Medicina preventiva

¿A quién debe acudir una persona mayor ante un problema visual, al oftalmólogo o al óptico?

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Sábado 21 de septiembre de 2019

4 minutos

Los dos se encargan de la salud ocular, centrándose en campos distintos pero complementarios

señales para cambiar de gafas
Mariola Báez

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Sábado 21 de septiembre de 2019

4 minutos

Oculista, optometrista, oftalmólogo… son términos que se prestan a cierta confusión y que conviene tener claros para saber qué afecciones oculares trata cada uno de estos profesionales sanitarios. Un oftalmólogo u oculista es un médico, con Licenciatura o Grado en Medicina que, además, ha estudiado la especialidad de Oftalmología. Como explica el Centro Oftalmológico Barcelona (Institut Catalá de Retina @ICRcat) se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de cualquier patología que afecte al órgano de la vista, es decir al ojo, y también a la visión.

Por su parte, el Colegio Nacional de Ópticos – Optometristas (@CNOO_Spain), define la Óptica-Optometría como la ciencia que estudia el complejo sistema visual con el objetivo de obtener de la propia visión la máxima eficacia. El óptico es un profesional sanitario, no médico, cuya titulación requiere también estudios de Grado. Conocer la relación entre la luz, el estímulo visual y su relación con el organismo, y buscar la mejor solución cuando esa relación no es la adecuada, es parte esencial de su cometido.

óptico u oftalmólogo

¿Qué especialista necesitas para cuidar tu salud ocular?

Necesitas los dos. La labor de un oftalmólogo y la de un óptico son complementarias en la mayoría de los casos y es habitual que cualquiera de ellos te remita al otro si lo considera necesario.

Por norma, cualquier indicio de enfermedad ocular requiere una consulta oftalmológica. Molestias o sensación dolorosa en los ojos, anormal lagrimeo, pérdida de visión o visión borrosa, hipersensibilidad a la luz… pueden ser síntomas de múltiples patologías, que van desde el temible glaucoma o las relativamente frecuente cataratas, hasta una conjuntivitis o una blefaritis (inflamación de los párpados). Analizar cualquier posible daño en la superficie ocular (córnea), en la capa más interna del globo ocular (retina) o en el nervio óptico, es algo que corresponde al oftalmólogo.

En clínica o consulta, podrá realizar las distintas pruebas diagnósticas, entre ellas la de fondo del ojo y podrá establecer el tratamiento más apropiado en cada caso, incluyendo la cirugía refractiva si lo considera necesario. También patologías relacionadas con la visión, como la miopía, la presbicia o el astigmatismo han de ser tratadas por el oculista al menos en un primer momento. Acudir a una revisión oftalmológica una vez al año, es una medida preventiva de salud visual recomendable en adultos mayores de 65 años.

Las funciones de un óptico u optometristas son variadas. Su campo se centra en el estudio de la visión y si acudes a él porque crees que no estás viendo tan bien como antes, será el primero que detecte posibles patologías mediante el manejo de instrumentos ópticos en los que es especialista. Podrá asesorarte sobre las distintas terapias de reeducación visual que pueden ser necesarias en tu caso o  prescribirte el uso de gafas o lentes graduadas. También es el profesional al que acudir si notas que las gafas que llevas habitualmente parece que han dejado de cumplir bien su cometido (él podrá establecer una nueva graduación). Cualquier disfunción o alteración de la vista, que pueda ser corregida con terapias visuales o lentes, será su campo de actuación. Si detecta algo más, será él quien te indique la necesidad de acudir al oftalmólogo.

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Mariola Báez

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