Este es el pueblo más bonito de España para visitar en noviembre, según 'National Geographic'
Un pueblo con historia, naturaleza y mucho encanto
El otoño ha puesto el foco en un rincón de Extremadura que merece una escapada. Según la revista National Geographic, Hervás, un pequeño municipio de Cáceres, ha sido elegido como el pueblo más bonito para visitar en noviembre. Su historia, arquitectura tradicional y paisajes lo convierten en un destino irresistible para quienes buscan tranquilidad y belleza en pleno corazón del Valle del Ambroz.

Hervás cuenta con algo más de 3.900 habitantes y se encuentra rodeado de montañas, bosques de castaños y el cauce del río Ambroz, que le da nombre al valle. Su ubicación, entre las sierras de Béjar y Gredos, regala un entorno natural de postal. Además, el municipio forma parte de la red de los Pueblos más Bonitos de España.
Su historia
El casco antiguo de Hervás es un laberinto de calles estrechas, balcones de madera y fachadas encaladas que conservan el espíritu medieval de la villa. En la parte más alta del pueblo se alza la iglesia de Santa María de Aguas Vivas, construida entre los siglos XII y XIII sobre una antigua fortaleza templaria. Desde su mirador se disfrutan algunas de las mejores vistas del valle, especialmente al atardecer.
Pero si hay un lugar que define la identidad de Hervás, ese es su judería. Considerada una de las mejor conservadas de España, este barrio fué declarado Conjunto Histórico Artístico en 1969 y conserva la estructura original del siglo XV, cuando unas 45 familias hebreas vivían ahí antes de la expulsión de 1492. Sus callejones angostos, algunos de apenas medio metro, sus nombres antiguos y los símbolos hebreos grabados en las paredes recuerdan una convivencia de culturas que marcó la historia de Extremadura.

Cada año, Hervás rinde homenaje a su pasado sefardí con el Festival Los Conversos, una cita clave que se celebra a comienzos del verano y que sitúa en el centro la herencia judía del municipio. Durante varios días, las calles se llenan de representaciones teatrales, conciertos, exposiciones y degustaciones que permiten revivir esa memoria colectiva y recuperar episodios olvidados de su historia.
El barrio judío, integrado hoy en la Red de Juderías de España, constituye un testimonio arquitectónico único de aquella convivencia entre culturas. Sus callejones recuerda ese legado compartido, especialmente en la Calle de la Amistad Judeo Cristiana, donde aún pueden verse viviendas construidas en piedra, madera y adobe que muestran el paso del tiempo y la fusión de estilos. Entre los rincones más representativos destaca la Casa de la Cofradía, que en su origen fue una cooperativa de vino judía y que, tras la expulsión, pasó a convertirse en la Cofradía de San Gervasio.
Qué más ver en Hervás
Además de recorrer su barrio judío, Hervás invita a disfrutar de la naturaleza que lo rodea. Muy cerca del centro, el río Ambroz y el puente de la Fuente Chiquita ofrecen uno de los rincones más pintorescos para pasear o descansar junto al agua. También merece la pena acercarse a la cascada de La Chorrera o al Castañar Gallego, un bosque de árboles centenarios que en otoño luce un manto dorado. La antigua Vía de la Plata, reconvertida hoy en senda verde, permite recorrer el valle a pie o en bicicleta entre paisajes de montaña, robledales y prados.

Los amantes de la cultura pueden visitar el Museo Pérez Comendador-Leroux, que alberga esculturas y pinturas de este artista local y de su esposa, la pintora francesa Magdalena Leroux. También hay pequeños talleres de artesanía y carpintería que mantienen viva la tradición maderera de la zona.
La gastronomía es otro de los grandes atractivos de Hervás. En los restaurantes del pueblo abundan los productos de la dehesa y las recetas típicas de temporada: carnes de caza, setas, migas extremeñas y postres elaborados con higos o castañas. Durante noviembre, muchos locales celebran jornadas gastronómicas que invitan a saborear el otoño, en un ambiente acogedor y familiar.
En Hervás, cada rincón cuenta una historia y cada paseo invita a detener el tiempo. Por eso, no sorprende que National Geographic lo haya incluido entre los lugares imprescindibles para visitar este otoño. Un destino perfecto para desconectar, disfrutar del paisaje y descubrir el encanto más auténtico de Extremadura.


