Futuro de las pensiones

"La liquidez total de los planes de pensiones es un error: el Gobierno debe revertirla en 2024"

Debate 65YMÁS con MAPFRE, Santander, CCOO y Unespa: 2004, año clave para los planes de empleo

Pepa Montero

Foto: 65YMÁS

Jueves 21 de diciembre de 2023

ACTUALIZADO : Jueves 15 de febrero de 2024 a las 14:30 H

15 minutos

Pepa Montero

Foto: 65YMÁS

Jueves 21 de diciembre de 2023

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 ESPECIAL FUTURO DE LAS PENSIONES 65YMÁS

 

Los fondos de pensiones, tanto individuales como de empleo, nacieron para fomentar el ahorro de cara a la jubilación, y por ello son productos ilíquidos, donde el dinero solo puede retirarse anticipadamente en circunstancias excepcionales. Esta iliquidez, los bajos salarios de los trabajadores y el tradicional desinterés de los españoles por el ahorro financiero, han provocado que los fondos de pensiones nunca hayan despegado de verdad. Y dos medidas recientes vienen a empeorar la situación: el hachazo fiscal del Gobierno a los planes individuales, al limitar las aportaciones a solo 1.500 euros anuales; y la liquidez total desde 2025, que permitirá extraer todo el dinero que haya cumplido 10 años de antigüedad.

Con estas premisas arranca el debate Planes de pensiones individuales y colectivos, presentado por Ana Bedia (@AnaBedia), directora de 65YMÁS. Un programa que se enmarca en el Especial sobre el Futuro de las Pensiones, elaborado por este diario, cuyo objetivo es desentrañar problemas y ofrecer soluciones para el poder adquisitivo de los pensionistas, además de analizar las propuestas de ahorro y previsión social complementaria, y todas aquellas medidas que apuntalen la sostenibilidad de la Seguridad Social.

Debate especial 65YMÁS sobre planes de pensiones

En este debate especial sobre Planes de pensiones han participado Jaime Sobrino García, director comercial en MAPFRE Inversión (@MAPFRE); José González, director de Pensiones y Previsión Colectiva en Santander Asset Management (@SantanderAM); Carlos Bravo (@carlosbravofdez​​​​​), secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO (@CCOO); y Carlos Esquivias, director del Área de Seguros Personales de UNESPA
(@UNESPA).

Tal como subraya en la apertura del debate la directora de 65YMÁS, Ana Bedia, 2024 será un año clave para la deprimida industria de fondos de pensiones, que sale de 2023 tocada por la pérdida acumulada de aportaciones, debido a los tres años de hachazo fiscal a los planes individuales, y que afronta 2024 con la vista puesta en los nuevos planes de pensiones de empleo, simplificados y sectoriales. Y todo ello, mirando de reojo a la gran amenaza que se cierne desde 2025, con la denominada liquidez total. 

"Más incentivos para planes individuales y pymes"

Jaime Sobrino García, director comercial en MAPFRE Inversión, pone de relieve que "los fondos de pensiones son el producto que nació precisamente para complementar las prestaciones públicas, y en teoría debería ser el idóneo y que mejor facilitase todo ese complemento de ahorro para la jubilación. En mi opinión, hay muchas cosas que se pueden hacer para impulsarlos; primero, desde el punto de vista educacional, hace falta formación, tanto a nivel individual como de las pequeñas y medianas empresas (pymes)". 

Sobrino (MAPFRE): "Hace falta formar, informar y más incentivos fiscales para impulsar el ahorro en planes"

 

Para el directivo de MAPFRE, son necesarias mejoras en las aportaciones permitidas, incentivos fiscales, de forma que se fomenten los fondos de pensiones, y todos los trabajadores puedan tener un capital ahorrado, que, llegado el momento de su jubilación, le permita complementar su pensión pública. En MAPFRE nos preocupan mucho las pymes, que son la inmensa mayoría del tejido empresarial en España, y necesitarían más ventajas fiscales para abrir o adherirse a un plan de pensiones".

A juicio de Sobrino, "incrementar las aportaciones anuales a los planes personales sería positivo para todo el sector, y desde luego para conseguir esa finalidad social que tienen los planes como vehículos de ahorro finalista. Por supuesto, teniendo en cuenta que la finalidad de los fondos de pensiones, tanto individuales como de empleo, es complementar la pensión pública, y en este sentido, cuanto más se permita que la persona destine, con independencia de que sea un sistema individual o uno de empleo, mejor va a ser para el sistema en su conjunto y para el bienestar del futuro jubilado".

El de los incentivos es un aspecto en el que coincide José González, director de Pensiones y Previsión Colectiva en Santander Asset Management: "Desde que ha habido la reducción de límites en los planes de pensiones individuales, desde 8.000 a 2.000 y a 1.500 euros de manera progresiva, en los últimos 3 años se han dejado de destinar a productos finalistas de ahorro para la jubilación 7.000 millones de euros", detalla.

González (Santander): "Los 7.000 millones que no se ahorran en planes, van al consumo y a cancelar deuda"

 

Por tanto, a su juicio, en España "estamos ante una tormenta perfecta: menores aportaciones a planes de pensiones y mayores prestaciones. Lo que estamos viendo es que esos 7.000 millones, que no se destinan a ahorro para la jubilación, se están dedicando a cancelar deuda y al consumo. Por lo tanto, tenemos un reto muy importante de formación y de concienciación acerca de la necesidad de impulsar el ahorro complementario".

Para González, es indiscutible que los tres pilares o sistemas de pensiones (el primer pilar o pensión pública; el segundo o de planes de empleo; y el tercero o individual) son complementarios e imprescindibles. "Son las tres patas de un taburete, si quitamos una, cojea. También es indiscutible que nos cuesta mucho ahorrar, es decir, ahorrar nos duele y gastar nos produce un cierto placer. Lo que tenemos que procurar es concienciar de que es absolutamente necesario ahorrar. Y que los tres pilares deberían ser vasos comunicantes, no se puede construir destruyendo, y eso es lo que se está haciendo ahora: destruir el tercer pilar sin tener un plan B. Es lo que ha pasado al eliminar incentivos a los planes individuales".

¿Planes de pensiones individuales vs de empleo?

Desde 2021, y para justificar el recorte del tope de aportaciones individuales, el Gobierno adujo que esa reducción de ventajas fiscales se dedicaría a impulsar los fondos de pensiones de empleo. Pero, ¿son de verdad incompatibles los fondos personales y los colectivos?

Carlos Esquivias Escobar, director del Área de Seguros Personales de Unespa, critica la reducción de incentivos fiscales a los planes personales: "Mientras no se desarrollen los nuevos planes de empleo, en particular los planes simplificados, a las personas que carecen de plan de empleo (y ya llevamos tres años en este impasse) se les ha reducido a 1.500 euros el tope de ahorro en su sistema individual. Y todavía puede pasar mucho tiempo hasta que logren contratar un plan de empleo, o incluso no tenerlo nunca. En Unespa somos partidarios de que se vuelvan a recuperar niveles de aportación que teníamos en 2021, es decir, 8.000 euros al año".

Esquivias (Unespa): "Somos partidarios de recuperar los 8.000 euros de aportación individual"

 

Para Esquivias, no debería haber ninguna colisión entre los incentivos individuales y colectivos, porque no se trata de desvestir a un santo para vestir a otro. Y, desde luego, lo que reclama son "medidas para que todos los años el trabajador reciba una comunicación personalizada en la cual la Seguridad Social le informe de la pensión que percibirá cuando se jubile. Esta sería una medida de educación financiera muy importante. Y también es fundamental empezar a ahorrar cuanto antes, para acumular cantidades suficientes. Hoy día, el volumen medio de derechos consolidados en planes de pensiones es de 20.000 euros (algo mayor en los de empleo y menor en los individuales). Bueno, pues 20.000 euros repartidos entre 20 años de media de vida en jubilación (de los 65 a los 85) nos darían 1.000 euros al año, que divididos entre 12 meses, resultan ser menos de 100 euros al mes. No parece que sea una suma suficiente".

Por su parte, Carlos Bravo, secretario confederal de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, defiende que la función social de los sistemas de pensiones complementarios "la cubren mejor los planes de pensiones, sobre todo los de empleo, que otros productos de inversión, como consecuencia de que son ilíquidos y, por tanto, se perciben solo en el momento de la jubilación. Esto justifica que tengan algún tipo de incentivo en su promoción. Pero hay que ver qué colectivos son los que más se benefician de esos incentivos".

Y siempre, desde la base de que, llegada la jubilación, "el principal soporte económico es el sistema público de pensiones. Necesitamos otros soportes a través de servicios públicos básicos (Sanidad y la atención a la dependencia) y desde luego, el tener una renta complementaria, que de ningún modo puede sustituir a la pensión pública, también ayuda a mejorar esas masas de ahorro ilíquido, para financiar la economía, y para que la persona tenga una renta disponible mayor cuando llegue a la jubilación", especifica.

Bravo (CCOO): "Tener una renta complementaria ayuda, pero de ningún modo puede sustituir a la pensión pública"

 

Según Bravo, la estadística de declaraciones fiscales muestra que los incentivos a los sistemas complementarios de pensiones tienen forma de pirámide invertida: "Por debajo de 30.000 euros de renta, muy pocas personas hacen aportaciones a ningún sistema complementario, al individual, por supuesto no, y al de empleo algo más, pero apenas (...) El plan de empleo tiene un potencial de generalización mayor, y por eso tiene sentido apostar por ese segundo pilar, para que lo tenga el conjunto de la población. Si nos fijamos solo en el tercer pilar, la aportación media no es mucho mayor de 1.500 euros anuales. Quienes más se benefician de los planes individuales son las rentas por encima de 60.000 y 100.000 euros". 

"Maduración lenta" de nuevos planes de empleo 

España lleva muchos años con el stock de planes de empleo larvado, y ahora se pretende relanzar un nuevo modelo, con la novedad de los planes simplificados y los de promoción pública. Hay que recordar que la reforma apunta a cuatro colectivos diana: el trabajo autónomo, la negociación colectiva sectorial, las administraciones públicas y la economía social (cooperativas, etc.) En el ámbito del trabajo autónomo, los expertos reunidos por 65YMÁS ven potencial, y en el caso de los planes sectoriales, observan algo de movimiento en la negociación colectiva. En cambio, tienen muchas dudas sobre los planes de promoción pública. 

Tal como puntualiza José González, hay que tener en cuenta que este nuevo esquema de fondos colectivos es "un sistema de maduración lenta, básicamente, porque hay un soporte fundamental que es la negociación colectiva, y lleva su tiempo. Pero además influyen otros factores, como el desconocimiento: 2 de cada 3 pymes no tienen ni idea de qué son los nuevos planes de empleo". En lo positivo, el director de Pensiones y Previsión Colectiva en Santander Asset Management recalca: "Es indudable que todo este debate sobre los nuevos planes genera interés, despierta conciencias y voluntades por hacer más cosas. Y es importante que pensemos en los trabajadores, sean pymes, autónomos o funcionarios; pensar en la salud financiera de estas personas cuando se jubilen".

"Dos de cada tres pymes no tienen ni idea de qué son los nuevos planes de empleo", afirma José González

Por su parte, en MAPFRE ya notan una cierta mejoría. "2023 ha sido un año de crecimiento en planes de pensiones de empleo, tanto en partícipes como en aportaciones. A lo mejor también es por la propuesta valor que estamos haciendo a las pequeñas y medianas empresas, hemos apostado mucho por los planes de empleo ligados al ciclo de vida, con una gestión según  las distintas edades del colectivo de trabajadores. Además, hemos creado un plan simplificado para autónomos que está siendo muy bien acogido", detalla Jaime Sobrino, director comercial en MAPFRE Inversión. Respecto al fondo de empleo de promoción pública como tal, considera que "el Gobierno debe practicar con el ejemplo, y que las Administraciones (central, autonómica, local) digan exactamente cuál es su apuesta en este sistema".

Asimismo, y sobre el fondo de promoción pública, Carlos Bravo, de CCOO, critica que "pretende ser un gran cajón, como si fuera un fondo soberano, pero donde el Estado no aporta nada, sino que viene de la negociación colectiva para que se aporte ahí. Y claro, si en la negociación colectiva se genera un plan de pensiones, quienes lo gobiernan son sus protagonistas, es decir, empresarios y trabajadores. Mientras tanto, en el fondo de promoción pública, el protagonismo lo tiene la Administración. Así las cosas, lo normal de la negociación colectiva es que el plan que se suscriba se integre en un fondo de empresa privado, o bien en el del sector correspondiente, donde la comisión de control la lideren quienes han negociado el convenio colectivo".

Bravo tiene claro que, para que los planes de empleo se desarrollen, "tiene que estar garantizado el poder adquisitivo y que, sobre los incrementos de productividad, una parte de ello, se dedique a nutrir el fondo de empresa. No se puede decir a los empleados: te pago un 0,5%, o un 1% menos en salario directo y lo ponemos en el plan de pensiones. No. Primero, hay que garantizar el poder adquisitivo".

Para Carlos Esquivias, la pieza clave de la reforma es la creación de los planes de empleo simplificados, y está de acuerdo en que el Gobierno debe eliminar en los Presupuestos Generales de 2024 la contradicción de fomentar los planes para el sector público, pero que luego las administraciones no puedan contribuir a dichos planes. "Esperamos que este nuevo Ejecutivo lo solvente y permita también que los funcionarios puedan beneficiarse de aportaciones realizadas por las administraciones públicas. En cuanto a las ventajas de los planes de empleo de promoción pública, serían unas comisiones máximas que son pequeñas, pero hay que decir que las comisiones que existen en el ámbito de los planes de empleo privados también son bajas, así que, en ese sentido, no sé si va a ser una ventaja lo suficientemente relevante como para impulsar el fondo de promoción pública".

Los expertos coinciden en suprimir la liquidez total

Desde el 1 de enero de 2025, los planes de pensiones que cumplan 10 años de antigüedad tendrán liquidez gratis y los partícipes podrán retirar el dinero. Esta liquidez total enciende las alarmas en la industria de la previsión social, que reclama limitar las extracciones de capital. Durante el debate de 65YMÁS, todos los participantes han coincidido en que se trata de un error, y confían en que 2024 sea el año en que el Gobierno lo corrija.

"Esperemos que el Gobierno adopte medidas en 2024 para corregir esa ventana de liquidez", dice Sobrino

Tal como advierte Jaime Sobrino, "el 1 de enero de 2025 está a la vuelta a la esquina. La experiencia que tenemos en las EPSV vascas, donde se permite esa liquidez, es que no se ejerce la retirada de fondos en cifras elevadas, pero también es cierto que en las EPSV los límites de aportación son más altos, y los derechos económicos también más elevados. En cambio, aquí, teniendo en cuenta que los derechos consolidados son de cuantías bajas y medias, sí existe un mayor riesgo de que se ejerza esa liquidez. Estamos hablando de miles de millones de euros; en torno al 50% de los derechos económicos existentes cumplirían el requisito de los 10 años de antigüedad, y podrían ser objeto de retiradas masivas. Esperemos que el Gobierno adopte medidas a lo largo de 2024, para poder corregir esta ventana de liquidez".

Del mismo modo, José González explica que la denominada liquidez total tiene varias implicaciones muy importantes, como el riesgo de retirada de dinero de los fondos, o el hecho de que puede afectar a la gestión del propio plan. Pero lo más importante, a su juicio, es que "se desnaturaliza un producto, un vehículo con una finalidad concreta, que es el ahorro para la jubilación. Estamos, de nuevo, no fomentando el ahorro, porque las experiencias de otros países nos dicen que se retiran las cantidades pequeñas, que van siempre a consumo o a deuda. Siempre. A cambiar la nevera, a cancelar una hipoteca, a hacer una obra. Entonces, como digo, desnaturalizamos el fin para el que se ha creado este vehículo, que es la prestación complementaria a la pensión de la Seguridad Social".

A su vez, Carlos Esquivias pone el ejemplo de Reino Unido, que desarrolló una ley que permitió hacer esto mismo y dio lugar a que mucha gente dispusiera del dinero de su jubilación para otros propósitos, "y se vio que eran precisamente las personas de rentas más bajas las que más uso hacían de esa liquidez, lo que a su vez perjudicaba su pensión futura, y más en Reino Unido, dado que la tasa de sustitución del sistema público es mucho menor que en España (...) En mi opinión, es una medida que, de no corregirse, contraviene la función para la que se creó este producto, y debería eliminarse, ya que todavía estamos a tiempo antes de 2025".

Para cerrar el debate, Carlos Bravo puntualiza que, para acogerse a la citada liquidez, "las condiciones del contrato del plan tienen que preverlo, y eso ocurre de manera bastante común en los sistemas de pensiones individuales, pero no hay ninguno de empleo que lo haya previsto. En ningún plan de empleo, donde hay 36.000 millones de euros, se especifica la posible liquidez a los 10 años (...) A mi juicio, esa ley de liquidez a partir de 2025 es algo que tendremos que retomar en esta legislatura, y espero que se corrija. Ojo, una parte es incorregible. A quien ha puesto dinero en sistemas individuales entre 2015 y ahora, con esa regla de liquidez, difícilmente veo que les puedan evitar que puedan sacar su dinero".

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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