Sin darnos cuenta, cada vez pasamos más tiempo consultando nuestros mensajes en el móvil, leyendo atentamente páginas web, fijándonos en el desarrollo de un videojuego en el ordenador, en la televisión o la tablet… La tecnología forma parte de nuestro día a día facilitádonos múltiples gestiones, pero mantener nuestros ojos “clavados” frente a una pantalla, puede acabar afectando a la visión.
La Sociedad Española de Oftalmología lo explica claramente. Nuestros ojos, en estado de reposo están “preparados” para ver de lejos o a distancias medias. Enfocar cualquier objeto (también un libro que estemos leyendo) que se encuentre a una distancia corta supone un esfuerzo extra que se puede mantener, sin problema alguno, pero siempre por un periodo limitado de tiempo.
Aunque no seamos conscientes de ello, dirigir la visión para enfocar con nitidez obliga a nuestros ojos a mantener la vista fija por tiempo prolongado y una de las principales consecuencias es la disminución en la frecuencia del parpadeo, algo que, a la larga, puede acabar derivando en la enfermedad del ojo seco, especialmente en edades avanzadas, en las que la lubricación natural del ojo puede haber experimentado cierto descenso o alguna anomalía.
Irritación ocular, visión borrosa, fatiga ocular, sequedad o incluso dolor de cabeza son algunos de los síntomas que pueden darse si hemos excedido el tiempo recomendable frente a la pantalla, tal como describe el Colegio Nacional de Ópticos- Optometristas de España (CNOO).
Como norma general, no es recomendable pasar más de tres horas delante de una pantalla ni tampoco fijando la vista en un libro o revista, uniendo los caracteres que nos permiten la lectura. En un ordenador, además, hay que tener en cuenta la presencia de reflejos en la pantalla, que inciden directamente en la visión al encontrarse a escasa distancia. Entre los consejos que da el CNOO para cuidar nuestros ojos y no obligarles a un esfuerzo excesivo, debes tener presente: