Gastronomía y Cultura se dan la mano en el Tapas Trail Cartagena, el tour con más éxito de la localidad murciana. Se trata de un recorrido por esta bella localidad de la Región de Murcia que combina estas dos experiencias visitando varios de los monumentos más importantes de la ciudad, mientras se degusta alguna de sus tapas más típicas.
La visita tiene sin duda un plato fuerte con uno de los monumentos más emblemáticos de la localidad cartagenera, el Teatro Romano de Cartagena cuyo descubrimiento constituye uno de los acontecimientos más importantes en la arqueología de la ciudad. Se trató de un hecho fortuito ya que no había ni referencias escritas ni datos arqueológicos, que pudieran evidenciar su existencia.
El devenir del tiempo hizo que este mismo espacio fuese utilizado para diversos usos y sirvió de emplazamiento a distintas edificaciones. En el siglo V se trasformó en un complejo comercial sobre el que posteriormente se instaló un barrio de la época bizantina y sobre él hay estructuras de la época islámica de los siglos XI y XII. Tras la conquista castellana, se configuró como uno de los barrios más populosos de la ciudad donde se construyó la antigua Iglesia de Santa María o Catedral Vieja.
El Teatro Romano de Cartagena está situado en el Cerro de la Concepción, la colina más alta de las cinco que configuran la topografía de la ciudad. Este emplazamiento era muy habitual en la época. La ubicación en la ladera de un monte facilitaba la construcción del graderío aprovechando la propia roca del monte y su orientación norte con protección a los vientos del sur le confería una excelente acústica.
Los diversos elementos hallados y las inscripciones conmemorativas permiten datar el inicio de su construcción a finales del siglo I a.C., coincidiendo con la época de mayor apogeo urbanístico de la colonia. En cuanto al estilo, el conjunto de elementos arquitectónicos es el propio de la arquitectura oficial en época del emperador Augusto.
El graderío o cavea se articula en tres sectores horizontales, divididos a su vez por cinco escaleras radiales. Tenía una capacidad aproximada de 6.000 espectadores y los principales accesos del público se realizaban a través de dos pasillos laterales. Estos dos pasillos daban también acceso a la orquesta, el semicírculo entre el graderío y la escena que estaba destinado a los magistrados y personajes más notables de la ciudad.
La escena era el lugar donde se presentaba la obra y se situaba frente al graderío. La del teatro romano de Cartagena se articulaba en dos pisos por medio de columnas y tenía un alzado aproximadamente de 16 metros. La variedad cromática de los materiales de los que estaba hecha (mármoles blancos, rojizos, bloques de arenisca amarillenta revestidos de estuco) y el rico programa ornamental le confirieron una belleza realmente espectacular. Baste decir que el Teatro Romano de Cartagena recibió en 2010 el premio Europa Nostra de la Unión Europea que premia la excelencia en la conservación del patrimonio.
Gran Casino de Cartagena
Tras el Teatro Romano seguiremos nuestro camino paseando por el casco antiguo para conocer sus rincones más famosos, junto a los elegantes edificios modernistas de sus calles. Uno de los más destacados será el Gran Casino de Cartagena, al que también te acercarás para admirar su colorida fachada desde el exterior.
El Casino de Cartagena es una institución constituida en la primera mitad del siglo XIX a semejanza de los casinos y círculos culturales que proliferaron en aquellos años.
La sociedad del Casino de Cartagena se estableció en régimen de alquiler en el palacio del Marqués de Casa Tilly, hoy declarado Bien de Interés Cultural por la Región de Murcia,el 1 de agosto de 1853 con el nombre de Casino Círculo Cartagenero. De hecho, se conserva la escritura de venta del edificio otorgada en 1886 por el Marqués de Camachos a favor de Francisco Martínez Hernández. Al año siguiente, en 1887, este último otorga escritura de arriendo y promesa de venta a Ricardo Spottorno en representación de la Sociedad de Recreo Casino de Cartagena.
Se conserva un proyecto de la reforma de la fachada del citado palacio firmado por el arquitecto Francisco de Paula Oliver datado en el año 1896, en el que se planteaba la actual estructura de hierro y revestimiento de la fachada en madera de la planta baja y entresuelo. En los pisos superiores, todos los elementos ornamentales están elaborados en cinc. La ejecución de la reforma, con la clara impronta de su personalidad, correspondió al arquitecto Víctor Beltrí, autor de gran parte de las obras modernistas de reconstrucción de Cartagena, en los primeros años del siglo XX, tras la destrucción producida durante la Revolución Cantonal.
En el interior se intuye la estructura originaria del palacio del siglo XVIII gracias a la distribución del edificio en torno a un patio de columnas y a la escalera imperial situada en un lateral. El patio, cubierto en la actualidad por un tragaluz organiza la distribución de los espacios. El vestíbulo posee azulejos sevillanos con medallones en los que se representan personajes del Siglo de Oro. El conjunto posee un estilo castellano acorde con las tendencias historicistas neoplaterescas de la época. Las columnas de mármol se deben al arquitecto Víctor Beltrí y en la misma planta baja se ubica un Salón de Actos, una sala de lectura, popularmente conocida como "la pecera", y la cafetería y el restaurante.
Tapas murcianas
Y lo mejor de todo es que durante todo el recorrido iremos haciendo varias paradas en bares típicos para degustar unas deliciosas tapas de los productos preferidos de los cartageneros. Podremos degustar 3 tapas y acompañarlas con 3 bebidas, a elegir entre vino, cerveza o refresco.
Sin duda, las tapas son una de las señas de identidad de la gastronomía de nuestro país, y dentro de ella en el ADN culinario de los españoles está grabada a fuego, somos muy de tapeo y cada comunidad ha consagrado sus propias tapas. Estas son algunas de las más populares en la Región de Murcia.
Marinera
La marinera es un tipo de ensaladilla rusa que se sirve sobre una rosquilla crujiente y alargada, y encima lleva una anchoa en salmuera, o un boquerón, en cuyo caso pasa a llamarse "marinero".
Caballitos
Detrás de este nombre se esconden las gambas recubiertas de un buñuelo crujiente. Los murcianos suelen añadirle un poco de limón exprimido.
Michirones
Durante las Fiestas de Primavera las "barracas" (nombre que recibe la vivienda típica de la huerta murciana) cocinan sin parar este plato de habas secas con pimentón, panceta, hueso de jamón, chorizo y un toque picante, que se sirven en una cazuela de barro, y se acompañan de un chato de vino.
Salazones
Hay muchas formas de degustar este producto, por ejemplo las almendras fritas suelen acompañar la hueva y la mojama, las sardinas de bota con migas o pipirrana, o el bonito con habas crudas o tomate.
Langostinos del Mar Menor
Estos langostinos son más pequeños, pero su color y su sabor son más intensos que el resto de su especie. Se consideran una de las joyas del Mar Menor.
Caracoles "chupaeros"
Fritos con tomate o en salsa hecha con tomate, pimentón o almendra, estos caracoles son una de las tapas más típicas de esta región.
Mínimo de dos personas
Mínimo necesitamos dos personas para realizar esta ruta.
El Tapas Trail Cartagena se puede realizar casi cualquier día, para mas información se debe enviar un correo electrónico info@planout.es
El precio por persona es de 40 euros e incluye guía, entrada al teatro romano, tres tapas con sus respectivas bebidas, seguro e impuestos.
Por último advertir que se necesita un mínimo de dos personas para realizar esta ruta.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.