Teresa Rey
Consejos
Quiero comprar una cinta de correr: ¿qué debo tener en cuenta?
Una cinta de correr es una buena alternativa para hacer ejercicio los días lluviosos o invernales
Disponer de una cinta de correr en casa puede ser una buena alternativa si nos hemos planteado ampliar nuestro gimnasio particular o decidido a partir de ahora de ser partícipes de una vida más activa. Es una buena opción para usarla en días lluviosos, para perfeccionar nuestro entrenamiento si corremos o simplemente para movernos algo y no tener una vida sedentaria. Todo esto, es decir, la finalidad para la que la compremos, ha de valorarse, pero además se deben mirar diversos aspectos adicionales que nos ayuden a elegir una cinta de correr que se amolde a nuestras verdaderas necesidades.
Una cinta de correr es sobre todo una buena alternativa para los días lluviosos o de invierno cuando salir a la calle es más peligroso para los mayores y la práctica de ejercicio al aire libre se ve condicionada por los factores externos. Sin embargo, lo ideal es combinar otras actividades que se puedan hacer en el exterior siempre que el tiempo lo permita.
Potencia y velocidad
La potencia es una de las primeras cosas que debes tener en cuenta. Estas máquinas pueden alcanzar distintas velocidades máximas, luego deberás ver si la escogida dispone de todas las que resultan acordes con tus objetivos. De igual modo, no todas soportan el mismo peso. La potencia estándar es de 2 caballos de vapor (cv), y si pesamos unos 80 kilos bastará con un 1,5 cv.
La velocidad a la que corras también influye, si lo haces mínimo a 16 km/h, entonces la estándar se adaptará a ti sin ningún problema. El motor, por tanto, es importante y por ello debemos de verificar los pesos que soporta y si esto va a influir o no en el rendimiento del aparato.
Otro de los aspectos en los que fijarnos es la velocidad máxima que alcanza, pues muchas presentan limitaciones en este sentido. Si este aspecto nos preocupa puede ser una cortapisa para nuestro entrenamiento. En el caso de ser principiantes con una velocidad de 12 km/h nos puede bastar, pero si ya tenemos un nivel de entrenamiento avanzado la máquina tiene que alcanzar los 16 km/h.
Grado de inclinación
Este aspecto no se suele tener en cuenta, pero el grado de inclinación puede favorecer nuestro ejercicio en la máquina. Realmente lo que nos permite este es incrementar o no el esfuerzo mientras corremos o andamos. Esto lo tendrás que evaluar tú, pues las inclinaciones varían y las hay de entre el 7% y el 15%. Si se tienen problemas en los tobillos lo más aconsejable es adquirir una cinta de correr normal.
Superficie y amortiguación
La superficie de la cinta es otro elemento a tener en cuenta, aquí debes fijarte en varios aspectos. Su longitud debe adecuarse a tu zancada, de modo que si eres alto has de mirar que posea la largura suficiente para que corras de forma cómoda. Al mismo tiempo es importante la amortiguación pues esta ayudará a que el impacto sea menor y de este modo las articulaciones quedarán más protegidas. En algunos casos hay sistemas de amortiguación adicionales que tal vez te interesa incorporar. Tu peso es importante y si padeces alguna lesión o problema muscoloesquelético lo tendrás que evaluar a la hora de decantarte por una u otra opción.
Consola y programas
La consola debe aportar una navegación sencilla y fácil de entender, con un espacio de lectura digital grande para que podamos ver la información sin un sobreesfurezo ocular innecesario. Para saber cómo estamos evolucionando en nuestro entrenamiento hay una serie de conceptos básicos que siempre han de aparecer: la velocidad a la que estamos corriendo, los kilómetros recorridos, el tiempo, el grado de inclinación y las calorías quemadas resultan básicas. Cuanto más claras aparezcan estas indicaciones más sencillo será el llevar un control de nuestra evolución durante la carrera.
De igual modo, hay cintas de correr que incorporan programas de entrenamiento, de manera que se pueden establecer distintas opciones según los objetivos que nos marquemos.
Aspectos generales
Antes de decidirte es importante que compares entre las distintas marcas que hay en la actualidad. Busca en internet, lee las recomendaciones y las comparativas una vez que ya tengas claro cuáles son las especificaciones que vas a necesitar.
Cuando vayas a ver la máquina, lo ideal es que te atienda personal cualificado, por lo que es recomendable acudir a una tienda especializada. En estos comercios puedes comentar qué es lo que deseas y cuáles son tus objetivos físicos, de modo que te asesorarán también. Si ya vas preparado además podrás comparar con lo que recomienden. La ventaja de acudir físicamente a estos locales es que podrás probar la máquina, algo que puedes pedir y en teoría no deberían ponerte ningún inconveniente. Lo importante es que te tomes el tiempo que necesites ya que un aparato de estas características supone un desembolso económico importante.
Otra de las cosas que no se deben pasar por alto es qué tipo de garantía ofrece el comercio además de la exigida por la ley para este tipo de aparatos, y si se incorpora alguna opción de mantenimiento.