En España existían a mediados de 2023 tan solo 67.164 personas acogidas a la jubilación activa,que permite compatibilizar el cobro de parte de la pensión y seguir trabajando, a tiempo parcial o completo, como asalariado o por cuenta propia; la inmensa mayoría, el 85%, eran autónomos. A finales de enero de 2024, la Seguridad Social contabilizaba 64.382 titulares de jubilación activa, según la información facilitada a 65YMÁS por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, que dirige Elma Saiz. Los más recientes datos oficiales reflejan así el casi absoluto desinterés o desconocimiento de los asalariados por esta fórmula de retiro, tal y como constataba el Informe Económico-Financiero a los Presupuestos de la Seguridad Social de 2023.
Cristina Estévez (@CrisEstevez_UGT), secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT (@UGT_Comunica) y participante en el debate especial de 65YMÁS sobre jubilación activa, demorada y parcial, se muestra favorable a la compatibilidad entre pensión y empleo, pero advierte de que "no es en absoluto una prioridad" de las negociaciones en materia de Seguridad Social.
"El gran pilar para sostener las pensiones es que hemos cambiado el foco desde los recortes hacia los ingresos, es decir, hemos generado un nuevo contexto, un nuevo paradigma en el mundo de las pensiones, que ya garantiza la sostenibilidad, aun cuando tenemos por delante retos como la jubilación del baby boom", asegura en su entrevista con 65YMÁS, donde pone en valor otras medidas adoptadas, como los incentivos al retraso voluntario de la jubilación, "que ya están teniendo efecto, como la subida de la edad efectiva, real, de jubilación, a 65,1 años".
Sobre la escasa utilización de la jubilación activa, Estévez es rotunda: "No funciona porque las empresas no creen en ella. Si no, ¿cómo se explica la expulsión del mercado laboral de los mayores de 52 o 55 años? Lo que es urgente, y desde UGT reclamamos, es que las empresas mantengan al trabajador al menos hasta la edad ordinaria de jubilación. Debemos parar el desperdicio del conocimiento senior".
"La compatibilidad plena, o que se pueda cobrar el 100% de la pensión, no es una prioridad en pensiones"
PREGUNTA.- ¿Compatibilizar al 100% la jubilación y el empleo es el próximo gran reto de la reforma de pensiones?
RESPUESTA.- En UGT estamos de acuerdo en la compatibilidad entre el cobro de una parte de la pensión y seguir trabajando, desde el momento en que se ha producido un sustancial cambio conceptual en la sociedad española sobre lo que supone el envejecimiento. Hoy en día, el envejecimiento es más activo que nunca y, por lo tanto, la ley debe poder facilitar la posibilidad, siempre de carácter voluntario, de seguir desarrollando una actividad profesional más allá de la edad ordinaria de jubilación. Sin embargo, la compatibilidad plena, o que se pueda cobrar el 100% de la pensión, no es, ni mucho menos, la prioridad de la negociación en pensiones. Para nada. Tenemos otros retos más urgentes.
P.- El Gobierno incentiva el retraso voluntario de la jubilación, y prevé ampliar la compatibilidad de pensión y trabajo, como vía para afianzar la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social. ¿Qué le parece?
R.- En este punto, quiero ser muy tajante: el hecho de que se avance o se favorezca una mayor compatibilidad de la pensión con un puesto de trabajo no es lo que va a sostener o lo necesario para el sostenimiento del sistema público de pensiones. Esto lo quiero dejar claro. Lo que sí funciona para sostener las pensiones son las medidas que ya hemos puesto en marcha en las dos últimas fases de la reforma de pensiones. Medidas que ya están demostrando su capacidad para generar ese sostén para el sistema público de Seguridad Social.
"Con la reforma hemos creado un paradigma que garantiza la sostenibilidad, incluso al jubilarse el baby boom"
P.- ¿Cuáles son esas medidas que refuerzan la salud del sistema de pensiones?
R.- Gobierno y agentes sociales hemos aprobado dos grandes pilares de medidas. En primer lugar, como apuntaba recientemente el secretario de Estado de Seguridad y Pensiones, Borja Suárez Corujo, medidas que están consiguiendo que la edad efectiva de jubilación suba (ha aumentado hasta los 65,1 años de media en 2023) y se vaya acercando cada vez más a la edad legal (66 años y medio en la actualidad, y 65 en ciertos casos), que, por otro lado, en España ya es similar a la del resto de países europeos. El segundo pilar de sostén de las pensiones es que, con la reforma ya en vigor, hemos cambiado el foco desde los recortes hacia los ingresos, es decir, hemos generado un nuevo contexto, un nuevo paradigma en el mundo de las pensiones, que ya garantiza la sostenibilidad, aun cuando tenemos por delante retos como el de la jubilación del baby boom.
P.- Para optar a la jubilación activa hay que tener cumplida la edad legal de jubilación, una base reguladora del 100% de la pensión, y esperar un año extra tras cumplir la edad ordinaria. ¿Cree que haría falta reformar este sistema, para hacerlo más atractivo?
R.- Probablemente, la ley necesitará ciertos retoques, pero aún es pronto para evaluar los resultados de las últimas medidas de reforma, donde se ha establecido, por ejemplo, ese requisito del año extra para acogerse a la modalidad de la jubilación activa. En la Mesa de Diálogo Social, Gobierno, sindicatos y empresas deberemos analizar la evolución de esta y otras medidas, así como los posibles cambios, si fueran necesarios.
"La jubilación activa puede necesitar retoques, pero no un nuevo tipo de contrato"
P.- Con la jubilación activa, los asalariados cobran el 50% de la pensión, y los autónomos el 100%, si tienen un trabajador. Algunos expertos sugieren eliminar requisitos y piden crear un nuevo tipo de contrato para el jubilado activo.
R.- La jubilación activa puede necesitar retoques, pero desde luego, para nada una nueva modalidad contractual, porque las voces que hablan de un nuevo modelo de contrato para hacerlo atractivo a las empresas, lo que están proponiendo es un contrato que precariza condiciones laborales, es decir, lo que están proponiendo para hacer atractivo ese modelo a las empresas es que no haya un despido, que no haya indemnización por despido, por ejemplo.
"Desde UGT reclamamos políticas activas de empleo específicas para los mayores de 55 años"
P.- ¿Por qué no está funcionando la jubilación activa?
R.- No está funcionando, en primer lugar, porque las empresas no creen en ella, porque si no, no se entiende esa expulsión del mercado laboral de los mayores de 52 o 55 años. Lo que es urgente, y desde UGT reclamamos, es que las empresas mantengan al trabajador al menos hasta la edad ordinaria de jubilación. Debemos parar el desperdicio del conocimiento senior, que se está despreciando, cuando existen muchos informes que constatan la resiliencia que han mostrado las empresas en periodos de crisis importantes gracias a los senior que tienen en sus plantillas. Por lo tanto, la pregunta de por qué los trabajadores no se acogen a la jubilación activa tiene una respuesta inmediata: porque en una inmensa mayoría de los casos, no pueden trabajar, y para poder acceder a la jubilación activa lo que hace falta es un trabajo. De hecho, nosotros reclamamos insistentemente, en el marco de las políticas activas de empleo, que haya una parte que esté dedicada específicamente a los colectivos de mayores de 55 años, que es ahí donde precisamente la reforma laboral no ha podido descender, porque están fuera del mercado de trabajo.
“Ojo a la compatibilidad: pensionistas más desfavorecidos pueden acabar pagando la pensión a los más favorecidos”
P.- La jubilación activa es muy minoritaria, y se acogen a ella sobre todo los hombres…
R.- En efecto, así es. Dentro del mundo del trabajo, existen actividades donde es imposible que los trabajadores lleguen ni siquiera a la edad legal de retiro, y eso sí es urgente que lo negociemos y desarrollemos. Por ejemplo, urge establecer unos coeficientes reductores de esa edad de jubilación. Además, las pensiones, el mundo de las pensiones, por mucho que se puedan hacer retoques, no corrigen desigualdades de la vida laboral. Y lo que tenemos contrastado es que aquellas profesiones con baja cualificación, con peores salarios, causan una peor esperanza de vida. Por lo tanto, la opción para una jubilación activa, tomando esos parámetros de referencia, va a ser siempre en profesiones más cualificadas, con mejores condiciones y con una esperanza de vida más larga, por lo que, si no prestamos atención a este aspecto, podemos ver cómo aquellos pensionistas más desfavorecidos (entiéndase el contexto del término desfavorecido), van a ser los que paguen las pensiones de aquellos más favorecidos. Son cuestiones de mucha enjundia, que es preciso abordar, pero hay que hacerlo de una manera pausada para tener en cuenta todas las implicaciones.
P.- El edadismo es asimismo una realidad en el entorno laboral...
R.- Visto lo visto, el gran enemigo de la jubilación activa es el edadismo Ese es el gran enemigo. Y dentro de ese edadismo está el intentar generar una confrontación artificial entre generaciones, alentada por aquellos que creen más en los recortes que en los ingresos, que están en contra de esta reforma. Pero, como hemos visto, no hay mejor lección que escuchar a la calle, a los trabajadores.
P.- ¿Qué diría a quienes, de vez en cuando, entonan el mantra de un supuesto enfrentamiento intergeneracional por las pensiones y el empleo sénior?
R.- La primera vez que se produjo una revisión de las pensiones con el IPC, cuando estas se revalorizaron el 8,5%, surgieron numerosas voces que alertaban de que se quitaba trabajo a los jóvenes. Yo quiero recordar algo muy importante: la reforma de pensiones previa a la actual, la que hizo el Partido Popular, se basó en los recortes, y no solo no generó empleo para los jóvenes, sino que las políticas activas de empleo que se pusieron en marcha fueron financiadas por la Unión Europea: un tercio del presupuesto disponible para políticas de garantía juvenil lo recibió España, pero solo llegó al 11% de los posibles beneficiarios. Por lo tanto, aquellos que auspician esa confrontación absolutamente artificial, son los mismos que jamás hicieron nada por las políticas activas de empleo de los jóvenes. Hay que desechar el edadismo. Eso sí que es un cáncer, no solamente para la jubilación activa, sino como concepto para la sociedad.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).