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Conoce la peloterapia, el tratamiento de barros curativos para cuidar nuestro cuerpo

Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 10 de agosto de 2019

3 minutos

No solo beneficia a la piel, sino que ayuda en casos de artritis, lesiones o patologías reumáticas

¿Qué es la peloterapia? El tratamiento de barros curativos para cuidar nuestro cuerpo
Victoria Herrero

Foto: Bigstock

Sábado 10 de agosto de 2019

3 minutos

Pocas cosas hay tan placenteras. En un balneario, nos tumbamos en una camilla mientras sobre nuestra piel nos aplican fangos y barros. No solo se trata de una terapia de belleza para mejorar nuestra piel, sino que este método tiene aplicaciones terapéuticas con múltiples beneficios que también nos ayudan en el tratamiento de otras patologías.

La denominación científica de estos fangos termales son los peloides y se refiere a una mezcla entre agua mineromedicinal con un producto sólido natural (cuarzos, calizas, arcillas...) que actúan, conjuntamente, con una acción térmica (en otras ocasiones se aplica en frío) que no solo revierte a nivel externo de nuestro cuerpo, sino que sirve como complemento terapéutico de otro tipo de dolencias y afecciones.  

Su textura es muy similar a la del barro natural. Sin embargo, es a lo largo de su maduración cuando esa mezcla antes detallada se enriquece de moléculas orgánicas que ayudan a que esas propiedades sean mucho más beneficiosas.

¿Qué es la peloterapia? El tratamiento de barros curativos para cuidar nuestro cuerpo

Aplicaciones y beneficios de la peloterapia

A nivel interno de nuestro organismo, como explican desde la Sociedad Española de Hidrología Médica (@hidromedSEHM), este tipo de barros curativos se aplican en casos de osteoporosis gracias a la liberación de minerales, calman síntomas de artritis, mejoran la movilidad en casos de artrosis y sirven para recuperar una zona con una lesión deportiva. Además, su uso es recomendado en casos de piernas cansadas o para mejorar patologías reumáticas. 

A nivel externo, en la piel, la peloterapia tiene entre sus beneficios: reducir los síntomas de psoriasis y dermatitis (cuando se aplica en formato frío), así como limpiar la dermis al tiempo que la hidrata, activa la circulación en la zona y evita su congestión.  

Por si fuera poco, otra de las propiedades a las que se alude a nivel estético tiene que ver con su acción cosmética antienvejecimiento. De esta manera, se aplica en frío en manos, rostro y escote durante un cuarto de hora hasta que se seca y se retira con la ayuda de una espátula o esponja húmeda. Resulta muy recomendable en caso de pieles que han perdido vitalidad y que tienen tendencia grasa. 

Lo mismo que en los casos de celulitis. También se aplica en frío durante unos 20 minutos. Así es como se ayuda a que no aparezcan esos depósitos grasos sobre la piel, al tiempo que la alisa y tonifica y sirve como remodelante y lipodrenante.

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Victoria Herrero

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