Con la llegada del buen tiempo estamos pensando en comidas más ligeras. Puede que nos hayamos cansado de los platos de cuchara, pero las cremas de verduras y hortalizas son la opción ideal como primeros y cenas. Y entre ellas, el gazpacho reina por encima de todas. Si quieres hacerlo en casa y que te que te quede perfecto, solo tienes que seguir estos trucos.
Las cremas de verduras agradecen especialmente la ayuda de una batidora potente. La legión de fans de Thermomix (@Thermomix) asegura que el gazpacho perfecto solo se consigue pasándolo por sus poderosas cuchillas trituradoras, que lo dejan súper fino sin necesidad de pelar los tomates ni quitarles las pepitas. Si no la tienes, después de triturar pásalo por el chino.
No ha más secreto que el de una buena materia prima. La base del gazpacho es un buen tomate, y no sirve hacerlo con cualquiera. El tomate mejora según va avanzando la temporada, encontrándose en su mejor momento entre finales de agosto y septiembre, cuando mejores gazpachos te saldrán.
Al contrario que el tomate, no te empeñes en poner un buen pan en el gazpacho. A menudo, las mejores barras gallegas u hogazas de masa madre dejan cierto residuo difícil de triturar. Un pan sencillo con buena miga bastará.
El aceite de oliva virgen extra tiene unas propiedades idóneas para su consumo en crudo. Su nivel de acidez (nunca superior a los 0,8 grados) y su gusto afrutado destacarán en la mezcla, dando como resultado un gazpacho aromático y delicioso.
La propiedad conmutativa no aplica en cocina. Si habitualmente preparabas el gazpacho mezclando todos los ingredientes a un mismo tiempo, te sorprenderá lo que pasa si incorporas el aceite en último lugar, cuando todo esté ya perfectamente batido. Sin emulsionar, tu gazpacho ganará en cuerpo y, sobre todo, en color, ya que al añadirlo después hará que mantenga su color rojo que lo hace tan atractivo.