Salud

En la nieve, no te olvides de tus ojos: cuidado con los rayos ultravioleta

Rosa Roch

Foto: BigStock

Domingo 12 de diciembre de 2021

4 minutos

A 1.000 metros sobre el nivel del mar la proporción de rayos ultravioleta se incrementa en un 10%

En la nieve, no te olvides de tus ojos: cuidado con los rayos ultravioleta
Rosa Roch

Foto: BigStock

Domingo 12 de diciembre de 2021

4 minutos

Ya estamos en diciembre y la nieve ya ha hecho acto de presencia en una parte de territorio, dejando un paisaje blanco que invita a disfrutar de un paseo o de la práctica de deportes de invierno. Sea por ocio o porque se vive en zona de nieves, hay que proteger los ojos de los rayos solares, al igual que se hace cuando se va a la playa.

De manera general, el uso de gafas protectoras durante el verano está muy interiorizado, son pocas las personas que no utilizan gafas de sol. No obstante, en invierno, en zonas nevadas, ya sea en el día a día o durante la práctica de deporte, aún cuesta tomar las medidas necesarias para protegerse de los rayos UVA y UVB del sol.

En la nieve no olvides cuidar de tus ojos

 

En la nieve, o en un entorno nevado cercano, los efectos de los rayos del sol pueden aumentar hasta un 90%. Por esta razón es necesario el uso de gafas de sol con los filtros protectores adecuados en cualquier momento del día en el que se esté expuesto al sol.

Niños, jóvenes, adultos o adultos mayores, todos tenemos que protegernos los ojos para cuidar nuestra visión.

Efectos de una mala protección

Una mala protección ocular en la nieve puede producir lo que se conoce como oftalmia de la nieve, una queratitis ocular, una lesión que, en este caso, se relaciona con la exposición de los ojos a los efectos de los rayos del sol que, como decíamos, en la nieve pueden llegar a aumentar hasta en un 90%. Además, hay que tener en cuenta que, a una altitud superior a 1.000 metros sobre el nivel del mar, la proporción de rayos ultravioleta se incrementa en un 10%.

Los principales síntomas de provoca la oftalmia del sol no aparecen en el momento, sino de 6 a 12 horas después de una exposición prolongada, lo que no ayuda a la prevención y pueden incluir:

  • Inflamación de los párpados
  • Enrojecimiento de los ojos
  • Sequedad ocular
  • Dolor y picor
  • Sensación de un cuerpo extraño en el ojo
  • Cefalea
  • Visión borrosa
  • Fotofobia

La mejor protección será el uso de unas gafas de sol adecuadas

En la nieve no olvides cuidar de tus ojos

 

Ello nos permitirá:

  • Protegernos de los efectos de los rayos ultravioletas.
  • Apreciar y disfrutar mejor del paisaje que deja la nieve en la montaña, sin necesidad de entrecerrar los ojos para protegernos.
  • Evitar que las inclemencias del tiempo, como el viento y el frío, pueden resecar el ojo.
  • Protegernos de cualquier cuerpo extraño que pueda ser arrastrado por el aire y penetrar en el ojo, con la consecuente lesión.

En personas emétropes, es decir aquellas que no tienen ningún problema de refracción de imágenes en la retina (ven bien), las gafas deberán ser unas deportivas con filtro UV.

Las personas amétropes, es decir, las que tienen problemas de visión tales como miopía, astigmatismo, hipermetropía o cualquier otra que requiera el uso de gafas, se podrán utilizar lentes de contacto combinadas con las gafas deportivas con filtro UV o gafas graduadas y con filtro.

Estas gafas han de:

  • Disponer de un filtro de protección frente a los rayos UV de nivel 4 y mayor en el caso de niños.
  • Estar fabricadas con materiales resistentes a golpes y arañazos.
  • Ser ligeras, que no pesen demasiado. En este sentido las lentes orgánicas les ganan la partida a las minerales.
  • Proteger los ojos, pero permitir que el campo visual sea lo más amplio posible.
  • En el caso de problemas de refracción, estar graduadas correctamente.
  • Ajustarse bien a la cara, protegiendo el ojo también por los laterales.

Sobre el autor:

Rosa Roch

Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.

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