
Jueves 12 de noviembre de 2020
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Y después de tanta presión mediática y social, la señora ministra cedió: el IVA de las mascarillas bajó del 21 al 4 por ciento. Dice la señora ministra que la Comisión Europea lo autorizó y ella, solícita, cambió su criterio. Dicen, en cambio, las malas lenguas periodísticas que la Comisión ya había autorizado esa rebaja, incluso el IVA cero en el mes de abril, pero yo no soy un juez para dictaminar quién dice más o menos verdad. Lo que sí digo es lo siguiente: que las mascarillas son fundamentales para impedir los contagios. Los contagios son, a su vez, el gran problema de todo el mundo. Después de un contagio viene un hospital y muchas veces, demasiadas veces, la muerte: según el último parte de Sanidad, 349 en un día. La coherencia sería que una prenda tan imprescindible no tuviese que pagar ningún IVA, porque es una necesidad de salud pública. Pero en este país hasta la coherencia llega tarde: según La Razón, por ese IVA del 21 por ciento hemos pagado casi 1.200 millones de euros de más. Y tampoco parecen haber resuelto la salud financiera del Estado español.