó impactando también en el devenir de la familia López Rojas. Manuel fue una de las muchas víctimas que dejó la guerra civil española en el año 1939. Y así, María Rojas, sola y con dos niños pequeños, encuentra la fuerza y el coraje para continuar con este proyecto de emprendimiento, sacando adelante a su familia y al negocio.
Las harinas y masas, almendras y fruta escarchada, chocolates y bombones se convirtieron en el refugio de una familia que convirtió la confitería en su modo de vida. María se afanaba en hacer las mejores recetas para ofrecer los mejores productos para su clientela. La delicadeza de sus recetas, los aromas que emanaban del local, no pasaron desapercibidos; y sus deliciosos bocados alegraban a una clientela que encontraba en la confitería mimo en el producto y cariño en la atención. Con el tiempo, su negocio fue adquiriendo fama corriendo la voz por toda la región. Desde distintos puntos del país surgían consumidores ávidos de degustar “los dulces de la viuda”. Tal vez no fueran conscientes, pero sin apenas proponérselo dieron nombre a nuestra emblemática marca “Delaviuda”.
En Delaviuda, la calidad de los ingredientes y la pasión por la confitería permanecen inalterables desde sus inicios. Los turrones, mazapanes y pasteles de la marca han sabido mantener el legado de María Rojas. Hoy, casi 100 años después, es posible seguir disfrutando de sus emblemáticas y famosas recetas, que contienen una propuesta diferente para los apasionados de estos dulces tan típicos de nuestra gastronomía:
- Figuritas de mazapán: un delicioso mazapán de calidad suprema, tierno, jugoso y con un sabor inconfundible.
- Marquesas: elaboradas con más de un 31% de almendra, de sabor tierno y esponjoso que hace imprescindible “querer repetir”.
- Pastel yema: mazapán relleno de yema confitada.
- Pasteles gloria: el mazapán relleno de batata que no puede faltar en las bandejas navideñas.
Delaviuda es la marca imprescindible que te acompaña todos los años a tu mesa de Navidad. Delaviuda es sinónimo de calidad, mimo, cuidado y pasión por la confitería de verdad.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.