José Manuel Ribera Casado
Opinión

Geriatría y medicina paliativa: puntos de encuentro

Dr. José Manuel Ribera Casado

Foto: Big Stock

Lunes 27 de octubre de 2025

3 minutos

Geriatría y medicina paliativa: puntos de encuentro

Foto: Big Stock

Lunes 27 de octubre de 2025

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Cuestiones como primar la calidad sobre la cantidad, el tema de los cuidados, el trabajo interdisciplinar, la necesidad de una aproximación holística al paciente, la lucha contra la discriminación por edad y el respeto a los principios de la bioética son muchos de los puntos de coincidencia entre la medicina paliativa y la geriatría.

Un trabajo elaborado por gerontólogos en 2021 también pone de manifiesto que la geriatría y la medicina paliativa tienen unas fronteras poco claras en muchos aspectos, aunque la comunicación que hay entre especialistas de ambos campos es fluida, y que existe ambigüedad a la hora de establecer el itinerario sanitario final del anciano muy enfermo”

La historia avala esta proximidad. Los orígenes remotos de la geriatría, previos a la introducción del propio término en 1909 y al desarrollo doctrinal de la especialidad, hay que buscarlos, dentro del mundo occidental, en el papel de determinadas órdenes religiosas. “Lo que solemos denominar asilos fueron instituciones focalizadas desde una óptica social, pero también sanitaria, en sujetos desvalidos de los que nadie se ocupaba. En su mayoría ancianos, solos, limitados y sin recursos. Una de las misiones asumidas por estos centros fue la de facilitar lo que se conocía como una ‘buena muerte’, fin último para el que nació la medicina paliativa.

Otra coincidencia importante es la que se desprende del hecho de que las dos especialidades y sus correspondientes sociedades científicas ponen el énfasis, sobre todo, en la llamada “filosofía del cuidado. Valoran más en estos pacientes la calidad de vida que su cantidad, así como ejercer su trabajo dentro de equipos interdisciplinares.

Por otro lado, el desarrollo demográfico del último siglo puede ser considerado como otro elemento histórico común favorecedor del desarrollo en ambos casos. En España, en 2025, el 19,7% de la población tiene más de 65 años (en 1985 era el 7%). Las personas centenarias se aproximan a los 20.000, mientras que en el año 2000 no alcanzaba los 3.000. La esperanza de vida al nacer es hoy de 86 años para las mujeres y 82 para los hombres. Apenas era de 35-36 años al inicio del siglo XX. A los 65 años nos queda una esperanza de vida media que supone entre un tercio y un cuarto del total.

La tendencia para las próximas décadas camina hacia un aumento en la esperanza de vida a cualquier edad que se tome como referencia, con el consiguiente aumento en términos absolutos y relativos de población anciana. La geriatría centra su actividad en la persona de edad avanzada, mientras que la medicina paliativa lo hace en el paciente terminal, pero debemos tomar en consideración que cuatro de cada cinco fallecidos tienen más de 65 años y que entre la población atendida en esas unidades, más del 80% supera los 65 años.

Los pacientes suelen tener en ambos casos edades avanzadas, con una patología compleja y de valoración difícil. Y he de añadir que, a falta de una titulación oficial en Medicina Paliativa, muchos geriatras ejercen en ese medio. Adicionalmente, hospital, residencia y domicilio comparten el marco asistencial.

Entre los requisitos compartidos de actuación también fueron destacados el esfuerzo por una evaluación precoz y detallada de los síntomas, la utilización de escalas y protocolos de valoración funcional comunes en muchos casos, el enfoque intensivo sobre aquellos aspectos con mejor posibilidad de intervención eficaz, la sensibilidad para detectar posibles episodios intercurrentes, así como la capacidad eficiente para buscar recursos personales e institucionales para el apoyo familiar.

Geriatras y paliativistas disponemos del privilegio y la autoridad para asistir a los pacientes y a sus familias al final de la vida. Conocer los criterios de ingreso en una unidad de cuidados paliativos o en un servicio hospitalario de geriatría resulta muy importante para tomar decisiones tan difíciles como la de calificar a un paciente de terminal.

*Extracto del discurso del Prof. José Manuel Ribera Casado, académico de número de Geriatría y Gerontología de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), con motivo de su última sesión científica celebrada en la Academia.

Sobre el autor:

José Manuel Ribera Casado

Dr. José Manuel Ribera Casado

El doctor José Manuel Ribera Casado está considerado padre de la geriatría moderna en España y primer catedrático de Geriatría de nuestro país en 1999. Es geriatra y académico de número de Geriatría y Gerontología de la Real Academia Nacional de Medicina de España con más de 40 años de experiencia. Fue encargado de poner el marcha en 1984 el primer servicio español de Geriatría en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que dirigió hasta su jubilación. Ahora sigue dando conferencias y escribiendo artículos y libros como 'A su edad, ¿qué querrá?'.

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