Cartas a la directora

Lo que no se debe hacer para no bloquear la reforma de las pensiones 2021

Fernando Marín

Lunes 12 de abril de 2021

ACTUALIZADO : Lunes 12 de abril de 2021 a las 9:53 H

7 minutos

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Fernando Marín

Lunes 12 de abril de 2021

7 minutos

Cartas al director (cintillo)

 

Recientemente, el líder de CCOO, Una Sordo, durante una intervención en el Colegio General de Economistas, ha defendido que no se incluya penalizar más la jubilación anticipada voluntaria en la reforma de las pensiones. En su argumentación ha destacado que la situación de crisis que estamos viviendo afectará especialmente a sectores como el turismo y la banca. Personalmente, pienso que no se puede hablar, como si de una misma cosa se tratara, de la precariedad laboral que siempre han sufrido los sectores profesionales más desfavorecidos por las sucesivas situaciones de crisis, como pueden ser los trabajadores de los pequeños comercios y de la hostelería, para defender las prejubilaciones que se llevan a cabo en las grandes empresas, como de la banca, donde los sindicatos tienen una importante presencia y donde sus trabajadores pueden acceder de manera voluntaria a prejubilaciones con indemnizaciones y primas desorbitadas, manteniendo las cotizaciones alcanzadas en el momento climax de su carrera profesional (con las que luego se calcularan sus esplendidas pensiones) y cobrando sin trabajar durante 10 o más años la mitad del esplendido sueldo que tenían hasta la llegada de la jubilación anticipada voluntaria (en la cadena SER podemos escuchar un podcast muy interesante sobre este asunto elaborado por periodistas de la talla de Javier Ruiz Pérez y Carles Francino titulado ¿Cómo pagan los bancos las prejubilaciones?). A su vez, Unai Sordo en estas declaraciones ha vuelto a establecer una línea roja y avisa de que bloqueará las negociaciones que se están llevando a cabo para aprobar la reforma de las pensiones si se plantea un aumento en el periodo de cálculo.

El periodo de años cotizados con el que se calcula la base reguladora de las pensiones es actualmente el de los últimos 23 años de vida laboral, indiferentemente de si has estado trabajando durante los últimos años a salto de mata con contratos precarios alternados con largos periodos de desempleo o si has estado trabajando en la banca llegando a la jubilación con las máximas cotizaciones alcanzadas gracias a sus asombrosas prejubilaciones.

Unai Sordo sabe de sobra que la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de sectores como el comercio y la hostelería, o de pequeños talleres y oficinas, trabajan con contratos precarios, temporales, mal pagados o a tiempo parcial y que cuando pierden su trabajo se quedan con lo puesto. Además sabe de sobra que estas personas no pueden acceder a la jubilación anticipada involuntaria porque incomprensiblemente esta modalidad solo permite su acceso a aquellos trabajadores que provienen de contratos indefinidos y que excluye a los que provienen de contratos temporales, obligando a estos últimos a estar en el desempleo durante los últimos años de su vida laboral subsistiendo de ayudas. El hecho de permanecer en el desempleo durante los últimos años de vida laboral sin poder acceder a la jubilación anticipada involuntaria tiene un doble castigo para estos trabajadores y trabajadoras, ya que hace que la base reguladora con la que se calculará sus pensiones quede mermada año tras año hasta el punto de llegar a ser tan irrisoria que no les merece la pena jubilarse de manera voluntaria al no alcanzar ni siquiera la pensión mínima después de que se apliquen las penalizaciones pertinentes a la irrisoria base reguladora obtenida. Para estos trabajadores y trabajadoras, la mayoría con largas carreras de cotización debido a que tuvieron que empezar a trabajar tempranamente, es indignante que el periodo de calculo de las pensiones se deba realizar obligatoriamente con los últimos años de vida laboral porque los agentes sociales que diseñan las leyes, léase sindicatos y demás, los consideran los más beneficiosos para el trabajador, lo cual quiere decir que ellos no son trabajadores porque sus últimos años de vida laboral no son los más beneficiosos, sino todo lo contrario, y porque para ellos los últimos años de vida laboral han sido una pesadilla continua y un desgaste irreparable físico y emocional.

La elección del tramo de 25 años para el periodo de calculo sería una salvación para estos sectores profesionales desfavorecidos, además de que se les permitiera acceder a la modalidad de la jubilación involuntaria si acumulan los años cotizados suficientes, pero esta circunstancia ni siquiera la menciona Unai Sordo, él simplemente se limita a establecer una línea roja en el periodo de calculo sin plantear ninguna solución a cambio por la sencilla razón de que tal como están las cosas ya están bien para los sectores profesionales más beneficiados, que curiosamente son los mejor organizados y sindicados.

El ministro Escrivá, al menos, ha tenido la honradez de reconocer recientemente en la cadena SER la existencia de un nuevo entorno laboral en el que un 30% aproximadamente de los trabajadores no presentan sus mejores años de cotización en el tramo final de su carrera laboral, por lo que el sistema actual "no funciona" para ellos. La solución que en su día planteó el ministro Escrivá, y que luego tuvo que retirar debido a la presión de sindicatos y de Unidas Podemos, fue que como periodo de cálculo se tomaran los últimos 35 años de vida laboral para que de esta manera existan más posibilidades de que todas las carreras profesionales incluyan sus mejores años cotizados. Tanto sindicatos como Unidas Podemos saben de sobra que los sectores profesionales privilegiados a los que no afectan las crisis tendrían asegurado incluir sus mejores años cotizados en el periodo de cálculo en cualquiera que sea la opción elegida, pero ya han dejado bien claro que se trata de una línea roja que ni siquiera debe plantearse.

El hecho de que Escrivá quiera aumentar las penalizaciones a la jubilación anticipada voluntaria podría ser el menor de los males para los sectores profesionales más perjudicados por las sucesivas crisis si al menos pudieran contar en el periodo de cálculo con sus mejores años cotizados, ya que de esta manera al menos tendrían una base reguladora digna sobre la que aplicar los dichosos coeficientes reguladores y tal vez podrían jubilarse anticipadamente.

Un saludo a todos pensionistas actuales y futuros, y gracias a 65Ymás por ayudar a que todos estemos mejor informados en un asunto tan delicado como es la reforma de las pensiones.


Fernando Marín

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