Tras una cirugía de rodilla en la que se coloca una prótesis para sustituir el cartílago, es necesario realizar un proceso de rehabilitación. La recuperación ha de efectuarse cuanto antes, según los fisioterapeutas. Es por ello que algunos recomiendan apoyar la pierna operada a las 24 horas de la operación, e incluso empezar a dar pasos con la ayuda de algún soporte como muletas o un andador, pasadas las 48 horas.
El objetivo de la fisioterapia tras una cirugía de prótesis de rodilla es conseguir que el paciente pueda moverse con la mayor estabilidad posible y disminuir el dolor.
Lo primero que nos puede indicar el fisioterapeuta además de intentar ponernos de pie, es que comencemos a caminar por la habitación. También se suele recomendar subir y bajar escaleras. Con este movimiento se dotará de fortaleza y más flexibilidad a la rodilla dañada. Lo recomendable es bajar con la rodilla operada y subir con la que no se ha sometido a la operación. Para hacer estas maniobras será necesario apoyarse sobre un bastón.
Una vez que el fisioterapeuta vea que los movimientos previos se van realizando con normalidad, como caminar con muletas o bastón, se pasará a una segunda fase de rehabilitación que consiste en trabajar la articulación sobre una camilla.
Los principales ejercicios son los siguientes:
Estos son algunos de los ejercicios básicos que se harán en la segunda fase de rehabilitación de una prótesis de rodilla, según indican los expertos, aunque puede que se añada alguno más mientras estamos sentados. El fisioterapeuta nos explicará qué deberemos hacer en casa para continuar con la recuperación. En cuanto a los deportes a practicar tras este tipo de intervención, generalmente se suelen desaconsejar deportes de alto impacto o que puedan tener riesgos de caídas como baloncesto o balonmano.