¿Por qué veo borroso de repente?

El abuso de pantallas, el estrés o el cansancio pueden hacer que en ciertos momentos veamos borroso. Algunos de los hábitos de nuestro día a día pueden perjudicar nuestra visión, así como otros problemas que deben ser analizados por especialistas.

Algunas de nuestras actividades diarias como trabajar durante horas delante de un ordenador, estar conectado durante más tiempo del normal a la pantalla de un móvil o televisión, el estrés o falta de sueño, entre otras pueden hacer que nuestros ojos se resequen y que por lo tanto sufran problemas de enfoque haciendo que veamos las cosas borrosas.

Para evitar la sequedad, una de las principales causas de la visión borrosa, se recomienda, además de descansar nuestros ojos, usar lágrimas artificiales para mantenerlos hidratados.

Igualmente, es aconsejable evitar ambientes cargados de humo o secos debido al uso excesivo de calefacciones o aires acondicionados. En esos casos, recuerda ventilar los espacios, así como utilizar humidificadores en el caso de que sea necesario.

Tal y como comentábamos, el estrés también puede ser el causante de una visión borrosa. Concretamente puede provocar lo que se conoce como espasmo acomodativo, el cual consiste en la contracción de uno de los músculos que hay en el interior del ojo provocando algo similar a una miopía.

Tanto la sequedad provocada por el uso de aparatos electrónicos como la contracción de los músculos del ojo debido al estrés suelen desaparecer cambiando de hábitos pasado un tiempo y que, además de evitar, podemos solucionar con cierta facilidad.

Sin embargo, en otras ocasiones puede haber un problema más grave detrás como pueden ser cataratas, problemas en la córnea del ojo, hipertensión ocular o pérdida de visión como hipermetropía, astigmatismo, presbicia, entre otras. Todas estas afecciones suelen darse en ambos ojos. Si el problema aparece en un único ojo, puede deberse a problemas trombóticos, desprendimiento de retina, infección en la córnea, etc.

Otros problemas de salud

En ocasiones la visión borrosa no está asociada a un problema específico del ojo. También puede ser el reflejo de un problema en otra parte de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, puede ser un reflejo de problemas neurológicos como la esclerosis múltiple o las migrañas.

Desde el punto de vista vascular también podría ser un problema de tensión arterial o diabetes.

Igualmente, puede ser un síntoma de artritis reumatoide, lupus o el síndrome de Sjögren, entre otros.

¿Cuándo acudir al oftalmólogo?

Aunque en general la visita al oftalmólogo es cuestión de sentido común en función de nuestra edad y nuestra salud ocular, si de repente comenzamos a ver borroso debemos ir urgentemente al médico ya que un diagnóstico a tiempo puede evitarnos muchos problemas.

Excepto en esos casos, los especialistas recomiendan ir cada año al oftalmólogo a aquellas personas con más de 40 años y que sufran diabetes o glaucoma. Si llegados a esta edad no tenemos ninguno de estos problemas podemos citarnos cada dos años, periodo también recomendado a partir de los 60 años, independientemente de que tengamos algún problema de visión o no.