Paca Tricio
Opinión

Los mayores no somos el problema

Lunes 4 de marzo de 2019

4 minutos

En ocasiones parece que a nuestros gobernantes, políticos y economistas se les olvida que nosotras, las personas mayores, somos la generación que ayudó a traer y hacer crecer la Democracia.

Parece que se les olvida del todo y es en ese instante cuando nos convierten a las personas mayores, no en lo que somos: un activo para la sociedad por nuestra experiencia, si no en un estorbo con el pretexto de que “consumimos muchas pensiones”.

Si me lo permitís, estoy bastante indignada. La semana pasada hemos vuelto a escuchar y leer en la prensa, en boca de políticos y economistas, algo que es inaudito que pueda decirse con la frivolidad con la que se han escrito dichos titulares, los que venían a decir ¿Sabían ustedes que los jóvenes cobran 200 euros menos que los pensionistas?

“Los jubilados tienen pensiones más altas que el sueldo que perciben los jóvenes en su primer trabajo”. “Los recién jubilados cobran 175 euros más que los jóvenes que acceden a su primer contrato”…

Y yo les pregunto a estos políticos y economistas: ¿Quién tiene la culpa de esto?, ¿las personas mayores? No. Rotundamente no.

Esa culpa que nos achacan a las personas mayores, pensionistas o jubiladas recae en una reforma: la reforma laboral.

En la calle, no solo se está reivindicando la subida de las pensiones más bajas, sino que también que se atienda y con urgencia la precariedad de nuestros jóvenes, para que cuando llegue el momento, puedan acceder a unas pensiones dignas.

Y es que, sin duda, hoy en día nuestros jóvenes tienen sueldos absolutamente indignos y miserables. Y no solamente sus sueldos, sino que además la temporalidad en los puestos de trabajo a los que acceden es tan breve, que es imposible que hagan suficiente trayectoria profesional para, en su día, tener una pensión, no digo fantástica, si no digna. Y digna quiere decir que les permita vivir sin ayuda de nadie.

Si no se arregla esta situación, nuestros jóvenes van a tener una situación de futuro muy incierta, mucho peor que la que tuvimos nosotros cuando éramos jóvenes.

De esa manera, es importante seguir insistiendo en que no estamos reivindicando tanto lo que nos corresponde a nosotros y nosotras, si no lo que corresponde a otros. Y esos otros, a mucha gente se les olvida que son nuestros hijos y nuestras hijas, nuestros nietos y nuestras nietas.

Cada vez que las personas mayores salimos a reivindicar a las calles, nos achacan que estemos solicitando la dignidad para las pensiones de los más jóvenes. Y se les olvida que hace unos años en este país hubo una gran crisis económica, donde nuestros hijos e hijas no podían dar de comer a los suyos, y que azotó sobre todo a las personas con menos recursos. Y ¿qué hicimos los mayores? Hicimos lo mismo que aquellos años del comienzo de la democracia, seguir avanzando y trabajando para y por los demás.

Hubo mayores que hipotecaron sus casas para ayudar a sus familiares, e incluso perdieron la suya por ello. Hubo familias enteras cuya economía era posible gracias a las pensiones de esos abuelos y abuelas que ayudaban a sufragar el día a día de sus nietos, a ayudar económicamente a esos hijos e hijas sin opciones reales de trabajo, a pesar de haberse independizado hace más de 20 o 30 años.

Eso se llama economía y de la buena. Una economía del mejor tipo, de la que salva vidas.

En este país se han hecho dispendios gravísimos que han menguado las arcas del Estado, pero no hemos sido las personas mayores las que lo hemos provocado. Los mayores hemos ahorrado, sostenido a familias, aportado y enriquecido al país y lo mejor de todo, estamos dispuestos a seguir aportando.

Deberíamos ser un ejemplo de lucha de toda una generación que no se rinde, somos los hijos y las hijas de la democracia y en cambio, hoy nos quieren mostrar como una carga frente al resto de la sociedad.

Las pensiones no son un regalo político de nadie, SON UN DERECHO a todos los años cotizados y ese derecho, hay que garantizarlo también a los futuros y las futuras pensionistas y personas jubiladas.


Paca Tricio
Presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) y del Comité Asesor de 65Ymás.

La Rebelion De Los Mayores

 

 

Sobre el autor:

Paca Tricio

Paca Tricio

Paca Tricio (Barcelona, 1946) fue hasta 2021 presidenta de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) y presidenta del Comité Asesor de 65YMÁS.

Gerente empresarial con una dilatada experiencia en el campo de la empresa privada como gerente del grupo de empresas Altri desde 1984 hasta 1992, actividad que compatibilizó con la Presidencia de CEAPA–Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos.

A partir de 1990 asumió diversas responsabilidades en el Sector No Lucrativo: vicepresidenta europea de la CEPEP, consejera del Consejo Escolar del Estado, directora de revistas del sector: Padres de Alumnos, COID, Mayores UDP, etc.; directora gerente en: COID–Coordinadora de ONG Intervinientes en Drogodependencias, Fundación UNIATE–Fundación Unión para la Asistencia e Integración de la Tercera Edad; directora administrativa en: UNAF–Unión de Asociaciones Familiares y CECU–Confederación de Consumidores y Usuarios.

En 2002 fue miembro de la Ejecutiva y corresponsable del desarrollo del Foro Mundial del Envejecimiento con motivo de la II Asamblea Mundial del Envejecimiento celebrada en Madrid. Interviniente como ponente en seminarios y congresos nacionales e internacionales y ha acudido como representante española a diferentes seminarios europeos sobre educación. Fue condecorada en 1991 con la Encomienda con Placa de la Orden de Alfonso X El Sabio.

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