Viajes
Sania Jelic, la jubilada que recorre el mundo en solitario: "La actitud lo es todo"
Con sus viajes quiere romper con muchos de los estereotipos que hay sobre el envejecimiento
Sania Jelic es una jubilada de 67 años que acaba de terminar uno de sus viajes en solitario más importantes, y es que durante seis meses ha recorrido diversos países de América Latina, demostrando que la edad no es ningún impedimento para viajar.
Durante su viaje por diez países, entre los que se encuentran Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Costa Rica, ha contado sus aventuras a través de sus redes sociales, donde ha ido acumulando más de 86 mil seguidores conforme su viaje progresaba, inspirados por el espíritu de esta aventurera y su decisión a romper con muchos de los estereotipos que hay sobre el envejecimiento.
En todo este tiempo, no han faltado consejos para viajar, curiosidades gastronómicas, historias humanas e iniciativas de mujeres en sus publicaciones.
Sania ha conocido tribus indígenas, ha navegado en un río glaciar, ha volado en parapente, ha cabalgado por el desierto, ha nadado entre tiburones... En sus viajes ha encontrado "paz, harmonía y tranquilidad", ha conocido nuevas culturas y experiencias inolvidables.
Y aunque esta aventura llegaba a su fin el pasado mes de mayo, esta jubilada española de origen croata no tiene pensado parar ahí y ya está planeando un nuevo viaje, esta vez a África, el cual está previsto que comience en otoño, según revelaba.
En sus 67 años "he viajado bastante, y pensaba que lo tenía más o menos claro, pero la preparación para este viaje ha sido otra cosa", escribía en sus redes. "Me quedo sobre todo con las historias humanas que me he encontrado por el camino, paisajes que no caben en el alma, pero sobre todo con las personas y sus vidas y la fuerza que tienen para poder sobrevivir. Me ha impresionado mucho todo lo que he visto", añadía.
Aunque viajar en solitario es algo que no todo el mundo se atreve a hacer, Sania explica que tener miedo a viajar sola "es normal", sobre todo cuando se trata de un viaje tan largo, de varios meses, y en países tan diferentes donde no se conoce bien el idioma. Sin embargo, señala que lo que hay que hacer es "aceptar" ese miedo "e intentar entender a qué exactamente se tiene miedo".
"Es probable que la mayoría de esos miedos se pueden apaciguar y eliminar con la preparación logística. Por ejemplo, si una tiene miedo a perderse y no saber dónde está, se puede descargar de antemano el mapa de la zona de Google Maps y así poder acceder a mapas offline en todo momento, independiente de la cobertura. Una dosis de miedo está bien, porque nos mantiene alerta y ayuda a afinar la intuición a la hora de tomar decisiones y movernos en entornos desconocidos", explicaba. Pero hay que aceptar también que "no siempre se tendrá a mano lo que a una le vendría bien o incluso sería necesario. Hay que flexibilizar la mente y estar preparada a improvisar".
Viajar en solitario tampoco significa que vayamos a estar solos en todo momento, solo "cuando quiera, porque hay infinidad de oportunidades de relacionarse con otras personas" y "cada encuentro aporta algo". "Lo habitual es volver con más amigos de los que se tiene al salir de viaje", aseguraba.
En su caso, comentaba que las mujeres que conoció en su viaje "me enseñaron mucho". "Son fuertes, con ganas de sobrevivir y prosperar. Qué grandes todas ellas. Ha sido un privilegio conocerlas".
Proyecto 'Silver Traveler'
Con todo, Sania está agradecida de sentirse "físicamente bien", "en buena compañía" y "en paz conmigo misma y el Universo". Asegura que con el paso del tiempo, "más claro veo las prioridades y tengo menos paciencia para tonterías. Reconozco que el tiempo es finito y quiero saborear cada momento".
No solo seguirá con sus aventuras, visitando nuevos lugares, también tiene intención de "seguir dando visibilidad a personas de mi edad, sobre todo a mujeres, que al pasar los 65 nos volvemos totalmente invisibles".
En este sentido, este mes de septiembre presentaba su proyecto Silver Traveler, con el que busca "dar visibilidad a mi generación y mostrar que la edad es solo un número y que la actitud lo es todo".
"Cuando me jubilé me encontré en un vacío. Y me di cuenta del estigma hacia la población mayor", explicaba. Con este proyecto, anima a todo el que quiera a compartir, al igual que hace ella, cómo hacen para mantenerse activos. "Es bueno aceptar la edad y dar la bienvenida a esta etapa de la vida con una sonrisa", añadía.
