Se trata de una receta muy peculiar y tradicional… pero también en vías de extinción. Sí, hay recetas que cada vez se van preparando menos y corren el peligro de desaparecer, si no lo evitamos. Nos encantan las novedades, probar bocados nuevos, sabores e ingredientes de fuera, pero la tradición no debe perderse nunca.
Las tortas de mosto tienen ciertas similitudes con las tortas de Pascua, pero tienen sus propias peculiaridades, en algunos casos tan originales como el uso del boniato, en el caso de estas tortas típicas de Moratalla. Se trata un dulce que se preparaba tradicionalmente en las comarcas vitivinícolas durante la época de la vendimia. Se recogía la uva para el vino, pero siempre había un poco de mosto para hacer estas tortas.
Ingredientes:
500 ml. de mosto
250 ml. de aceite de oliva
500 g de boniato
500 gr de azúcar
1 kg de harina
Para la bola de creciente:
25 g de levadura prensada
Medio vasito de agua tibia
Harina (100 gr. aprox)
Elaboración:
Estas tortas no requieren ni de huevo ni de leche, pero sí de un poco de masa madre o, como también se la conoce popularmente, ‘bola de creciente’. Para hacerla solo necesitaremos levadura prensada, agua tibia y harina.
Disolvemos la levadura fresca en el agua, que debe estar tibia, pero nunca caliente. Una vez disuelta, la añadimos en el agua. Vamos mezclando primero para integrar la harina y después amasamos un poco hasta formar una bola.
Tapamos con plástico film y dejamos fermentar en un lugar cálido hasta que doble su volumen, lo que generalmente le llevará una hora más o menos.
Mientras tanto, vamos a preparar el boniato. Lo lavamos y ponemos a cocer en agua hirviendo, sin pelar, pero partido en dos o tres trozos. Cocemos durante 20 minutos o hasta que lo vamos bien blandito y cocinado.
Sacamos el boniato y dejamos enfriar ligeramente para poder pelarlo. Ponemos la carne de la verdura en un bol y lo trituramos, con la batidora o simplemente con un tenedor, porque si está bien cocidito, se hará perfectamente.
Añadimos al bol del boniato el mosto, el aceite y el azúcar y comenzamos a mezclar bien hasta que esté dodo bien integrado.
Cuando este todo bien integrado, incorporamos la bola de creciente y vamos añadiendo el resto de la harina. Vamos trabajando la masa y amasando hasta conseguir una masa que no se pegue en las manos.
Una vez hecho esto, la dejamos levar de nuevo, cubierta con plástico film. De nuevo, en un lugar cálido, durante 40 minutos o una hora. Cuando haya doblado su volumen la sacamos y desgasificamos, es decir, presionamos con los dedos para que pierda el gas que se habrá formado durante la fermentación.
Para preparar las tortas con comodidad nos untaremos las manos con un poco de aceite, tomaremos porciones de masa, haremos una bola primero y acabaremos estirando esta bola y dejando una torta de medio centímetro de grosor sobre la bandeja de horno, cubierta de papel de horno.
Una vez preparadas todas y colocadas en la bandeja, las pintamos con huevo batido y espolvoreamos un poco de azúcar por encima. Cocinamos a 180°C durante 20 minutos aproximadamente o hasta que las veamos bien doraditas.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.