Miriam Gómez Sanz
Ocio
Una experiencia inmersiva única dota de movimiento obras de Monet, Gauguin y Kandinski
La exposición podrá visitarse en el Museo Nomad Inmersivo de Madrid hasta el 6 de enero
El Museo Nomad Inmersivo acoge la exposición multisensorial De Monet a Kandinski. Arte revolucionario, una propuesta donde los lienzos "cobran vida" gracias a proyecciones envolventes, música y narraciones que acompañan al visitante entre pinceladas, colores y emociones. Tras su paso por Berlín, la capital española se convierte en la segunda ciudad europea en acoger esta muestra, que podrá visitarse hasta el 6 de enero de 2026.
Organizada en ocho capítulos, la experiencia permite adentrarse en algunas de las obras más conocidas de Monet, Gauguin, Van Gogh, Munch, Juan Gris, Delaunay, Paul Klee y Kandinski, todos ellos figuras clave de las grandes corrientes modernistas: impresionismo, puntillismo, posimpresionismo, cubismo y expresionismo.
No fue un periodo cualquiera. Finales del siglo XIX y principios del XX trajeron la revolución industrial, el telégrafo, la radio o la electricidad. En ese contexto,"el arte moderno fue, en su origen, el primer destello del futuro tecnológico", recordó Almudena Velasco, responsable de comunicación del museo. Cada artista, explicó, aportó una mirada que "desafiaba las normas estéticas establecidas".
Las paredes se convierten en lienzos vivos
Durante 40 minutos, paredes y suelo se transforman en un escenario visual con pinceladas que van revelando la obra o le dan movimiento al trazo de la pintura, a un ritmo marcado por la música. Esto se ha conseguido gracias al trabajo de la productora Visión Multimedia Projects, que ha combinado proyecciones de alta resolución, animaciones y ambientación sonora.
Una voz femenina introduce la filosofía de cada pintor y otra masculina recupera sus palabras originales en diarios o cartas. En el caso de Van Gogh, Velasco explica que el equipo acudió a su correspondencia con su hermano para "combinar la espectacularidad visual con la vision íntima del artista".
Algo similar ocurre con Paul Klee y su obra Magia de los peces, que adquiere movimiento mientras se recuerda una de sus ideas más célebres: "El arte no reproduce lo visible, sino que lo hace visible", escrita en Confesión creativa (1920).
El recorrido culmina con Kandinski, pionero del arte abstracto, para quien color y forma tenían la misión de expresar lo más profundo del ser humano. "El color es la tecla, el ojo el martillo, el alma es el piano con muchas cuerdas", escribió el artista.
Una puerta hacia el arte, no un sustituto
En cualquier caso, Velasco ha asegurado que "una exposición inmersiva nunca puede sustituir a la obra original" ya que, como ha precisado, "es un camino más para despertar el interés por el arte". Y añade un deseo: "Si le muestras a un joven una pintura de hace más de un siglo con movimiento, la traduces a su lenguaje y, a lo mejor, irá a visitarla a un museo cuando tenga la oportunidad".
El museo también ha preparado contenidos especiales en estas fechas: Snowy. La magia de la Navidad, el que Velasco describe como "el primer cuento inmersivo de producción española", con horarios pensados especialmente para niños.


