Al aire libre

6 rutas para disfrutar del otoño en los bosques de Asturias

65ymás

Lunes 14 de octubre de 2019

8 minutos

Es el gran paraíso de robles, hayas, castaños y abedules

Hayedo de Montegrande (Asturias)
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Lunes 14 de octubre de 2019

8 minutos

La naturaleza asturiana es eminentemente boscosa, verde, de frondosidad casi sin límite en algunas zonas. Asturias representa la esencia del bosque atlántico por excelencia y es el gran paraíso de robles, hayas, castaños, abedules y otras especies arbóreas que hacen de esta tierra un paradigma de naturaleza salvaje y humanizada al mismo tiempo.

Los bosques asturianos sirven para casi todo: para perderte y olvidarte del mundanal ruido, para aproximarte a la madre tierra, para meditar, para forjar amistades y compartir momentos, para ponerte en forma caminando o corriendo, para cuidar tus pulmones porque ellos son un verdadero pulmón natural donde notarás que respiras mejor y que el aire es de excepcional pureza, para disfrutar con los cinco sentidos, para mostrar a tus hijos y nietos las bondades de la naturaleza y enseñarlos a cuidar de ella… En definitiva los bosques asturianos son un manantial de vida saludable, de ocio sostenible y de esperanza en el futuro del planeta tierra.

Aquí te proponemos un itinerario muy verde por seis bosques de Asturias, con ruta incluida en cada uno de ellos, recomendados por el blog de Turismo de Asturias:

1. Bosque de Moal, la puerta de Muniellos

Bosque de Moal

Cuando tu vista atisbe el bosque de Moal, te parecerá que estás a las puertas del mismísimo cielo, y que el cielo está pintado de verde y totalmente lleno de árboles… En realidad descubrirás que tu cielo en ese momento está justo al lado del mítico Bosque de Muniellos, Reserva de la Biosfera por más señas.

El bosque de Moal es ideal para caminar, y para conocer las impresionantes florestas del suroccidente asturiano. Además la ruta tiene la ventaja de que parte del coqueto y amigable pueblo cangués de Moal. Una vez que te adentres en el universo forestal, encontrarás corripas -construcciones de planta circular para almacenar los erizos del castaño- y también cortinos -construcciones también circulares para proteger las colmenas de los impulsos golosos del oso pardo-.

Caerás en la cuenta de que estás en un planeta atlántico, ancestral refugio del oso pardo, y donde también ha dejado su huella inteligente la mano del hombre. Un bosque y una ruta humanizada en la que caminarás a la orilla del río Muniellos, entre hayas, castaños y robles. Cuando alcances el mirador de Montecín, tu mirada tendrá el mayor regalo que jamás imaginó: Moal, el puerto del Connio y el bosque de Muniellos -el mayor robledal de Europa- en un barrido panorámico… ¡Sencillamente increíble!

2. Hayedo de Montegrande, preludio de una gran cascada

Hayedo de Montegrande

¿Te imaginas perderte por la belleza inconmensurable de Puerto Ventana? Pues es muy recomendable, especialmente si eres amante de la naturaleza y de sus muchos contrastes y sorpresas. Allá por las tierras teverganas, entre brañas y montañas, y en el entorno de este puerto que conecta Asturias con la Meseta, descubrirás el hayedo de Montegrande, impresionante conjunto de hayas y robles, relativamente fácil de caminar.

Muy pronto, al comenzar esta ruta verás alguna fuente, lo que te hará sentir que estás en una tierra donde la vegetación es tan poderosa por la presencia constante de arroyos y ríos.

Sin duda alguna el gran aliciente que te reserva esta caminata, además de la experiencia de pasear por el hayedo, donde encontrarás ejemplares arbóreos increíbles, es llegar a la cascada del Xiblu, impresionante porque sus tres saltos de agua suman 100 metros de altura, y en las épocas del año en las que se da el deshielo, la cascada resulta un espectáculo natural único y sorprendente.

Tras descansar y refrescarte en el entorno de la cascada, darás la vuelta por el mismo lugar, con la perfecta noción de que has estado en un sitio diferente… Hayedo y cascada son dos grandes atractivos de una ruta que harán que quieras volver al Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, que además es Reserva de la Biosfera.

3. Hayedos de Redes o el encanto de la vida pastoril

Hayedo de Redes

El Parque Natural de Redes esconde muchos tesoros que te están esperando y uno de ellos son sus hayedos. Para disfrutar de los bosques de esta Reserva de la Biosfera puedes hacer la ruta de los hayedos de Orlé.

Estás ante una preciosa travesía que discurre por el valle del río Orlé, donde predominan los hayedos y también las cabañas de pastores, que te invitan a un viaje al pasado de estas montañas. Una vez en ruta podrás disfrutar de lo lindo con las vistas de míticas cumbres como el Cantu l’Osu o el famoso Tiatordos, en un entorno de caminos tradicionales que antaño fueron vías de comunicación.

Empezarás tu caminata en la bella aldea de Pendones, y tras una ruta donde pasas por collados, vegas y majadas, y rodeas algunas peñas, acabas tu paseo en Orlé, donde podrás degustar el afamado Queso Casín, como merecido premio gastronómico a tanto esfuerzo.

Los hayedos de Redes invadirán tu retina de color, tu pituitaria gozará con los olores del bosque y tu paladar agradecerá los sabores pastoriles de siempre… ¡Una experiencia realmente encantadora!

4. Bosque de Pome, el mayor hayedo del macizo occidental de los Picos de Europa

Bosque de Pome

El Bosque de Pome es una de las manchas verdes más bellas de los Picos de Europa. El punto de partida para acceder a este bosque es el lago Enol, y la senda que conduce desde allí hasta el Mirador del Rey es muy cómoda.

Desde el propio mirador hay unas vistas espectaculares de los Picos del Macizo central, y de algunas majadas, lo que te hará sentir plenamente integrado en este bosque atlántico por excelencia donde podrás disfrutar en las zonas más bajas de distintas especies de robles, y a medida que asciendes y estás a más altitud van apareciendo los hayedos y abedules.

En esta zona confluyen los ríos Pomperi y Pelabarda, y esta presencia fluvial sobre terreno calizo da lugar a un denso bosque, que cobija abundantísima flora y también fauna tan característica como el lobo, corzo, jabalí…, y entre las aves algunas tan llamativas como el Pito negro. ¡Disfrutarás de lo lindo en un bosque de lo más animado en el corazón de una de las Reservas de la Biosfera de Asturias: Los Picos de Europa!

5. Hayedos de Somiedo, un paraíso para el senderismo

Hayedos de Somiedo

Somiedo fue el primer Parque Natural de Asturias, declarado hace ya casi dos décadas. Poco después, en el año 2000, obtuvo la distinción de Reserva de la Biosfera, y es que méritos no le faltan para ello a este privilegiado territorio de la Asturias más meridional, considerado una de las maravillas naturales de España.

Somiedo es uno de los santuarios del oso pardo, y te regalará paisajes únicos, ideales para la práctica del senderismo y para un relax total. Todo el año es perfecto para visitar Somiedo y disfrutar con sus rutas y sus bosques, pero éstos en otoño adquieren unas tonalidades y formas especiales.

Varios valles tiene Somiedo: El valle de Saliencia, el de Perlunes, el valle del río Somiedo, el del río Pigüeña o el Valle del Lago, y en todos hay abundante foresta, siendo las hayas una de las especies vegetales más abundantes y que mayor prestancia alcanza en el otoño.

Una de las rutas más guapas que puedes hacer es la del valle de Saliencia, cuya capital -del mismo nombre que el valle- está justo al lado del impresionante monte de la Bustariega, todo un espectáculo en las fechas otoñales, tanto por la grandiosidad de su hayedo como por las formaciones geológicas de la montaña. Descubrirás que los hayedos de Somiedo son un paraíso para el senderismo.

6. Bosques de Taramundi, el reino de los ingenios hidráulicos

Bosque de Taramundi

Otra de las Reservas de la Biosfera de Asturias que te reserva gratas sorpresas es la de Oscos-Eo. Entre las diversas rutas boscosas que puedes disfrutar en esta zona del occidente de Asturias, una de las más populares y guapas es la Ruta del Agua, en Taramundi.

En un cómodo recorrido circular de poco más de 13 kilómetros te aproximarás a un mundo en el que era imprescindible para la supervivencia humana el aprovechamiento hidráulico. Caminarás por frondosos bosques de castaños y robles, te encontrarás con preciosas cascadas como La Salgueira, y descubrirás aldeas como sacadas de un cuento, cuyo autor tuviera una gran imaginación etnográfica, tales como Os Teixois, Esquíos, Mazonovo o la mágica As Veigas. 

En Os Teixois tendrás en un recóndito lugar que te aparece como colgado de la ladera de una montaña un conjunto de mazo, molino, batán, rueda de afilar y pequeña central eléctrica; en Esquíos conocerás como eran los hogares rurales del occidente de Asturias varios siglos atrás hasta bien entrado el siglo XX; en Mazonovo observarás varios molinos funcionando a la vez en un entorno de ensueño, y en As Veigas, aldea en piedra rodeada de bosque, pensarás que el tiempo se ha detenido hace dos siglos... En trece kilómetros te parecerá que has recorrido siglos de historia de la Humanidad.

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