Música

Nat King Cole, el artista de jazz que triunfó en nuestro país cantando en español

Carlos Losada

Foto: Wikimedia Commons

Martes 17 de marzo de 2020

6 minutos

Su aterciopelada voz y su inconfundible acento americano calaron entre el público hispanoparlante

Nat King Cole
Carlos Losada

Foto: Wikimedia Commons

Martes 17 de marzo de 2020

6 minutos

¿Cómo es posible que una leyenda del jazz que no tenía ni idea de hablar nuestro idioma se hiciera famosa en nuestro país cantando en español? Porque sí, Nat King Cole es especialmente recordado por las grabaciones que realizó de emblemáticos temas de raíces hispanas.

Su inconfundible voz y su marcado acento estadounidense nos han acompañado desde que en 1958 le propusieran cantar clásicos mexicanos, cubanos y venezolanos. El éxito de estas grabaciones fue total en los países hispanoparlantes, incluido España. Tanto es así que más allá de su inolvidable Unforgettable, pocas canciones interpretadas en inglés han sido más escuchadas en nuestro país que esas versiones en español que triunfaron de un modo que ni el propio Nat King Cole se hubiera imaginado.

Inicios en el jazz

Nathaniel Adams Coles nació el 17 de marzo de 1919 en Alabama (Estados Unidos) y desde la infancia ya estuvo ligado a la música, ya que su padre era diácono en una iglesia bautista y su madre se encargaba de tocar el órgano. Precisamente fue ella quien enseñó al pequeño Nat a tocar el piano.

Sin duda el muchacho tenía un don especial para ese instrumento y después de ver actuar a artistas como Louis Armstrong o Earl Hines, decidió comenzar su carrera musical como pianista de jazz. Fue entonces cuando pasó a llamarse Nat Cole y a formar su propia banda en Chicago. Su apodo de King (rey) se lo dieron en una de esas brillantes actuaciones.

Un nombre en los círculos de jazz

El virtuosismo de Nat King Cole aumentó su reputación en los círculos de jazz, donde le consideraban un pianista muy brillante. Eso sí, se trataba de un reconocimiento y una popularidad relativas, ya que eso no suponía llegar al gran público. Y es que Nat King Cole, que sería recordado para siempre por su fantástica voz y por ser uno de los grandes crooners, no creía que cantara bien y hasta llegaba a avergonzarse de ello.

El primer éxito que tuvo con Sweet Lorraine le hizo cambiar de idea. Eso y el contrato que firmó con Capitol Records, discográfica en la que terminó convirtiéndose en principal estrella y con la que grabó hasta 150 sencillos.

Hacia las baladas

Entre ellos tuvo grandes éxitos que le alzaron a ser uno de los cantantes más reconocidos y de mayor éxito en Estados Unidos. En el año 1950 llegó al número 1 de la lista de ventas con la balada Mona Lisa, cambiando de su estilo hacia sonidos más comerciales. Por supuesto, esto no fue del agrado de los amantes del jazz más puro, que le tildaron de traidor y le acusaron de venderse a lo comercial. Pero claro, los beneficios que conseguía con este tipo de canciones y la popularidad que le otorgaban eran mucho mayores que lo que el jazz le había reportado.

Y vaya si se convirtió en alguien conocido, ya que incluso llegó a tener un programa de radio propio, algo que nunca había ocurrido antes en alguien de origen afroamericano.

El problema del racismo

Como la mayoría de los artistas de raza negra que desarrollaron su carrera en Estados Unidos en esa época, tuvo que enfrentarse a los prejuicios y ataques raciales. Eso le llevó a convertirse en una figura más de la lucha contra las desigualdades y la segregación, presente especialmente en los estados del sur.

Algunos de los desagradables altercados que tuvo que afrontar fueron desde ataques físicos en un concierto en Alabama por parte de miembros de un Consejo de ciudadanos blancos, hasta la quema de una cruz enfrente de su casa en Los Ángeles que hizo el Ku Klux Klan.

Y cantó en español

La aventura en nuestro idioma llegó tras grabar en La Habana y en México los temas que conformarían su disco Cole Español, los cuales se hicieron muy populares en los países hispanoamericanos. Esto le hizo ser muy demandado en estos territorios, con múltiples seguidores que querían escuchar cómo entonaba las canciones que todo el mundo conocía. Eso mismo ocurrió en Venezuela, país en el que le pidieron que cantara un tema típico. Y de esa petición surgió una de sus interpretaciones más memorables: Ansiedad, canción que se aprendió de memoria ya que, como hemos apuntado, no tenía facilidad para los idiomas y no sabía hablar español.

De esa época son canciones como Cachito, Perfidia, Aquellos ojos verdes, Piel canela, Noche de ronda y Quizás, quizás, quizás; a las que volvió a otorgar una popularidad casi olvidada. De hecho, la propia Ansiedad se volvió un hit en España cuando apenas era conocida.

Nat King Cole estuvo cantando hasta el final de sus días, que llegaron antes de tiempo porque falleció en febrero de 1965, cuando aún no había cumplido los 46 años. La razón fue un tumor maligno en su pulmón izquierdo, consecuencia de su marcado tabaquismo. Cole había sido un fumador empedernido y ese vicio fue el que nos privó de seguir escuchando su aterciopelada voz. 

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Carlos Losada

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