Salud

Qué debes saber a la hora de escoger una faja elástica para tus lumbares

Rosa María Torres

Foto: Bigstockphoto

Martes 14 de mayo de 2019

3 minutos

El dolor en la columna lumbar es un síntoma que debe ser examinado por un profesional de la salud

Mujer con faja lumbar
Rosa María Torres

Foto: Bigstockphoto

Martes 14 de mayo de 2019

3 minutos

Como su propio nombre indica, las fajas lumbares se usan para sujetar y, como consecuencia, prevenir el dolor en la zona lumbar y la zona sacro de la espalda, mejorando también la funcionalidad de esta última. Pero, ¿es aconsejable su uso? Lo primero que debes saber antes de elegir una u otra opción, es qué tipo de dolores lumbares existen, aunque luego sea tu médico de cabecera quien te recomiende (o no) su uso:

  • Dolor agudo. Dura menos de seis meses y se caracteriza por ser más global. Para este tipo de dolor se pueden utilizar fajas pero, por norma general, las molestias desaparecen con la actividad física y las terapias de calor, por ejemplo.

  • Dolor reflejo visceral. Este dolor es muy constante, mejora nítidamente con el movimiento y empeora con el reposo. Por lo tanto, para esta tipología en concreto no es necesario el uso de fajas.

  • Dolor articular. En este caso, sentirás como si un rayo recorriera tu espalda y te dificultara el movimiento. Dos síntomas que puedes aliviar con ayuda de una faja lumbar.

  • Dolor crónico. Los dolores crónicos suelen durar más de seis meses y no mejoran con las fajas lumbares, por lo que suele aconsejarse buscar otro tipo de solución.

Dolor en la zona lumbar

¿Qué aportan las fajas?

Las fajas aportan seguridad al movimiento, reducen el miedo a la sujeción externa y mantienen la zona en caliente, para evitar así la aparición de dolor. Además, ayudan a relajar la musculatura y a romper el círculo vicioso que provocan dichas molestias, la contracción o el espasmo.

Eso sí, su uso debe hacerse de forma limitada, es decir, no tiene sentido que lleves la faja todo el día. Se aconseja especialmente a la hora de realizar actividades intensas y debe ser retirada cuando estas finalicen. ¿El motivo? Un abuso podría desencadenar el efecto contrario al que buscas, ya que cuando el cuerpo se acostumbra a ella los músculos pueden empezar a debilitarse.

Además existen varios tipos de faja en función de la dolencia, aunque lo mejor es consultar con un fisioterapeuta o médico especializado en dolores de espalda. Las hay rígidas, blandas, de tensión en un paso o en dos pasos. Pero, aunque estas son muy útiles, debes tener en cuenta que su uso debe estar acompañado de una buena higiene postural y el fortalecimiento de la musculatura lumbar, una rutina de ejercicios diseñada por un médico rehabilitador o el especialista que esté tratando tu dolor.

En definitiva, únicamente se debe utilizar la faja lumbar en los siguientes casos:

  • Lumbalgias muy agudas o durante los primeros días de la lesión.

  • Problemas crónicos, pero solo para la realización de actividades intensas, para así cuidar la zona lumbar.

  • Con actividades muy intensas o de larga duración, sobre todo cuando no sueles practicar mucho deporte. Sirve igualmente para mantener una postura adecuada.

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Rosa María Torres

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