Salud

¿Cómo afecta la contaminación a tu salud?

Olga Selma

Foto: Bigstock

Lunes 5 de octubre de 2020

5 minutos

Según datos de la OMS, 7 millones de personas mueren cada año por respirar aire contaminado

Estos 10 productos químicos son preocupantes para la salud pública, según la OMS
Olga Selma

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Lunes 5 de octubre de 2020

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La Organización Mundial de la Salud estima que 9 de cada 10 personas en el mundo respiran aire contaminado y cerca de 7 millones de personas mueren cada año por la exposición a las partículas finas contenidas en el mismo. De acuerdo con sus informes, la contaminación del aire causa el 24 % de todas las muertes de adultos por cardiopatías: el 25 % por accidentes cerebrovasculares; el 43 % de los fallecimientos por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); el 29 % de las muertes por cáncer de pulmón.

En España, la contaminación del aire causa 10.000 muertes al año, una cifra muy superior a la mortalidad asociada a los accidentes de tráfico, que se salda con una mortalidad de 1.700 defunciones anuales, alerta la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

La calidad del aire

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, existe una estrecha relación entre el cambio climático y la calidad del aire. En Europa, las emisiones de muchos contaminantes atmosféricos se han reducido notablemente durante las últimas décadas, con la consiguiente mejora de la calidad del aire en toda la región. Sin embargo, las concentraciones de contaminantes atmosféricos siguen siendo muy elevadas. 

En torno al 90 % de la población urbana de la Unión Europea (UE) está expuesta a concentraciones de contaminantes atmosféricos a niveles altos considerados nocivos para la salud. Por ejemplo, se calcula que las partículas finas (PM2.5) presentes en la atmósfera reducen la esperanza de vida en la UE en más de ocho meses. El benzo(a)pireno es un contaminante cancerígeno que suscita mucha preocupación y cuyas concentraciones superan el límite establecido para proteger la salud humana en varias zonas urbanas, especialmente en Europa Central y Oriental. 

Las consecuencias sanitarias  

La contaminación atmosférica urbana aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía, y crónicas, como el cáncer del pulmón y las enfermedades cardiovasculares y los efectos más graves se producen en las personas que ya están enfermas. Por ejemplo, las personas aquejadas de asma afrontan un riesgo mayor de sufrir una crisis asmática los días en que las concentraciones de ozono a nivel del suelo son más elevadas, mientras que las personas expuestas durante varios años a concentraciones elevadas de material particulado (MP) tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculares.

La Medicina Ambiental es una rama transversal de la medicina que diagnostica y trata enfermedades provocadas o agravadas por el entorno en el que desarrollamos nuestras vidas. La Fundación Alborada trabaja actualmente en el tratamiento de pacientes con alergias y reacciones de hipersensibilidad, intolerancias alimentarias y enfermedades ambientales. Algunas de estas patologías emergentes ya son reconocidas como es el caso de la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica. Mientras que otras, como la electrosensibilidad y la sensibilidad química, están en proceso de reconocimiento en nuestro país y son reconocidas en otros países como Alemania, Austria y Japón, si bien la Organización Mundial de la Salud todavía no las ha incluido en la Clasificación Internacional de Enfermedades.

calidad del aire

Qué hacer

Las ciudades pueden determinar cuáles son las fuentes principales de contaminación del aire y poner en práctica políticas como el fomento del uso del transporte público, ir a pie y andar en bicicleta, en vez de depender del automóvil privado; la promoción de centrales eléctricas que en lugar del carbón utilicen combustibles limpios y renovables, y las mejoras en la eficiencia energética de los edificios y las industrias. Dentro de la UE, el Pacto Verde Europeo representa un cambio fundamental que marca el camino en la agenda política europea

A nivel personal podemos decidir utiizar coche solo cuando sea completamente necesario, reciclarcuidar las zonas verdes de nuestras ciudades, no derrochar recursos energéticosconsumir productos sostenibles y reducir el consumo de carne en nuestra dieta.

Sobre el autor:

Olga Selma

Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.

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