

De ancianos venerables a viejos despreciables
Carmen de GradoJueves 10 de julio de 2025
2 minutos

Jueves 10 de julio de 2025
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Algunos hitos en la historia, como este que está en el libro de Daniel, versión griega, cuestionan y condenan figuras intocables por estar cerca de los orígenes y la eternidad, tradicionalmente asociadas a la virtud. Se empieza a afirmar entonces que los ancianos no son necesariamente sabios por acumular años.
Los habitantes de Judea son llevados por Nabucodonosor a Babilonia en cautiverio. Ocurre por el 586 a. C.. Entonces se producen grandes transformaciones.

Susana y los viejos. Tintoretto, 1560-65, óleo sobre lienzo 147 x 194 cm. Museo de Historia del Arte, Viena, Austria.
En la obra que vemos está Susana observada por ancianos jueces que la acosaron sexualmente. Al encontrarse, tuvieron que comunicarse mutuamente su deseo de poseerla. Le dijeron: "Entrégate o daremos testimonio de que estabas con un joven". Ella no accedió, de ahí la historia de la Casta Susana que ha dado lugar a muchas obras del cine, teatro y arte en general. Fue acusada y condenada a muerte. Todo el pueblo creyente en la inocencia de la joven estaba reunido y al grito de Daniel de que ella era inocente se acordó en revisar la sentencia. Se preguntó a cada viejo, separándolos, bajo qué árbol ella cometió adulterio. Cada uno de los hombres mencionó un árbol distinto poniendo al descubierto sus mentiras. El pueblo todo en asamblea condenó a los ancianos jueces quienes recibieron la pena que pedían para Susana, la pena de muerte.
Hoy, si bien la 'ancianidad' sigue en el imaginario colectivo asociada a la 'sabiduría', sabemos también que la experiencia de vida sirve si reflexionamos sobre ella. Focalizar no solo en el pasado y los orígenes, sino en el presente y el futuro, es un desafío que nos hace más humildes y, tal vez, más felices.