Costocondritis: la inflamación del cartílago que duele como un infarto

No siempre un dolor en el pecho tiene que deberse a un infarto. Existe muchas otras causas detrás de este dolor como puede ser una neumonía, problemas digestivos, ansiedad, nervios pinzados o problemas musculares o de tejidos, entre otros. Dentro de ese último grupo es donde se encuentra la costocondritis: una inflamación en uno de los cartílagos que conectan la costilla con el esternón (hueso del pecho).

Los cartílagos situados en esta zona del cuerpo son los encargados de aportar movilidad a la caja torácica mientras respiramos. Si debido a un periodo de tos intensa, una infección en la articulación, artritis, un tumor o tras realizar un esfuerzo físico importante estos cartílagos se inflaman, podemos sentir un fuerte dolor al movernos.

Al inclinarnos, girarnos o toser notaremos un dolor punzante y agudo en la zona del pecho, principalmente entre la segunda y la quinta costilla que puede notarse en el lado izquierdo en la mayoría de los casos o bien en ambos lados.

Por ejemplo, esto puede producirse si nuestras vértebras dorsales situadas en nuestra espalda no están correctamente, una acción como coger peso o un movimiento brusco podría dañar nuestra parte delantera del torso.

El dolor provocado por la costocondritis suele desaparecer en una semana o dos y el tratamiento habitual suele ser a base de analgésicos o antiinflamatorios para aliviar principalmente el dolor.

¿Cuál es la diferencia con un infarto?

El dolor de un infarto suele irradiarse hacia el brazo izquierdo o hacia el cuello.

Sin embargo, el de la costocondritis no se irradia. Es un dolor en un punto específico que notamos al movernos.

Una de las formas de descartar principalmente si es un infarto es si al presionar la zona afectada duele. En caso de dolor, no es un infarto.

Síndrome de Tietze

Este síndrome puede confundirse a veces con la costocondritis.

Consiste en la inflamación de la articulación del esternón, no del cartílago.

Suele darse principalmente entre las personas de menos de 40 años o bien que sufran problemas inflamatorios generales como artritis.

La inflamación provocada por este síndrome suele ser mayor que la de la costocondritis, llegando incluso a poner la zona roja o caliente.

Sea del tipo que sea, ante cualquier dolor en el pecho lo recomendable es consultarlo siempre con el médico para que descarte que no se trata de un problema de corazón. Para ello, realizará diferentes pruebas como ecografías, electrocardiogramas o análisis de sangre entre otras y de ese modo diagnosticar el origen y la causa del dolor.