Beneficios de la fisioterapia respiratoria

Las enfermedades del sistema respiratorio se sitúan en el tercer lugar entre las causas de muertes por enfermedad en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), todo ello sin contar con el efecto de la pandemia por Covid-19. Entre las enfermedades respiratorias más prevalentes están el asma, que afecta a más de 3 millones de españoles, la EPOC, que afecta a 1,5 millones, la apnea del sueño, entre 1,5 y 2 millones, y el cáncer de pulmón. Los expertos consideran que la mayoría de las enfermedades respiratorias son prevenibles, por lo que es necesario tomar conciencia de ellas y adoptar las medidas oportunas.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (@SeparRespira) insiste en la importancia de cuidar el estado de nuestros pulmones, y recuerda que aquellos pacientes que habitualmente hacen fisioterapia respiratoria deben realizar como mínimo 1 vez al día los ejercicios recomendados, aunque permanezcan en casa; pudiendo realizarlo todas las veces que sea necesario. Aunque evitando al máximo el riesgo de contaminar el entorno ya que la mayoría de estos ejercicios van a suponer un aumento del aire que sacamos de los pulmones y la presencia de tos. Por ello, recomienda que si hay que expectorar, usemos servilletas de un solo uso y las tiremos directamente, nos limpiemos bien las manos después de los ejercicios (agua y jabón, o solución hidroalcohólica), así como las superficies de alrededor. También es recomendable airear la casa durante unos minutos después de realizar los ejercicios. Estos ejercicios son fundamentales para mejorar la respiración, debido a que ayudan a movilizar los músculos ventilatorios, al mismo tiempo que mejoran el intercambio de gases y la expansión pulmonar, liberan las vías aéreas, y facilitan la llegada de oxígeno por todo el cuerpo.

La Clínica Universidad de Navarra recomienda diversos ejercicios como inspirar a través de la nariz con la boca cerrada y espirar lentamente a través de los labios en posición de silbar (dedicando el doble de tiempo que en la inspiración); un ejercicio al que podemos incorporar la respiración diafragmática, distendiendo el abdomen y elevando las manos al inspirar, y al ir expulsando el aire, hundir los músculos abdominales.

En los ejercicios de expansión pulmonar, inspiramos profundamente mientras empujamos el tórax contra la presión de las manos, para mantener unos segundos la máxima inspiración posible y comenzar a espirar el aire lentamente. Si lo hacemos utilizando la respiración diafragmática (contendremos la respiración 3-5 segundos y luego espiraremos lentamente tanto aire como sea posible a través de la boca). Durante estos ejercicios, podemos aprovechar para toser de forma controlada para llevar la mucosidad a través de las vías respiratorias de los pulmones y poder expulsarla.

El tratamiento de las enfermedades respiratorias crónicas debe ser individualizado, y puede necesitar de una terapia farmacológica, pero estar activo, seguir una dieta equilibrada y participar en programas de educación terapéutica como la fisioterapia respiratoria es básico.