
Miércoles 11 de noviembre de 2020
2 minutos

Cuando se produzca masivamente la vacuna, comenzarán otros problemas nada menores. El primero será la logística: cómo se transporta, si se requieren medios capaces de conservarla a 80 grados bajo cero. El segundo, cómo se dispensa al mismo tiempo en todas las comunidades, para no crear agravios. Y el tercero, las prioridades. Está claro que los primeros deben ser los sanitarios. A partir de ahí, las dudas: ¿las personas mayores? ¿Toda la población de riesgo, independientemente de su edad? Se me reprochará que me estoy adelantando a los acontecimientos, y es cierto; pero cuanto antes se sepa quiénes son los prioritarios, se evitarán conflictos de futuro. Desde 65Ymás solicitamos, naturalmente, que se empiece por los mayores. Y no es un capricho ni lisonja a los seniors de un periódico que quiere ser su portavoz. Es por los datos: los mayores ya pagaron un altísimo precio de vidas en la primera oleada. Y la siguen pagando en la segunda, porque la mortalidad aumenta cada día entre quienes superan los 80 años. Y no sea que asistamos a lo ya conocido: que alguien piense que no vale la pena un gasto tan alto en gente tan mayor. Eso no se podría tolerar.