Domingo 28 de septiembre de 2025
2 minutos
Seguir trabajando a los 80 años es una opción que puede resultar muy gratificante, siempre que la salud acompañe. A esa edad, trabajar tiene sentido si se participa en un proyecto empresarial que ilusione y se comparte con personas que, por su nivel profesional y su calidad humana, te motiven y te hagan sentir útil. Y ello, en buena medida, se consigue escuchándolos, detectando su estado de ánimo y tendiendo una mano en lo que necesiten.
Eso deberían tenerlo en cuenta quienes, a una edad avanzada, todavía se sienten con fuerzas para seguir aportando sus conocimientos y experiencia. Compaginar el trabajo con las aficiones –lo que se llama jubilación activa– es una excelente alternativa para los mayores, aunque ello suponga tener que soportar la injusticia de que se nos reduzca la pensión al 50%. Y es que hoy lo que prima es legislar para no trabajar, antes que incentivar a quien si quiere hacerlo.
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