Ramón Sánchez-Ocaña
Opinión

Los riesgos de las nuevas tecnologías

Ramón Sánchez-Ocaña

Foto: Bigstock

Miércoles 1 de septiembre de 2021

4 minutos

Los riesgos de las nuevas tecnologías

Foto: Bigstock

Miércoles 1 de septiembre de 2021

4 minutos

Píldoras

Un grupo de  adolescentes se apoya en un banco del parque. No hablan. Cada uno tiene su móvil. Teclean... De vez en cuando hay alguna exclamación y uno o una le enseña a otro-otra, el resultado de su búsqueda o la foto que acaba de recibir… O van por la calle más atentos a la pantalla que a otra cosa, incluso cuando cruzan sin semáforos…

Y según datos contrastados, casi el 10 por 100 de los jóvenes está en riesgo de ser adicto a las nuevas tecnologías.

La Asociación Española de Psiquiatría Privada decía en un comunicado que “uno de los problemas asociados a esta adicción es que, a diferencia de lo que sucede con otros hábitos de abuso como del alcohol o de las drogas, no se le está dando la debida importancia. La sociedad todavía no es consciente del grave riesgo que esto supone y no se le presta demasiada atención, quizá porque no produce un deterioro físico”.

Los efectos negativos

Que las nuevas tecnologías ofrecen ventajas inmensas no tiene duda. Pero de que su abuso puede tener riesgos, tampoco. “Según los datos de que disponemos, -señala el comunicado- un porcentaje muy elevado de los niños entre 11 y 14 años cumple criterios de uso excesivo de estos dispositivos, así como de dependencia y juego patológico, lo que a su vez implica alteraciones en su comunicación y en la capacidad de concentración”. Y señala que los juegos que crean más adicción son los que implican dedicación continua, con varios participantes conectados on line y que permiten la adquisición de un rango o status”.

Riesgos

 “Corremos el riesgo de que jóvenes que no han sabido madurar y adaptarse a las situaciones que se han ido produciendo en su vida debido a su aislamiento, tampoco lo hagan cuando lleguen a la edad adulta y, por tanto, no sean capaces de asumir responsabilidades. Estos niños no son conscientes de su adicción porque los juegos les hacen sentirse bien, ven cómo se van superando y logrando mejores resultados y no tienen sensación fracaso”-añade

El riesgo de adicción se relaciona directamente con el número de horas que se dedican cada día a su uso, pero también influye la forma en cómo afecta ese hábito a la conducta de cada persona, ya que varía el grado de dependencia que se establece.

Seguridad

Otro problema que cada vez cobra más importancia es la seguridad que se puede tener precisamente por las relaciones que se establecen a través de las redes sociales. Juan Romero, fundador de “Adicciones digitales” y uno de los especialistas que más lucha por su prevención, señala que lo más importante es evitar situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad de nuestros hijos y la de toda la familia. Porque hay una gran brecha que separa a los hijos de los padres en esta materia. Se evidencia que muchas veces los padres no saben casi ni encender el ordenador, mientras sus hijos son avezados usuarios de toda la tecnología. Y más ahora, en que con los nuevos móviles, los adolescentes pueden conectarse en cualquier momento y lugar, sin la necesaria supervisión de los padres”.

Que hacer

Lo primero, sin duda, ser conscientes de que existe un riesgo, y de que empieza a notarse el abuso que se hace de los móviles. Miquel Angel Prats, experto en estos problemas ha distribuido en distintos centros escolares y en muchas asociaciones de padres, el siguiente decálogo:

  1. Creen espacios de diálogo y crítica sobre el uso y el consumo tecnológico.
  2. Establezcan un clima de confianza para que sus hijos sepan que siempre pueden contar con ustedes.
  3. Interésese por lo que consumen en el móvil o el portátil.
  4. Jueguen y naveguen con ellos.
  5. Pacten horarios y usos y sean coherentes.
  6. En la medida de lo posible, coloquen los aparatos tecnológicos en espacios comunes.
  7. Intenten combinar otras actividades de ocio con las puramente dedicadas al ocio tecnológico.
  8. Expliquen que internet tiene su propio código, y que la gente puede crear una nueva identidad y ocultar la real.
  9. Antes de publicar datos personales en internet hay que pensárselo dos veces, sobre todo cuando no conocemos al interlocutor de forma personal.
  10. Instale un cortafuegos y un buen antivirus en el ordenador para navegar de forma segura.

Sobre el autor:

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña

Ramón Sánchez-Ocaña (Oviedo, 1942) es miembro del Comité Editorial de 65Ymás. Estudió Filosofía y Letras y es licenciado en Ciencias de la Información. Fue jefe de las páginas de Sociedad y Cultura de El País, y profesor del máster de Periodismo que este periódico organiza con la Universidad Autónoma de Madrid. 

En 1971 ingresa en TVE. En una primera etapa se integra en los servicios informativos y presenta el programa 24 horas (1971-1972). Entre 1972 y 1975 continúa en informativos, presentando el Telediario. No obstante, su trayectoria periodística se inclina pronto hacia los espacios de divulgación científica y médica, primero en Horizontes (1977-1979)​ y desde 1979 en el famoso Más vale prevenir, el cual se mantiene ocho años en antena con una enorme aceptación del público.

Tras presentar en la cadena pública otros dos programas divulgativos, Diccionario de la Salud e Hijos del frío, fue fichado por Telecinco para colaborar primero en el espacio Las mañanas de Telecinco y posteriormente en Informativos Telecinco.

Es colaborador habitual de radio, periódicos y revistas, y autor de una veintena de libros, entre los que destacan Alimentación y nutrición, Francisco Grande Covián: la nutrición a su alcance, El cuerpo de tú a tú: guía del cuerpo humano, Guía de la alimentación y Enciclopedia de la nutrición

En 2019 entró en el Comité Editorial del diario digital 65Ymás, en el que colabora actualmente.

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