Victoria Herrero
Viajes
Omán, el enclave mágico de Oriente Medio que sorprende a quien lo visita
Pese a que el 80% de su extensión es puro desierto, el país guarda rincones mágicos y espectaculares
A muchos no les sonará el nombre de este país junto al Golfo de Omán y el Mar Arábigo. Para quienes no lo sepan, la historia del navegante Simbad el Marino discurre por las aguas de sus costas. Una tierra cuyo paisaje está formado por preciosas playas, aldeas con siglos de historia, montañas, valles y cañones donde solo se oye el movimiento de la arena en los días de viento y la llamada a la oración desde majestuosas mezquitas. Bienvenidos a Omán, la joya descubierta en pleno Oriente Medio.
Pese a que la práctica totalidad de su extensión, un 80%, no es más que desierto, este país ubicado en la Península Arábiga guarda secretos que merece la pena descubrir si estáis dispuestos a vivir algo diferente.
Una inmensidad de arena que contrasta con una moderna y cosmopolita capital, Mascate. No busques enormes moles de hormigón como podrías contemplar en ciudades como Doha o Dubai. Aquí no se puede construir nada que mida más de 100 metros (que tampoco está mal). No por una cuestión de gusto arquitectónico, sino por mandato del sultán del país.
Lo que si tiene altura son los cinco minaretes de la preciosa e impresionante Gran Mezquita del Sultán Qaboos, la principal del país. Más de 300.000 toneladas de arenisca india se emplearon para levantar este edificio sagrado con cabida para 20.000 fieles. Pero eso no es lo más espectacular del lugar, sino su impresionante lámpara de araña de cristal Swarovski suspendida de la cúpula central.
Una opulencia de la que también se hace gala con la alfombra de la sala principal fabricada en Irán. Un ejemplar único tejido por 600 mujeres que le han dado forma con 28 colores.
Los tesoros que se esconden en plena naturaleza
Si todavía sigues impresionado a la salida de este espacio sagrado, te contamos que aún queda otra mágica sorpresa que descubrir en este recóndito país y que es uno de los imprescindibles para turistas y vecinos. Hablamos del Wadi Shab un precioso valle horadado por un río. Tras recorrer un camino a pie, cerca de la localidad de Tiwi, disfrutaremos entre desfiladeros de estas preciosas piscinas naturales de agua dulce.
Te sentirás como en otro mundo donde se ha detenido el tiempo. Un tiempo que también parece que no ha pasado en otro de los rincones más especiales de este país: la zona de Jebel Akhdar. Salpicando estas montañas se encuentran aldeas con más de 400 años de historia donde todavía se observan edificaciones de la época entre cultivos de granadas, olivos o albaricoques.
No encontramos mejor postal para despedirnos de este precioso país.