Miriam Gómez Sanz
Salud
España destaca en supervivencia ante paradas cardíacas, pero queda mucho por hacer
Solo el 39% de las víctimas recibe ayuda inmediata antes de llegar los servicios de emergencia
En España, la supervivencia ante una parada cardiorrespiratoria fuera del hospital se sitúa en un 10,8%, más de tres puntos por encima de la media europea (7,5%), según el informe EuReCa, elaborado por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP) con la colaboración de Fundación MAPFRE.
El estudio, que ha analizado datos de 28 países europeos —representando a más de 230 millones de personas—, revela que la incidencia media de parada cardíaca en España es de 24,8 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 55,7 casos por 100.000 habitantes del promedio europeo.
Por edades, los perfiles predominantes de quienes sufren una parada cardiorrespiratoria son hombres con una edad media de 65,4 años y mujeres de 70,1 años, un patrón que se repite en la mayoría de países.
Desconocimiento de la RCP
El tiempo medio de respuesta de los servicios de emergencia en España es de 11 minutos, y solo el 23,5% de los pacientes son atendidos en los primeros ocho minutos. Los expertos advierten que cuando la respuesta supera los 15 minutos, las posibilidades de supervivencia se reducen a la mitad.
Uno de los datos más preocupantes es que, excluyendo los casos presenciados por los servicios de emergencias, solo en el 39,3% de las paradas cardíacas hubo un intento de reanimación por parte de testigos, frente al 59,4% en Europa. Este factor resulta clave, ya que la reanimación cardiopulmonar (RCP) iniciada por testigos se asocia directamente con una mayor supervivencia.

“Cada minuto cuenta, y tener las herramientas adecuadas, como desfibriladores o conocimientos sobre RCP, son vitales para lograr que todos los pacientes cuenten con una oportunidad. Aquí la implicación de la sociedad es clave. Los datos de supervivencia españoles son adecuados, pero aún queda mucho trabajo de concienciación importante”, señaló José Ignacio Ruiz Azpiazu, director médico Servicio Emergencias 061 de La Rioja y coordinador nacional del Registro Español de parada cardíaca extrahospitalaria OHSCAR.
Asimismo, remarcó que “la reacción, sobre todo de los servicios de emergencias, con una organización y medios diferentes en cada país, no se puede cambiar a corto y medio plazo, pero la actitud de la sociedad sí puede marcar la diferencia”.
Por su parte, Eva Arranz, doctora de Fundación MAPFRE, destacó la importancia de iniciar la RCP por parte de cualquier testigo presencial, ya que esto puede contribuir significativamente a aumentar las posibilidades de supervivencia.
En la misma línea, Gonzalo Zeballos, presidente del CERCP, recordó que “resulta crucial insistir en la gran importancia de formar a la ciudadanía en maniobras de primeros auxilios, que cada vez más ciudadanos sepan responder ante una parada cardíaca y haya más disponibilidad de desfibriladores de acceso público. De esta manera, mejorarán las tasas de supervivencia en caso de paro cardíaco”.
Cómo actuar ante una parada cardíaca
Ante una situación de este tipo, los especialistas recomiendan seguir los siguientes pasos:
- Comprobar la consciencia de la persona intentando comunicarse con ella o agitándola suavemente por los hombros.
- Pedir ayuda y colocarla boca arriba.
- Verificar si respira. Si no respira, llamar al 112 y comenzar la RCP mediante comprensiones torácicas (100 - 120 por minuto), alternando con respiraciones (30 compresiones torácicas seguidas de 2 ventilaciones). Si no se sabe o no se puede realizar ventilaciones, se deben continuar las comprensiones sin interrupción.
- Solicitar un desfibrilador automático externo (DEA) si está disponible y seguir las instrucciones del dispositivo, sin detener la RCP.
- El desfibrilador analizará el ritmo cardíaco y determinará si es necesario administrar una descarga eléctrica. Si es así, después de la descarga, se debe reanudar la RCP inmediatamente.
El estudio recuerda que por cada minuto que pasa sin atención, las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10%, por lo que la actuación rápida de los testigos puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.




